|Único|

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Te amo, Jungkook. —Musitó aquella voz ronca que ante la declaración reciente le aceleró el corazón. 

Jungkook sonrió, con sus mejillas rosadas y sus grandes ojos brillando. —Yo lo amo mucho más, Hyung. —Le respondió, su voz perdiéndose en cierto sonido ajeno que provino dentro de aquella oscura habitación. 

Ignorandolo, permitió que la brillante luz de la luna iluminara un poco su opaco cuarto cuando abrió las cortinas de seda para ello con una de sus manos, la otra siempre estando ocupada con cierto objeto especial en ella. —¿Le gusta más así? —Jungkook le preguntó, agachándose suavemente para sentarse en el suelo y recostarse contra la pared bajo el marco de la venta. 

La forma en que la luna me permite apreciarte más me agrada sin duda. —Escuchó como respuesta, sus pupilas dilatándose tras cada oración recitada. —Si pudieras verte en este mismo instante, entenderias porque estoy tan enamorado de ti, amor.

Su mejilla rosada no tardó en sentir la fría extremidad ajena acariciarle con cautela, sus bonitos párpados cerrándose ante la suave sensación, no obstante, el tiempo en que se mantuvo ajeno a la vista no duró, nuevamente escuchó aquel murmullo del que tanto se había empeñado en ignorar y con pesadez le miró. —¿Qué sucede, Hyung? —Le preguntó, levantándose del suelo y asegurándose de que el objeto en su mano reposara delicadamente sobre la cama al lado con la intención de mantenerlo lejos de cualquier daño. —Hoy está más intenso de lo normal.

Caminó hasta el origen de aquel sonido y se puso de cuclillas frente a la figura que yacía recostada en la pared con todas las extremidades de su cuerpo atadas. —¿Ha aprendido cómo tratarme? —Le preguntó con suavidad, sus dedos largos deslizándose por la cinta que reposaba en la boca ajena, quitandola con cautela.

—Kook. — Fue lo primero que logró pronunciar tras su boca ser liberada. —Suéltame. —Le pidió una vez más, tosiendo y carraspeando, sintiendo segundos después la cinta en sus labios. 

Con un puchero Jungkook le miró y se levantó después. —¿Cuando aprenderá a hacerlo, Hyung? —Se acercó a la cama y tomó entre sus manos el objeto con apariencia perfecta del chico atado frente a él.

Lo lamento, amor. —Nuevamente se escuchó aquella voz. —Haré lo mejor que pueda.

No obstante, ni un poco convencido con aquella respuesta que provino de aquel objeto, Jungkook negó. —¿Cuando, Hyung? —Le preguntó, sintiendo las mismas extremidades frías rodear su torso esta vez, apoyando su frente en la curvatura de lo que aparentaba ser un cuello.

—¿Comprendes que eres todo para mí? —Musitó una vez más y en cuanto Jungkook liberó un pequeño sollozo conmovido, una más acompañó el suyo. 

No tardó en separarse de quien lo abrazaba y observó a la persona atada frente a él ahogarse en lágrimas. Su cuerpo se movió instintivamente y tiró con brusquedad el objeto que estaba sobre él, el impacto del golpe que tuvo contra la pared deteniendolo en cuanto escuchó el estruendo.

Miró en aquella dirección y se le apretó el pecho en cuanto vio su más preciado objeto levemente quebrado y cuando sus ojos se toparon nuevamente con el chico a quien él ató, gruñó angustiado.

Ventrílocuo |Taekook| OsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora