With the famous Bieber.

Capítulo I

Sábado 8 de Septiembre del 2012.

Maddie's POV:

Allí estaba yo frente a mi computadora, subiendo el cover que he grabado esta tarde a YouTube. Sinceramente no creo que esto dé frutos. Soy consciente que mi sueño es uno más del montón, pero... En verdad quiero cumplirlo. La Música lo es todo para mi. Desde pequeña siempre soñé en que algún día estaría en el escenario de mi propio concierto, cantando y bailando tal y como lo hubiera querido mi padre. Él también era cantante como yo; sólo que él era un profesional. Mi padre fué -en sus tiempos de esplendor o de gloria, como él los llamaba- un reconocido cantante de Broadway. La muerte de mi padre causó gran impacto en mí, sinceramente... lo extraño... y mucho, eso fue el detonante de mi anhelo de querer ser cantante. Mi padre fué -en sus tiempos de esplendor o de gloria, como él los llamaba- un reconocido cantante de Broadway. Yo se lo prometí y tengo que cumplir mi prom...-

Wow, estaba tan metida en mis pensamientos que no medí cuenta en el momento que mi madre se abrió paso a mi habitación.

- ¡Mamá! -. exclamé - ¿Qué sucede? - dije un poco más calmada.

- Amy, está en la línea del teléfono, dijo que no sabía donde te encontrabas y que no atendías sus llamadas. ¿No te encontrabas allí Madeleine? -. habló mirandome con una mirada acusadora.

- Es que... Iba a ir pero, me olvidé que tenía que hacer algo importante y decidí no ir. ¿Mamá has visto mi celular? -. dije tirando las cosas que estaban a mi paso y no me dejaban encontrar a mi precioso aparato.

- ¡Madeleine Rose Reed! -. Exclamó. Oops, ahora mismo me arrepiento de no haber escuchado a mi madre entrar a mi habitación. Era un desastre. - Si ahora mismo no limpias tu habitación estarás castigada por un mes.

- Pero...-. Iba a excusarme pero fuí interrumpida.

- No, señorita, no quiero nada de 'peros'. Tú sabes como son las cosas en esta casa.

- ¡Ahg! Está bien -. Rodee los ojos para luego lanzar un bufido.

- Anda, si ordenas tu dormitorio, te prepararé algunas de esas galletas que tanto te gustan.

Sin duda ella trataba de chantajearme lo sabía.

- Adióssssssssss -. Dije alargando la 's'.

-Bien, me iré. Ordena tu habitación, Madeleine -. Comentó eso último, levantó su mano izquierda en señal de 'adiós' y salió de mi cuarto cerrando la puerta.

Empecé a ordenar mi pieza y encontré miles de cosas que habría pensado que nos las tenía. Luego de unos minutos de no encontrar rastros de mi celular me dí por vencida y me senté en mi cama. Pero una melodía interrumpió mi descanso: ¡era el tono de mi teléfono! Rápidamente empecé a seguir aquella melodía hasta que finalmente encontré mi móvil.

Miré la pantalla y tenía 7 llamadas perdidas de Amy y otro 3 mensajes de ella preguntando donde me encontraba y por qué no me encontraba en su casa como lo habíamos acordado. Le devolví la llamada y esperé a que me contestará.

Perdón por la tardanza.