Gritos, peleas, enfados, golpes.... Lo que viene siendo un resumen de mi casa.
Todos los días es lo mismo, me despierto y estoy unos pocos segundos sin recordar ni dónde estoy, hasta que recuerdo la vida que tengo.
Mis padres están divorciados, pero viven juntos, lo que hace una fuente de problemas muy grande, después está mi hermano mayor, un drogadicto y sin estudios, otra fuente de problemas, mi hermana menor, la cual murió por suicidio, ella era la única cuál tenía relación.
Y por último yo, un chico normal, al cuál le exigen demasiado.–Koushi, más te vale que no te vuelvan a dejar en el banquillo... -dijo la mujer.
Ella es mi madre, como no ha tenido éxito con sus otros dos hijos soy yo el que tiene que ser excelente.
–Es un inútil, siempre lo sientan en el banquillo -dijo el hombre.
Él mi padre, un hombre gordo y alcohólico, siempre lleva botella en mano, ha soltado comentarios para hacerme sentir mal desde que nací.
–Me voy... -dije saliendo por la puerta.
Ahora tocaba ser actor, sí, actor. Se me da excelente tener una sonrisa en la cara mientras me muero por dentro.
–¡Hey Suga! -dijo el chico.
Él es Daichi Sawamura, la única persona que sabe el infierno en el que estoy metido, el único al cuál le he contado mis problemas.
Con él no hace falta sonreír todo el rato.–Hey... -dije.
–¿Todo bien? -dijo con la típica sonrisa suya.
–Como siempre, ya sabes...
–¡Hey chicos! -dijo el chico, el cuál era enorme.
Él es Asahi Azumane, mi otro mejor amigo, no sabe de mis problemas, pero es muy agradable.
–¡Hey! -dije intentando parecer entusiasmado.
Al llegar al Karasuno hago de madre para el equipo, ya que no tengo una relación así con la mía quiero serlo con los chicos.
–¡Buenos días Suga-san! -dijo un pequeño anaranjado.
–Buenos días Hinata -dije sonriendole.
Esta es mi distracción, el volleyball, tengo amigos los cuales me ayudan a despejarme de mis problemas, aunque no se den cuenta.
–Mira ese maricón -dijeron riendo un grupo de estudiantes.
Y ese es otro de los problemas que me acomplejan, me acosan por ser homosexual, desde insultos hasta golpes.
–¡Cállate imbécil! -dije pretendiendo ser fuerte, aunque por dentro soy débil.
Hicimos partido de entenamiemto, y a mí me sentaron en el banquillo. Jugó Kageyama en vez de yo, no me quejo, él es mucho mejor que yo colocando, y en todo es mejor que yo, pero muchas veces han confundido a Kageyama conmigo, piensan que él es el colocador titular, cuando en verdad soy yo.
–No te importa ¿verdad Sugawara? -dijo el entrenador.
A lo que yo respondí que no, pero claro que me importaba, tenía ganas de irme a llorar a algún sitio dónde no me vea nadie.
–Voy un momento al baño... -dije saliendo por la puerta.
Obviamente no me hiba al baño a hacer mis necesidades, si no a llorar por que otra cosa no sé hacer.
Me senté en el suelo del baño y empecé a llorar, a preguntarme por qué me pasa esto a mí, por qué tengo que ser yo siempre el que se quede sin jugar, por qué tengo que ser yo el que destaque de la familia, ¿por qué? Tantas preguntas y tan pocas respuestas...
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My Soulmate - Daisuga
FanfictionSugawara Koushi, un chico de 19 años que está cansado de los problemas que tiene en casa, así que un día decide hacer una locura para acabar con todos sus problemas de una vez por todas... Pero no contaba con que alguien estuviera dispuesto a dar su...