Di un paso hacia el frente y miento si digo que mi cuerpo no tiembla cuando enfoco mi vista en la corriente de agua que corre debajo del alto puente. Ahogué un grito de miedo y trague todas mis lágrimas. Levanté mi vista y la enfoque en el chico que se encuentra a unos cuantos metros. Agarré la barra y me incliné hacia delante. Imitándolo. Él giró la cabeza para mirarme con su rostro lleno de lágrimas. Mi corazón se encogió. Le mantuve la mirada para que tratara de comprender el mensaje que quería transmitirle. No fue suficiente.
-¡Harry!.- Grité quemando mi garganta.- Por favor... bájate de ahí.- Hable más bajo pero de igual forma me escucho.
-¡Aléjate Alex! ¡Quiero estar solo!.- Grito tambaleándose. Me puse más nerviosa.
-Si saltas, yo salto.- Le informe posando ahora ambas manos en la baranda.
-Alex... aléjate, no hagas esto.
-¡Tampoco tú! ¿Es que no te das cuenta? ¡Te necesito!.- Le grite llorando mientras me acercaba lentamente a él.
-No es cierto Alex, no estoy programado para que nadie me quiera. Lo arruino todo.- Susurra y doy gracias de lo cerca que estoy, de lo contrario, no lo hubiera escuchado.
-Harry... no me interesa lo que el resto de la gente te hizo creer; te quiero y necesito que estés conmigo.- Hablé mientras me abalance sobre él agarrándole su cintura, evitando que haga cualquier cosa y sobre todo, transmitiendo lo que mis palabras querían decir.
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Sin remitente.
Teen FictionJamás pensaron que el arte y una pequeña obsesión los uniría.