La siguiente historia es un tópico tan cliché que conseguirá robarte el corazón.
—¿Puedes darme solamente un día? —esperé, mientras un sudor frío recorría cada centímetro de mi espalda —. Se que aún no puedes creer en mi confesión, o que simplemente no quieres creer en ella —nunca, en mi vida, había afrontado una situación de esta manera. Pero en algún momento debía hacerlo. Sacar esa fuerza que sabía que llevaba dentro —. Kageyama, por favor.
—Todavía no entiendo por qué te gusto. O qué significado tiene tu "gustar", Hinata. Pero si esta situación va a poner en riesgo la eficacia de nuestro equipo, entonces te daré un día para que me expliques tus sentimientos.
Para explicarlo brevemente, creo que siempre he estado enamorado de mi compañero de equipo, Kageyama. No podría explicar con exactitud qué es lo que hace que este sentimiento surja dentro de mí, pero creo que está relacionado con el voleibol, siempre lo está. No quisiera meterme en tecnicismos sobre este deporte o sobre cómo influye en mi atracción hacia él, pero, poniéndolo simple, la perfección de sus pases, cuando me coloca el balón, sin dignos de una maldita obra de arte.
—Entonces Hinata ¿conseguiste que Kageyama saliera contigo?
—No exactamente —desenvolví el envoltorio de mi comida y comencé a devorarla tranquilamente. Sin embargo, todo mi sistema nervioso sabía que no era precisamente el caso —. A ver, lo que conseguí fue una única cita con él. Hoy.
— ¿Una? ¿Y ya está? ¿Es eso a lo que aspiras después de... cuanto tiempo Sugawara... quizás tres... cuatro años enamorado de la misma persona? —mi amigo Nishinoya Yu no es lo que podríamos llamar un chico comprensivo, pero en esta situación hasta Sugawara le dio la razón.
— Shoyo, creo que Sugawara no está exagerando en este caso. Lo entiendes ¿verdad? —asentí —. ¿Cómo puede hacerte una única cita olvidar a Kageyama?
Nishinoya y Sugawara, un tema complicado. Ambos, buenos amigos mios desde que puedo recordar, sin embargo, son polos opuestos cuyo único centro de atracción soy yo: el amigo en común. Noya siempre ha sido sobreprotector conmigo, demasiado dirían algunos, pero suficiente desde mi punto de vista. Suga, por otro lado, es más el típico amigo pasivo, quien se preocupa por mí pero que no deja que esa preocupación me agobie. Por eso, ver que se encuentra tan alterado ahora mismo hace que me pregunte si he tomado, o no, la decisión correcta.
—Yu, aunque eres mi mejor amigo hay veces que me siento incómodo contigo. Suga, a veces no te entiendo, eres tan callado y sigiloso... Pero con Tobio es diferente. Siento que sabe lo que necesito en cada momento, y ya no hablemos de la corriente eléctrica que recorre todo mi cuerpo cuando jugamos juntos —tener que expresar en palabras lo que sentía por él era demasiado difícil. Sin embargo, en ese instante, todo me pareció un simple partido de voleibol —. Creo que si sigo esas dos opiniones puedo llegar a deshacerme de estos sentimientos que he guardado por años. Entonces, todo será más sencillo.
—¿Cuándo se volvió nuestro amigo tan fuerte, Noya? Míralo, incluso puede decir con orgullo que ama a otro hombre —sonreí ante Sugawara.
Vamos a estar en casa de Suga toda la tarde. Con comida y grabaciones de los mejores torneos de voleibol de la historia, esperándote. Ya sabes a que me refiero —sí, Yu a veces me hacía sentir incómodo con su sobreprotección. Pero eso no podía compararse al sentimiento de amistad que marcaba nuestra vida juntos —. Supongo que deberíamos irnos Suga. Por ahí viene el "chico" de nuestro amigo Hinata.
No podía ver a Kageyama, porque me encontraba de espaldas a la dirección que Noya había señalado, pero su olor llegó a mi más rápido que él. Y por un momento me arrepentí de todo. No sabía si pasada esta tarde tendría el valor que tan "bien" había manifestado delante de mis amigos para dejar marchar mis sentimientos de cuatro años.
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Cuando el día acabe
Fanfiction¿Sabéis lo duro que es guardar un amor durante cuatro años?