11-Otra noche Después (+18)

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---Narra Mirelli---

No sabía exactamente ni lo que sentía, pero el aire de afuera refrescaba a mi mente tensa también, ganas de llorar si tenía, no vi a Lucas muchos años pero mi tranquilidad estando con él ahí seguía

-Ven, siéntate delante de mí *dijo mientras quitaba los pies de sus piernas*

Hice lo que me indicó y sus manos fueron a mis hombros masajeando mis músculos

-Si no tuvieras ese vestido que te tapa casi el cuello completo, sería más cómodo

Así que me lleve la mano a los botones del vestido y desabroche los primeros, así pude bajar mi vestido por debajo de los hombros y Lucas trago saliva cuando hice eso

-¿Qué pasa? *pregunté*

-Nada, relajate

El masaje cada vez me lo va dando mejor que deseé que hubiera hecho esto antes, se siente tan bien que me echo sobre él sin darme cuenta

-¿se siente bien? *preguntó Lucas*

-Super

Los dedos de Lucas se meten por debajo de uno de los tirantes de mi brasier, levanta uno y lo deja caer. Me sobresalto y me recoloco entre sus piernas, masajea mi cuello, mandíbula y debajo de la oreja. Él se ríe y me aprieto más contra él

-No se vale provocar *le susurró*

Me está volviendo loca esto y él no hace más que darle cuerda a mis hormonas. Así que comienzo a bajar el tirante de mi brasier y restregarme más contra él

-No se vale provocar, lo acabas de decir Mirelli *dice tomándome de los hombros haciendo que mi cabeza gire a él*

Estamos tan cerca que sé que no hará nada que no le permita y pone cara de estarme pidiendo permiso. Así que doy el primer paso, lo beso y entonces recuerdo la primera vez que nos besamos en aquel instituto, me subo a sus piernas, él me toma con mucho cuidado y se recarga en ese incómodo columpio

-Mirelli *gime en mi cuello*

Lo rodeo con mis muslos y hundo mis manos en su cabello. Estoy ansiosa y no pienso en otra cosa en estos momentos.

---Narra Lucas---

No pienso detenerme por ninguna razón, al menos que ella pare. La amo, la he amado desde que la conozco, extrañaba estar con ella en cualquier forma posible.
Su lengua lame la mía y en un momento la atrapó entre mis labios mientras ella ríe. Me agarra la orilla de la camiseta y la sube hasta mi pecho, me incorporó sin despegar su cuerpo del mío para poder hablarle

-Mire, Mirelli estamos a medio jardín el cuarto de mis padres es la ventana que da hacia acá ¿estás segura de esto?

-Si, segura vamos adentro

Me levante cargandola a ella con sus piernas enredadas a mi cadera, no iba a perder la oportunidad de ir besándola por el camino, no me importara quien nos viera. Nos adentramos a la sala y me encamine por las escaleras, caminando a lo que era mi antigua habitación. Entré, cerré la puerta detrás de nosotros y la baje para que tocará el suelo. Mi lengua desciende por su cuello y besa su piel, va caminando de espaldas para poder llegar a la cama y cuando lo hace sus piernas se doblan, cae acostada, le rodeo la cintura y giro nuestros cuerpos para poder colocarla debajo de mi, sacude los pies y se quita los zapatos así que termino de desabrocharle los botones de ese vestido para poder quitárselo

-Quítate los tuyos *me dijo sonrojada*

Le obedezco y vuelvo a montarme sobre ella quitándole la ropa interior, Mirelli es la mujer más hermosa que he conocido en todos los sentidos miró encantado la forma en que sus curvas sobresaltan. Hasta que por fin después de tantos años sin tenernos el uno al otro, nos hacemos uno solo. Mirelli se retuerse debajo de mi y suelta un gran gemido, le tapó la boca con mi mano pues estamos en casa de mis padres, de saber que pasaría esto hubiera regresado al hotel para escucharla gritar y gemir hasta que se le fuera la voz. Le doy tantas embestidas que se aferra con tanta fuerza a la sabana que cubre el colchón así que aceleró mis movimientos al punto que casi se vuelve loca. Me clava las uñas en la espalda y enrosca la otra mano en mi cabello mientras entro y salgo de ella. Beso sus labios y ella envolvió mi cintura con los muslos así que los 2 nos venimos al mismo tiempo, no tardamos en terminar y un cosquilleo se apoderó de mi

-Eres increíble *le dije*

Y solo me sonrió, al pie de la cama estaban las cobijas, así que tomo una sabana, la puso sobre nosotros y se recargo en mi pecho que subía y bajaba aceleradamente por lo que acabábamos de hacer. Así que no hice más que rodearla con un brazo y acariciarle el cabello, su respiración fue bajando y vi que se había quedado dormida, tenía muchísimo tiempo que no dormíamos juntos, no lo hacíamos mucho pero lo hicimos algunas veces, nuestra primera vez fue en esta habitación nos salamos las clases y terminamos aquí.
Sin duda con Mirelli hemos pasado muchísimas cosas juntos, cosas que con nadie más he hecho, cosas que me hace sentir cuando solo estoy con ella, me encanta verla sonreír, me gusta verla bien, nuestra pequeña Mar es más de lo que siempre soñé tener con ella, es la chica de mi vida y lo que quiero para siempre.
Me aferré más a ella, le di un beso en la frente y le susurre

-Te extrañe cada segundo de cada maldito día en esos 6 años

Y cerré los ojos para caer en el mismo sueño profundo en el que ella ya estába

Lucas, eres papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora