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Hoy era un día nuevo para todos y uno lleno de emoción y nervios para los nuevos alumnos de la prestigiosa escuela de héroes, los arboles de cerezo ya florecidos en su totalidad daban una hermosa imagen con sus abundantes pétalos cayendo por todas las calles y veredas de la gran ciudad de Tokio.

Una cabellera Verdosa con mechas negras iba de forma distraída y nerviosa hacia uno de sus mayores sueños, la UA, había sido admitido a la escuela que jamás creyó que iría por ser carente de un don, alguien de poco interés para algunos antes, pero de mucha importancia para muchos luego en el recorrido de tiempo.

Su caminata y balbuceos se vieron interrumpidos por el pequeño error de chocar contra sus propios pies y terminar llevando su peso hacia adelante.

Pero antes de que pudiera decir o hacer algo, una mano fue a parar en su mochila y alzarlo del suelo antes de que salga herido, levanto como pudo su vista hacia su salvador encontrándose con una cabellera completamente albina y unos ojos particularmente raros pero preciosos.

Fue dejado en el suelo con sutil delicadeza y con una mirada curiosa en su persona totalmente nerviosa, sentía que le veía el alma con esos penetrantes ojos.

- ¡Muchas gracias por la ayuda, s-soy Izuku Midoriya! - haciendo una perfecta reverencia de noventa grados, el adolescente se presenta ante la desconocida persona frente suyo

Aquel albino saco de su bolsillo una tarjeta tamaño carta extendiéndosela hacia su contrario con un semblante sereno y amable, pestañeando de forma tranquila y paciente.

Cuando pudo reaccionar de la pacifica aura del desconocido leyó el contenido del papel "Hola, mi nombre es Sho Tsuki, un gusto. . ."

A pesar de ser una pequeña presentación, la caligrafía de la letra era impecable y fina siendo agradable y comprensible a simple vista, antes de que pudiera seguir analizando mas de Sho el timbre había sonado estrepitosamente dejándolo aturdido por unos momentos.

- Lo siento, debo correr o llegare tarde, ¡fue un gusto! - para su mala suerte tuvo que cortar su presentación con la agradable persona e irse corriendo lo más rápido posible hacia su aula

El Tsuki solo pudo hacer un pequeño ademan con su mano y dejar ver una sonrisa juguetona en su rostro, comenzando a caminar la misma dirección que el de cabello alborotado, pero de manera mas moderada.

| S E P A R A D O R |


Midoriya por fin había podido llegar a su aula designada, algo avergonzado de haber llegado tarde y asombrado por el tamaño de la puerta se decidió a abrirla, dando por hecho su acción pudo apreciar a los compañeros que tendrá por los largos tres años que pasaran.

Con la ilusión de poder hacer al menos un amigo o ambicionando un poco más a poder tener un grupo pequeño pero agradable.

Todas aquellas ilusiones se derrumbaron al toque al ver a su ex compañero sentado en unos de los bancos con las piernas arriba de este como lo hacía en secundaria con su etapa de rebeldía como le decían las madres.

Por otro lado, un peli-azul con lentes y uniforme acomodado muy detalladamente estaba regañándolo por su mal comportamiento haciendo un raro movimiento robótico con sus brazos, otros conversaban de forma más pacifica, pero soltando risas algo escandalosas.

De tanto inspeccionar no sintió la presencia de cierto albino detrás suyo, mirando de forma desinteresada dentro del aula y desviando esta hacia los rizos sueltos del distraído.

Comenzando así a colocar pequeños broches en la cabellera verde y algunas gomitas de colores haciendo rodetes y pequeñas trencitas.

Sin querer toco por accidente su oreja llamando su atención y asustándolo provocando que suelte un pequeño chillido algo, muy, agudo para sus oídos.

M u t e  [BNHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora