Los dos caminábamos de regreso a nuestros hogares luego de esa cena organizada por nuestros kohais, ya que nosotros habíamos salido de la preparatoria, la vista de la ciudad desde esta pendiente, se ve hermosa, así que detuvimos nuestros pasos y nos olvidamos del tiempo mientras observamos las estrella brillar y las hojas bailar con el viento en la oscuridad.
-Oye Yamaguchi, está haciendo un poco de frio, ¿volvemos ya? - Entonces tomo tu mano y guio nuestro camino, tú te dejas sostener por mí y no arrebatas tu mano.
Mientras caminamos, lentamente muchos recuerdos me llegan.
-Esos maravillosos días no volverán – Tu dulce voz sale, me imagino que sabes lo que estoy pensando, pasado… todo nuestro pasado juntos, tal vez si maduro un poco más… ya no necesite recordar.
-Lo sé – suelto tu mano, pues tus pasos ya están al compás de los míos.
-¿Recuerdas lo que hay atrás de esos árboles? – Tus ojos brillan señalando cierto pasaje.
-Por supuesto, hay un pequeño rio, allí siempre pasábamos juntos nuestros ratos libres.
-Este paisaje se ve un poco más brillante de lo habitual, ¿vamos? – Tu hermosa sonrisa me recibe, lentamente asiento con la cabeza y te sigo… te seguiría aquí y hasta el fin del mundo, tu sonrisa me hace ir más allá de ese resplandeciente cielo, mi mano cosquillea, pues muero por sostener la tuya de nuevo.
Me señalas cada rincón de esa área que trae a tu memoria algún momento especial juntos, finjo no recordar algunos detales, pues las muecas de disgusto que haces son las más adorables.
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Hemos llegado a tu hogar, me pides entrar para culminar el día con una película…pasado, todo me recuerda a mi pasado junto a ti.
-Ven Tsukki, ponte cómodo – me señalas la cama y me es inevitable observar la maleta sobre ella.
-… - Me quedo sin palabras, es más que evidente tu partida, esa que aún me niego totalmente a creer.
- Espera, mi equipaje es demasiado – vas junto a tu maleta y lo acomodas a golpes, me causa gracia, ante los demás esta imagen podría ser sorprendente, ya que sueles ser tranquilo y pacífico.
-Pronto sangrará tu maleta, es más, ya la escucho llorar.
-Jajaja tan ocurrente como siempre Tsukki, últimamente bromeas mucho – Cierto, hace poco te dije algo que salió desde el fondo de mi alma, para luego decirte que era broma.
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Ese día a llegado, camino a tu encuentro y me vi reflejado en un espejo cuando comencé a moverme en esa tienda ¿alguna vez cambiare? Desde hace mucho tiempo que reconozco esta expresión, esa que siempre hago cada vez que me llamas para salir o ir a tu casa, para estudiar juntos o simplemente caminar por las calles.
Llego al lugar de nuestro encuentro, me pregunto si estas bien en ese asiento junto a la ventana, nos encontrábamos a menudo en nuestra cafetería favorita. Sonrió ante tu desesperación mirando el reloj, levantas la mirada y me miras. Sacas graciosamente la lengua y me señalas tu reloj, haciendo referencia a mí retraso.
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-Oye Tsukki vayamos a un lugar juntos… ya sabes, cuando nos volvamos a reunir - y nos reímos cuando abriste la revista de viajes.
-Así que lo tienes todo planeado ¿eh?... o es que caso ahora eres un mago.
-Decide, te doy la oportunidad… - tu celular suena y decides contestar, tus padres han llamado para decirte que pasaran por ti… este es tu almuerzo de despedida, no quisiste decir adiós a ninguno de tus múltiples amigos y conocidos… sólo a mí, sólo yo soy especial para ti, sólo yo soy… tu mejor amigo.
-Lo siento Tsukki, mis padres dicen que se me hace tarde.
-Lo sé… ahora tu estarás en una nueva ciudad… junto a ella – sonrió, pero mi alma y mi ser me reprochan… pero así está bien.
Me preguntaba cuando mis sueños se harán realidad, ahora tengo claro que eso nunca sucederá.
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Comenzamos a correr sin saber lo que está a nuestra izquierda y derecha, tus padres te dieron un punto de encuentro y se nos fue el tiempo… tomo tu mano para guía nuestra carrera entre la multitud… esto es todo lo que puedo obtener… es lo más lejos que puedo llegar contigo.
Hemos llegado. Estas en mis brazos, yo inhalo y trato de tatuar en mi memoria tu dulce aroma. Nuestro encuentro fue inesperado y en nuestra despedida; me es imposible olvidar esos sublimes momentos junto a ti, así que voy a traer esos recuerdos incluso en los días que estoy en duda de seguir con vida.
-Desde este momento… nosotros estaremos separados – Te susurro aguantando mis lagrimas.
-Lo sé Tsukki – siento como te acercas más junto a mi – Me encantaría que vivieras con nosotros, pero ambos estamos luchando por un nuevo futuro y para llegar a ello, hoy tenemos que decirnos adiós – siento parte de mi playera humedecer, estas llorando, te duele separarte de tu amigo, yo igual lloro, me duele separarme de la persona que amo - Cuídate mucho Tsukki, te quiero – Tus palabras aceleran mi corazón, pero mi cerebro esta alerta y le dice que no te refieres a eso.
-Yo también Yamaguchi, bueno en realidad te amo – tu cuerpo se tensa, se que tienes miedo – es broma, sabes que no es enserio, cuídate mucho Yamaguchi, estudia mucho y cuando tengas alguna duda, ten por seguro que puedes llamarme, si necesitas ayuda, no dudes en llamarme; para eso somos amigos.
-Claro Tsukki, recuerda que tenemos pendiente planear un viaje – te separas del abrazo y tu rostro luce triste, agitas tu mano y entras al auto de tus padres, allí una linda chica te espera, te abraza y te consuela.
El auto de tus padres se aleja, en este futuro hemos decidido estar separados, cada uno de nosotros tiene sus propios planes… en cuanto a mí, me parece una mala historia con una patética trama, tan mala; ya que mi final feliz, sólo podía ser junto a ti.
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Nota: Noooooo mi precioso Tsukishima sufre… Tsukki se declaró a Yamaguchi, pero este reacciono mal así que, para no perder su amistad, Tsukki dijo que su declaración era una broma… poco después Yamaguchi se hizo novio de una chica y ellos se mudaran juntos para estudiar en otra cuidad… y mi Tsukki sufre TT____TT sólo, solito, solín.
