La hora más oscura de la noche, es cuando al igual que la llama que antes de apagarse brilla con fuerza. Así la noche es más intensa antes del amanecer, y es ahi que el sigue, te escoge de entre toda la esa gente, Observando los más finos detalles de tu cuerpo, para lograr hacerse de él, entregándose a la cosería de tu sangre. Guiado por los instintos exacerbados de animal, al tenerte entre sus manos en el momento del encuentro, veras el eterno crepitas de las luz de los siglos perdida en el embrujo de esa mirada, te hará nacer en una nueva vida alargada a través del despertar de siglos, entregados a caminar juntos en los oscuros caminos, guardianes celosos de la luz que dificultan el andar, guiándote través de la vista, que iluminada por estrellas muertas que cruzan el cielo para tomarte y no perderte, ven camina junto a mi donde esta aquella tierra que nos fue prometida, en donde las tinieblas ya no reinaran en nuestros ojos, ven y camina a mi lado para siempre.
Ven y toma mi mano, baila conmigo en el infinito, donde los planetas y estrella iluminara nuestro baile estelar, ven toma mi mano y perdámonos en el eterno oscuro del espacio sideral, siendo nuestros corazones él fulgurante latir de millones de soles y mundos, en donde seguiremos vivos en la eterna creación, ven y seremos un solo amor, la creación a sido para nosotros el eterno edén, el jardín de nuestros corazones donde florece el niño fruto de nuestra unión.
Del fruto de tu vientre nace lo más hermoso, el hijo del universo y las estrellas, el infinito amor y en las verdes ramas de tus brazos bebiendo de la leche de tus pechos, y con las lunas de tus redondos ojos miras al recién nacido mundo donde todo es nuevo puro e inocente.
Siglos pasan el crece, aprende, y experimenta todo pero, que el universo tiene sus propios planes, y no hay nada pueda hacer, y en aquella mañana de juegos se siente venir aquel que nace de lo innombrable, ese que no tiene forma, pero desgarra el pecho de solo sentir su presencia, acercándose solo lo necesario para plantar su semilla, que al germinar en tu pecho hará crecer aquella fuerza que as de aprender , y controlar porque será aquel otro lado del cielo, en que no llegue aquella luz de la que provienes de nacimiento.