-†- Día 6

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Me decidí por un clásico entre el fandom, nada más ví la temática de demonios, instantáneamente pensé en Imp Tweek, fué inevitable.

Esta es la primera vez que hago un genderbender! Jujuju~

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Día 6: Demonios
[Mistical AU]

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Cristine es una chica simple.

Y le gusta que su vida sea igual de simple.

Está en doceavo grado, tiene un promedio normal, ni tan sobresaliente como Kylie o Wendell, y ni tan baja como Marsh.

Su vida social es igual de simple. Fue una sabia decisión alejarse del grupito de Erica.

Era callada y tranquila (a veces), pero no por ello idiota. No se dejaría pisotear por nadie.

Y actualmente, es la única chica abiertamente gay.

Bueno, aunque no sabe si considerar a Marjorine y Kendall como gay también, ellas no son precisamente abiertas con su sexualidad.

Ella sabe de sobra que hay más como ella, pero las demás son lo suficientemente cobardes como para no decirlo.

Cristine ama la vida que tiene ahora. No la cambiaría por nada.

Entonces que ella apareció.

Estaba en su cuarto, limpiaba el área de Stripe con su música de fondo. Era sábado en la noche, muy de noche, tal vez las tres de la madrugada, ella es de las que se siente más productiva por las noches.

Primero un póster suyo se había caído del muro, no le tomó importancia y siguió con lo suyo.

Luego fue la puerta. Se abrió justo frente a sus narices.

Eso fue raro. Cristine no cree en cosas paranormales, así que pensó que no la había cerrado bien.

Luego sintió cuando de un manotazo, le tiraron la comida de Stripe de la mano.

- Qué mierda?- Miró a todas partes pero no había nadie.

Consternada observó a su alrededor, buscando lo que sea que haya hecho esto.

Pero las luces parpadearon.

Stripe comenzó a chillar y gemir.

Un crujido sonó dentro de su armario.

Justo cuando estaba por soltar un improperio digno de camionero mexicano, el foco en su habitación se fundió en un parpadeo.

Todo estaba a oscuras.

A excepción por la luna que entraba por su ventana.

Y que convenientemente iluminaba a las puertas de su armario.

Sus ojos y boca se abrieron a la par que las puertas. Tan agonizantemente lento, el chirrido de las oxidadas y viejas bisagras la inquietó, pero había algo más, había otra cosa aún más aterradora que la hizo helarse hasta los huesos.

Creek Week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora