Era una mañana como cualquier otra. Se había levantado y tomo una ducha y reposo en la bañera llena de agua tibia mientras su mirada iba fuera de la ventana, donde solo podía alcanzar a ver el azul del cielo y una que otra nube pasar.
Un pesado suspiro salió de sus labios y la puerta se abrió, como era de esperarse. Para ese momento ya llevaba bastante dentro de la tina de baño, la piel de sus dedos ya se sentía y lo confirmo al sacarlas de la superficie, pero eso era de esperarse.
Una suave voz llamo su nombre y al no escuchar respuesta, esa grande figura, se acercó a el- Haruka, ya es tiempo de que salgas de la bañera, pescaras un resfriado
Sin dudarlo, el otro hombre metió la mano en el agua, jalando el tapón de la bañera para drenar el agua. Esa fue su acción final para después salir del baño sin ningún otra palabra.
Su mirada permaneció en la, ahora cerrada, puerta y parecía como si en ningún momento hubiera entrado alguien. El solía ofrecer su mano para que saliera. ¿Cuando fue que las cosas cambiaron?Salió de la bañera, cubriendo su cuerpo con una toalla y camino hacia el cuarto que compartía con el, vistiéndose rápido para bajar a la cocina. Preparo el desayuno típico de siempre, pan tostado, huevo con arroz y jamón, justo como el lo prefería. La tetera pilló y el rápidamente acercó una taza para servirlo al otro hombre en la mesa.
Puso el plato y la taza enfrente de el y el solo lo tomo las cosas sin despegar su mirada del aparato en sus manos. ¿Cuánto más iban a seguir así? Lo había notado así antes, pero no le había puesto mucha atención a las circunstancias y mientras sabía que las cosas no estaban yendo bien, tampoco era algo que le sorprendiera.
Mordió su labio, tomando asiento para compartir el desayuno con el, como era común, pero el se levantó de su silla y guardo su teléfono- Ya me tengo que ir, te veo más tarde. Comprare algo de comer en la tienda
La sonrisa que le regalo fue tan brillante como lo recordaba y el beso en su mejilla llevaba el cariño que recordaba...pero había algo por debajo de ese sentimiento que le dejaba un mal sabor de boca. Solo alcanzó a levantar su mano para despedirse, mientras sus palabras salieron en un pequeño hilo de voz.
- Que te vaya bien...
Su mirada fue al plato, apenas había comido algo, lo levanto de la mesa y fue a tirarlo a la basura, no tenía caso que se quedará ahí a enfriarse. Ahora debía el prepararse para salir, esperando que el día acabará.
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Para el, sus mañanas empezaban en la academia de artes. Era un espacio de tranquilidad para el chico azabache, lo podía relacionar al igual que estar sumergido en el agua y servía para distraerlo de la realidad.
Se preparo en un espacio, mirando hacia el centro de la habitacion, buscando en su mochila su estuche con lápices y bolígrafos que utilizaba en clases y escucho al maestro entrar y presento al nuevo modelo que tenían el día de hoy. Ya era costumbre que siempre lo cambiarán para observar distintos tipos de cuerpos, el pasado había sido una chica voluptuosa.Una vez que tuvo lo necesario a su alcance, el maestro dio el inicio para comenzar a trazar líneas sobre el lienzo. Levantó su mirada hacia el sujeto al centro de la habitación, un chico alto de ojos turquesa, su expresión era relajada y parecía no tener problemas con que un grande grupo lo estuviera viendo con tan poca ropa.
El azabache se dedicó a lo suyo, y observó cada detalle de su cuerpo para agregarlo en el dibujo, pero en más de una ocasión no pudo evitar encontrar su mirada, ¿Era su idea? ¿Estaba viendo directamente hacia donde estaba el? Talvez solo fue coincidencia, no debería de pensar tanto sobre ello.
Había completado apenas la mitad de su cuerpo, parecía ir bastante bien y le había dado el acabado que deseaba. Tomo un paso hacia atrás, moviendo su cabeza de un lado a otro, rodeando sus hombros hacia atras, era cansada la posición en la que se había quedado y mientras apreciaba como iba quedando su dibujo, volvió a llevar su mirada hacia el chico pero ahora sus ojos iban hacia la gente del otro lado y se sintió un poco aliviado de que ahora no estuviera en su dirección.
Continuo sin más el boceto de la otra mitad de su cuerpo, enfocándose en qué quedara con buenas proporciones, aunque ahora su mente divagaba en los definidos músculos de sus piernas ¿Será atleta? Su cuerpo se veía en perfectas condiciones y muy bien cuidado, no creía que fuera alguien promedio que naciera con músculos pero debía admitir que le sentaban muy bien en su cuerpo.
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¿Por Qué Será Que El Tiempo pasa Y Las Personas Ya No saben Igual?
RomanceHistoria SouHaru Tras años de amistad y relación con un compromiso pendiente, las cosas ya no pintaban bien para Makoto y Haru. Pero, ¿Que pasa si estamos destinados a más de un verdadero amor en esta vida?