Pensamientos y sucesos

Elegir

-Bien, ahora cierra los ojos-Habló mi psicóloga. Seguí sus indicaciones.-Imagina que estas en un mercado ¡Como los turcos! Elige dos cosas que te llamen la atención de allí.

Abrí mis ojos con la palabra "Confusión" pegada en mi frente, era curioso saber como había llegado a tal situación. Iniciando cuando aquella señora me había dicho que escribiera todo lo bueno que yo era en ese momento, sin poder poner mas de tres palabras. Y ella al ver esto me dió esas indicaciones.

No entendía para nada como eso me iba a ayudar a saber mis cualidades. Mi psicóloga vió que abrí los ojos así que alzó su voz diciéndome que cerrara los ojos, porque si no lo hacía no funcionaría. Volví a cerrar los ojos.

Empecé buscar las dos cosas que me dijo. Lo primero que vi fue un libro, se veía grande y pesado, pero la portada llamaba demasiado la atención, lo agarré sin pensarlo dos veces. Seguí dando un par de vueltas por el mercado, encontrando cosas muy extrañas y también cosas interesantes.

A pesar de las vueltas que hice, nada llamó mi atención como para llevármelo. Solo una pulsera. La cual llamaba mi atención pero no estaba segura del todo. La pulsera era muy exótica, estaba en la esquina de una mesa con mas pulseras, pero esa era extrañamente muy peculiar.

Después de dar otra vuelta por el mercado, me rendí, como no encontré nada mas, decidí llevarme aquella pulsera.

-Listo-Hablé en un tono de voz bajo, empezando a abrir los ojos.

-¡Aún no abras los ojos! ¡Aún no!- Elevó su voz la psicóloga, por lo que rápidamente le di a mis ojos la orden de cerrarse, ya que estaban casi abiertos.-Sal del mercado y aléjate de él, cuando estes lo suficiente lejos siéntate en una banca de piedra.-Se detuvo y asentí para que continuara.-En esa banca hay cosas que te recuerdan a cosas importantes que han pasado en tu vida... Deja ahí una de las dos cosas que agarraste en el mercado.

No tuve que pensarlo mucho, y sin dudar, dejé la pulsera en la banca. ¿En serio me había pasado casi diez minutos buscando algo que al final iba a dejar?

-Listo-Dije y me mantuve con los ojos cerrados.

-¿Tan rápido?- Asentí- Bien, abre los ojos.

En cuanto mis ojos se acostumbraron a la luz visualicé a esa paciente mujer.

-Cuéntame, ¿Que cosas agarraste?-Se notaba su curiosidad.

-Agarré un libro, y una pulsera.-Dije recordando.

-¿Oh? ¿Que sentías cuando los veías o cuando los tocabas?

-No había pensado en eso...-Dije algo pensativa, ella no despego su vista de mí-El libro me daba mucha curiosidad, quería ver el contenido. Y la pulsera... No se, es algo raro de explicar.

-Se que lo puedes explicar bien, no importa si te tardas un poco.- Dijo pero justo empecé a hablar.

-Pues, mira, la pulsera era muy peculiar, como muy única, algo que tal vez nunca había visto en mi vida.-Dije pensando muy bien lo que decía.

-¿Te causaba alguna emoción? No se... ¿Melancolía? ¿Tristeza?

-Seguridad- Respondí rápido, decirlo provocó que sacara una pequeña sonrisa, aunque ni yo sabía la razón. Ella también sonrió. Sentía que si me ponía esa pulsera, tendría todas las personas que amaba estarían conmigo y me apoyarían.

-Y ¿Que dejaste? Se ve una decisión difícil de hacer.-Mencionó con pura curiosidad.

-La verdad para mí fue algo fácil, opté por el libro, y no dude en dejar la pulsera.-Respondí.

-Significa que estas saliendo de tu zona de confort.-Dijo echándose para atrás en su silla, la miré.

-¿Eso es bueno?-Pregunté

-¡Claro que sí! Es muy bueno, estas dejando la sensación de seguridad, la pulsera, para ir por algo nuevo y diferente, el libro. De hecho, eso lo puedes poner en el trabajo de hoy, una cualidad tuya es la curiosidad, siempre quieres conocer cosas nuevas.-Me sonrió.

Sonreí, a pesar de que solo había hecho ese ejercicio, me sentía mejor. Supongo que siempre es bueno saber mas de ti cada día, y claro entenderte mas.