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La pelirroja cerraba la puerta de la habitación después de que Vanessa entrase, por precaución echó el cerrojo. Caminó hasta posicionarse al lado de la morena y se quedó expectante mirándola como jugaba con su teléfono.

¿Qué le podía decir para romper el hielo? Llevábamos más de 2 meses casi sin hablar, pero hablar seriamente, las únicas charlas que tuvieron se podían resumir perfectamente en un "Hola" y "Adiós", incluso cuando estaban rodeadas de los demás la interacción entre las dos chicas era nula. Madelaine se comió la cabeza durante todo el camino por lo que le había dicho _________, ¿qué le podría estar ocurriendo a su... crush? ¿Por qué dijo que no era lo que parecía?
Después de una taza de café y mucho valor decidió empezar.

- Vanessa... - soltó la pelirroja sorprendiendo a la chica sentada cerca suya que instantáneamente levantó la vista de su móvil.

- ¿Sí? - preguntó tímida.

- ¿Podemos hablar? - Madelaine la miró y Vanessa dejó su teléfono encima de la mesa de enfrente y se sentó cómodamente para mirar a la pelirroja.

- ¿De qué? -

- Creo que sabes bien de qué... quiero que me expliques principalmente el por qué estabas llorando en el hospital, y no me digas que por Cole porque ni siquiera _______ estaba llorando. - habló firme la pelirroja.

- De acuerdo... - sacó todo el aire que tenía guardado - Me voy a casar y... estoy embarazada.

Esas últimas dos palabras fueron como un balde de cubos y agua fria encima de Madelaine, no solo había escuchado su corazón partirse en 1000 pedazos más, si no que a su mente le vino la imagen que siempre imaginó. Ella y Vanessa, en una casa, en el jardín, rodeadas de sus hijos. Y ahora, por mucho que quisiera, ese sueño se iba a quedar en lo que era, un sueño, uno muy imposible.

La pelirroja se limpió las lágrimas rebeldes que se escaparon de sus ojos y  cogiendo un poco de aire para tranquilizarse, habló.

- Enhorabuena, espero que sean muy felices... -

- No es lo que parece Mads... - la morena intentó coger la mano de la pelirroja, pero esta la apartó rápidamente.

- Lo entiendo, era el o yo y elegiste bien, ese bebé necesita un padre que le pueda dar lo que se merece, una vida llena de bates de baseball y eso...

- Madelaine por favor, quiero que me escuches de verdad... - La voz de Vanessa sonó tan sincera que la pelirroja no pudo apartar su mano cuando intentó volver a cogerla.

- ¿Qué...?- intentó preguntar, pero sonó casi como un susurro.

- Él... - cogió aire y lo soltó - Él me tiene amenazada, dijo que si no me casaba con el... haría daño al bebé. - las lágrimas parecían cataratas cayendo desde los ojos de Vanessa.

Madelaine miró a su amiga, estaba rota y ella no había podido hacer nada porque se cerró en no escucharla, podría haberla ayudado antes.
Se acercó hasta ella y la rodeó con sus brazos, dejando a Vanessa llorar en ella y empapando su hombro, le daba igual, lo único que quería era proteger a esa chica que estaba llorando en ella.

Vanessa se alejó y se limpió las lágrimas de los ojos calmando su respiración.

- ¿Que vamos a hacer? -preguntó Madelaine.

- ¿Vamos?

-No pienso dejarte sola en esto baby... - la pelirroja tomó la mano de la morena - No pienso dejar que pases por esto sola, debi haberte escuchado antes, pero ahora solo pienso protegerte, a ti y al bebé, y alejar a ese orangután de ti.

QUEDATE [Cole Sprouse x lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora