LIMITES

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"¿Los extrañas?"

Su pregunta me dejó mirando el techo, mi cabeza todavía apoyada en su regazo. Por supuesto, los extrañaba  mi propio círculo de amigos, Fluke y Ohm. Con las cosas que han estado pasando con mi vida, nunca hubo un momento en que no pienso en lo mucho que necesito de su compañía. Ellos fueron, y siguen siendo, mi soporte emocional.

Pero hemos crecido, cada uno de nosotros quería que llegar a la cima.

"Lo hago. No tienes idea de lo mucho que me gustaría ser tú,  Koala."
Respondí débilmente, un suspiro de frustración escapo de mis labios.

"¿Serias tan amable de decirme la razón detrás de tu dolor, conejito?"
Cuestionó, una pícara sonrisa tirando de la comisura de su boca.

Puse los ojos en él, tratando de incorporarme, pero sus manos me empujaron hacia abajo sobre mis hombros causando que cayera de nuevo en su regazo. Todavía es una maravilla para mí cómo puede ser tan fuerte y varonil pero tan lleno de ternura al mismo tiempo.

"Tú no vas a ninguna parte, Sr conejito. No hasta que saques ese sentimiento fuera de tu pecho."
Su dedo medio pico mi nariz, apoyando su otra mano en mi estómago.

Por un corto momento pensé sentir un vuelco en el órgano de mi pecho  la sensación casi ajena a mí ahora.

Emocion, miedo y nostalgia

"Eres un ídolo," empecé, haciendo un mohín mientras continuaba. "Y ellos tambien"

"No veo ningún problema con eso."
Él levantó una ceja en confusión.

Un suspiro escapó de mis labios, demasiado tarde para dar marcha atrás.
"Tienes la oportunidad de estar con ellos en programas de música, incluso trabajar con algunos de ellos"

Observé como se mordió el labio y asintió con la cabeza comprendiendo.

"Te llevaré conmigo el día de mi grabacion en el estudio. Claro, si no tienes nada en tu horario ese día."

Mis ojos se iluminaron al instante. La última vez que fui fue cuando Fluke y el resto de los miembros de Domundi me llevaron con ellos.

El mismo día que vi esa sonrisa de amor golpeando el rostro de Perth cuando cantaba con ella.
El mismo día que mentí para obtener su atención de nuevo, fallando miserablemente.

El mismo día que tome una decisión que cambió mi vida drásticamente.

Empaqué y me fui, permitiéndole estar con la persona que su corazón anhelaba. Es obvio que yo no lo era, era ella.

"¿Se puede realmente hacer eso? Ya sabes, es tu traba--"

"Es una promesa, Saint."

Él sonrió con esa sonrisa encantadora que hace saltar mi corazón de una manera extraña desde hace unos días.

Me hacía sentir todo caliente, pero de alguna manera, me gusta mucho.

"Promesa es una palabra grande, Zee Pruk," me encontré diciendo. "No debemos hacerla si vamos a romperla en el proceso."

No puedo ser culpado por mis palabras. La mayoría de las promesas que me habían hecho con tanta fluidez de igual forma se habían roto con facilidad, pero siento que con Zee es diferente.

"Lo sé"

Su mano froto mi torso expuesto, haciéndome reír un poco.

"Es por eso que voy a prometértelo."

Lo siguiente que vi fue un dedo meñique siendo movido delante de mi cara. No pude evitar tomármelo en broma, lo cual fue una muy mala idea.

" Te estas burlando de mi?"

Despertar Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora