BIENVENIDO

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Ansiedad, eso era lo que él sentía en ese momento. Ansiedad y nerviosismo, y combinados es aún peor. Le dolía el estómago de los nervios, en vez de las " mariposas" que sentía cuando estaba con su pareja, lograba percibir como si le estuvieran pisoteando su estómago constantemente. 

-Oye, muévete, estás en medio de la calle.- lo sacó de sus pensamientos la perezosa voz de Shikamaru, quien lo miraba alzando una ceja.- ¿Vas a moverte, rubio?.

-Eh...creo que mejor será dar media vuelta, Shika.- lanzó una risita nerviosa y como dijo, giró y con intenciones de irse, mas no se pudo pues sentía como su cuerpo no le respondía. Ninguno de sus músculos reaccionaba por más que quería salir corriendo como cobarde.

-No te vas a ningún lado, Naruto.- sintió su cuerpo girarse otra vez y como se lo esperaba, Nara estaba con una sonrisa arrogante, mientras que se cruzaba de brazos.

-Shika, no creo que sea buena idea...

-¿El qué, Naruto?.- esa ceja alzada daba más seriedad al pelinegro y Naruto no puedo evitar sentirse más nervioso de lo que estaba.- Viejo, sé que dije que mi señora madre era un  fastidio total, al igual que muy malhumorada, pero cálmate quieres...

-Eso no me da muchos ánimos que digamos, idiota.- resopló el rubio al escuchar el carácter de la señora Nara.

-El punto es que no te va hacer nada, torpe.- se rascaba la nuca con evidente fastidio. El otro por su parte no deja de temblar y pequeñas gotas de sudor caían por su frente, claramente muerto de nervios.- No puede ser, lograste enfrentarte al que iba a destruir al mundo y a Kaguya sin ni siquiera pensarlo, pero no puedes presentarte ante mi madre como mi pareja. ¿Sabes lo ilógico que suena eso, no?

-No es lo mismo, a esos dos no me importaba darles buena impresión.

-Oh, claro, es que ser reconocido como el héroe de todo el maldito mundo no da buena imagen ante nadie...

-¡Claro que no! Puedo ser reconocido como el mejor ninja y todo lo que quieras, pero si tu madre ve como soy realmente, puede que le decepcione y diga que no estoy a la altura para ser tu novio y sin contar que tú eres el próximo líder de tu clan y para eso necesitas casarte. Tal vez diga que me tengo que salir de tu camino para que busques a una chica hermosa con la que tengas que contraer matrimonio y posiblemente tengan hermosos hijos y la señora Yoshino pueda tener nietos y...

-¡Para, por Dios! ¿Qué idioteces dices, rubio?.- el azabache trataba de contener su risa por las atropelladas palabras que salían de su torpe novio.

-No lo sé, estoy muy nervioso y no sé ni siquiera lo que digo, no me juzgues.- exclamó avergonzado y a la vez infló sus cachates pues podía ver como el otro se estaba aguantando para no estallar de risa por las tonterías que dijo.

-¿Realmente te pedí ser mi pareja? Qué fastidio...

-¡Oye! ¿Qué quieres decir con eso?.- respondió ofendido el rubio cruzándose de brazos.

-Nada, amor, nada.- suspiró con cansancio Shikamaru. Ahora no necesitaba a un Naruto a la defensiva, ya tenía mucho con el Naruto hecho un manojo de nervios. Él fue hacia el Uzumaki, quien por la posesión de sombra, de igual manera hizo los mismos movimientos del Nara. Cuando estuvo cerca de Naruto, lo soltó de su jutsu y sin más le cogió la mano y empezó a jalarlo hasta la puerta de su casa.

Por otro lado, Naruto se sonrojó tras sentir la cálida mano de su azabache. Pocas veces eran las que Shikamaru hacia muestras de cariño, como por ejemplo algo tan simple como cogerle de la mano. Eran acciones no propias del mayor, y Naruto no podía evitar sentirse avergonzado y a la vez especial pues sabía que solo él podía ver las distintas facetas de su novio. 

BIENVENIDO / SHIKANARUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora