Solo corría sin mirar atrás, podía escuchar como el profundo y oscuro camino se burlaba de mí, la impotencia recorría mi cuerpo, no podía hacer mas que correr y tratar de controlar la angustia disfrazada de miedo que inspiraba los pasos de lo que sea que me estuviera siguiendo. El horror de ser atrapado, no el horror de lo que podría llegar a hacerme. Repentinamente me detuve de forma violenta y giré con una confianza poco creíble; ¡¿Qué demonios quieres de mí?!, reproche con ira, sin embargo nadie respondió. Podía oír pasos que venían en mi dirección, los susurros que rociaban los árboles se tornaron amenazantes y mi saliva se volvía cada vez más amarga. Un grito agónico resonó, obligándo a mi subconsciente retomar la marcha, ¿quizás atrapo a alguien? ¿me habrá dejado en paz?, diversas inquietudes comenzaron a inundar mi cabeza; De pronto, un crujido hizo su entrada pocos metros atrás, no pude evitar girar la mirada mientras corría cada vez más rápido, el pánico se apodero de mí cuando logre divisar una silueta negra, era algo espantoso, ¡no podría describir algo así!, Me quede en blanco mientras seguía corriendo, estaba paralizado mentalmente, pero mis piernas se movían por reflejo. Cuando logre tomar un poco de control en mi cuerpo, me gire completamente entregándome al destino. ¡NO TE TEMO! Grite con una rabia quemante y desgarradora, ¡ES MAS! Dije, ¡NO LE TEMO A LA MUERTE!, Sentí que “eso”, se movía lentamente hacia mí; mi piel se erizo completamente a la par que un temblor invadía mi cuerpo, mi respiración era incontrolable y mi estomago quemaba.
Cuando se acercó a mí, mis ojos se tornaron pesados. No podía moverme, pero no por el miedo, sino que, literalmente me sentía amarrado. Estaba nervioso y solo podía escuchar su obstruida respiración. Una vez a mi lado y con una desgarrada e inhumana voz, me dijo, “aquí comienza realmente el infierno”, me desplomé con esas ultimas palabras y caí en un agujero completamente oscuro; solo lograba divisar la tenue luz de la luna que asomaba, pero, que lentamente desaparecía.
Por primera vez me sentí en paz. La oscuridad era cálida y acogedora, podía quedarme aquí por siempre; esta sensación de calma es lo mas agradable que sentí nunca. ¿este es tu infierno? Me pregunté a mi mismo, no, me respondí.
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Después de las Tinieblas
Short StoryLa premisa de la historia es simple, ¿te la pasaras huyendo?....