Meses han pasado desde aquel viaje tan estrepitoso a la tierra, todo era calma y felicidad para todos menos en la casa búho, Luz se encontraba triste por su madre quien yacía inconsciente en el sofá en la sala de la casa búho por culpa de aquellos hombres del gobierno del mundo humano. Sollozaba a su lado y tenía tomada su mano con fuerza. Un flashback le vino a su mente, se trataba de aquel momento cuando regresaron a las Islas hirvientes y eso la deprimía más.
—¡Tenemos que ir de inmediato a curar a mi madre!—ordenó algo molesta después de tratar de levantarla sin exito. Usando su bastón la elevó tomándola desprevenida y la colocó en el sofá—mira Luz se que estás triste pero estando sentada no se resolverá nada. Yo te puedo llevar niña pero no puedo estar a tu lado, ya sabes, soy criminal. ¿Por que mejor no vas con la Mity?.
—Yo...no quiero ser una molestia, de seguro estará ocupada en sus múltiples tareas.
—¡Tonterías!—comenzó a buscar algo en su espesa cabellera sin exito, eso la hizo irritar, fue directamente a donde estaba durmiendo el pequeño de la familia y comenzo a sacudirlo con brusquedad—¡King pequeño demonio! ¿estuviste haciendo llamadas de broma otra vez sin mi?—gruñó
—Waaah, ¡Oye déjame dormir vieja bruja!—respondió aún más irritado que la mayor—¿ya intentaste buscar en tu nido?, acuérdate de que estuviste hablando con quien sabe quien a altas horas de la noche impidiendome dormir a gusto—bostezó ruidosamente—ahora déjame descansar, weh.
—Aún sin preguntarme iría a donde fuera con ella ya que somos amigas. Quiero decir que tu has estado conmigo cuando algo malo le pase y quiero hacer lo mismo.
Sonrió aunque fue forzada la reacción, no quería preocupar a nadie, suficiente tenían con la madre de Luz.
—Gracias Amity y Eda, son las mejores
amigas—se acercó a ellas y les dió su clásico abrazo.—Suficiente de sentimentalismo es hora de actuar—se separó de las chicas y con su magia invocó a su fiel bastón.
Salieron de la casa. Eda se subió primero y después Luz. La peliverde no se mostraba muy convencida pero Luz delicadamente le extendió la mano para que tuviera confianza de subir. Eda solo las veía y sonreía por lo cursi que se veía la escena con las dos chicas. Emprendieron el vuelo procurando no chocar con alguna rama o criatura extraña voladora. En minutos se encontraban afuera del consultorio donde habían personas del aquelarre de curación
—Vayan a ver si hay alguien, yo la vigilo si algún idiota de los esbirros del emperador haga acto de presencia los voy a fulminar con mis poderosos hechizos—hizo unas cuantas magias combinadas impresionando a la humana pero desesperando a la joven bruja.
Ambas chicas fueron sigilosamente a la entrada del lugar, tocaron la puerta y un señor algo mayor les abre. Tenia una túnica con adornos azules dando alusión a si aquelarre. Se mostraba confundido de ver a dos jóvenes muchachas sanas.
—Buenos días señoritas ¿Les puedo ayudar en algo?—miraba fijamente con sus tres ojos incomodando a ambas.
—B-buenos días necesitamos su ayuda urgentemente-—dijo Luz preocupada y su voz se quiebra un poco—m-mi madre...ella no responde, a ella le hicieron algo malo en mi mundo hace meses. Le estuvimos dando pociones sanadoras y no surtieron efecto—comenzó a sollozar.
El doctor se mostró preocupado al verla llorar, alzó la mirada para buscar a la madre—disculpe señorita veo a su madre joven humana. Necesito verla para hacerle estudios y saber que hacer.
—En un momento la traen, es que nosotras no somos tan fuertes para cargarla—comentó triste.
—Comprendo eso, ¿necesitas ayuda para...
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Un encuentro inesperado:Tercera parte. Choque de ideales.
FantasyVarios meses han transcurrido desde su última aventura en el mundo humano, por diversas circunstancias Luz , Amity, Eda entre otros les pondrán a prueba sus ideales