Todo me da vueltas trato de buscar a Noemí pero no la encuentro, camino hacia la pista de baile en donde choco con algunos cuerpos, hasta que la encuentro.
-¡Noe!-gritó para que me pueda escuchar por lo alta que esta la música.
-Jenn-se aparta del rubio con el que estaba bailando y agarra mis manos haciéndome bailar, pero solo siento que todo me da vueltas, había tomando mucho.-¡vamos a bailar! ¡Vivir la vida loca!
-Ya me voy, me duele la cabeza-le digo pero creo que no me escucha.
-¡Que ya me voy!- le vuelvo a gritar y creo que esta vez si me escucho.
-Bueno, te veo mañana, yo voy a quedarme un rato con el rubio.-una gran sonrisa aparece en ella y yo asiento, salgo lo más rápido del bar, puedo Sentir el aire fresco y también las ganas de vomitar.
Busco mi celular en mi pantalón hasta que lo encuentro, me debí haber quedado estudiando para el examen de la otra semana en vez de venir aquí, ya salí borracha, ahora a llamar un taxi. Y evitar las ganas de vomitar.
Pero choco con alguien, un fuerte cuerpo que hace que caiga de culo y me de un buen golpe que hace que me queje.
-Fíjate por donde caminas-se vuelve la persona con la que choque, que irrespetuoso, ni me ayuda a levantarme ni nada, idiota.
-Fíjate tu donde te quedas parado idiota -apuesto a que mi acento de borracha salió.
Puedo ver que su ceño de frunce y que me mira como si me quisiera arrancar la cabeza y luego darle de comer a los pájaros.
-Y tu quien eres para decirme idiota, pequeña zorra-
El alcohol se va de mi sistema y me levanto del suelo a como puedo, con un tacón quebrado. Mis tacones favoritos. Adiós, mis amores, nunca los olvidare. Los tacones como los que tenía mi mamá, según el. Un recuerdo de cuando ella era joven. Nunca los olvidare.
-Y tu quien eres para decirme pequeña zorra-le reprocho con un tono cortante. A mi nadie me dice zorra. ¡Tengo 18 y sigo siendo virgen!
El desconocido se acerca de una sola zancada y puedo ver sus ojos con furia, verdes claros, puedo ver enojo y burla en ellos. Se acerca hasta mi oreja y siento como respira, un escalofrío recorre mi cuerpo.
-Soy tu peor pesadilla-otro escalofrío sacudió mi cuerpo-me aparto de el pero agarra mi muñeca, usando mas fuerza de la que debería, intento salir de su agarre pero no, me esta lastimando. Me quejo pero el me mira con sus verdes ojos de nuevo con ganas de arrancar mi cabeza.-A mi tu no me hablas así, pequeña zorra.
-Suéltame, me lastimas-le digo quejándome. Pero parece que no le importa. A los segundos su mano suelta mi muñeca haciendo que mi otra mano la acaricie, dios, como puede tener tanta fuerza.
El mareo vuelve aparecer y ahora si que no lo puedo evitar. Doy algunos pasos y ácido sale de mi boca. Intento quitar mi pelo pero mi cuerpo tiembla y me siento débil. Mis piernas fallan y siento que caigo, Pero unas manos agarran mi cadera con fuerza y lo evita, mi cuerpo sigue sacando todo el alcohol de mi sistema. Dios. Siento que alguien agarra mi cabello y lo sostiene, ojalá no lo aya vomitado también. Paro pero siento mi boca con asco, Lo cual hace que vuelva a vomitar.
-¿Ya terminaste?-susurra una voz en mi oído y la logro reconocer.
-Si-lo aparto de mi y vuelvo a buscar mi celular para llamar un taxi.
-Con un muchas gracias estaría bien-me vuelvo a encararlo y miro que se esta quitando la camisa.-límpiate que hueles mal y vótala.-me da su camisa, pero yo se la tiro a su cara, ¿que se cree este?
ESTÁS LEYENDO
Clandestino
Humor¿Qué tal si te cuento la historia de como me enamore y odie a la misma vez?