Cualquiera podría pensar que ésta es una historia de amor como tantas que se cuentan en el mundo, y aunque en ella aparece una niña --Nadia-- muy especial para mí, lo que te voy a relatar es la historia de mi vida. Por cierto, Nadia era una persona...
Bueno, no tengo mucho más que contar la verdad, estoy trabajando en una empresa que ayuda a muchas demás empresas famosas como Movistar, Adidas, hasta le ayudó a la empresa de Google.
Vivo solo en mi departamento, quería empezar a ser independiente por mí mismo así que le pedí a mis padres si podía vivir solo a los 18, tuve algunos problemas con eso, pero me las arreglé fácil.
Estoy de camino a mi trabajo, no es muy lejos de mi departamento, solo tengo que cruzar por un parque y llegaré.
El cielo se ve muy celeste hoy, es algo inusual, pero parece que será un buen día.
Giró mi mirada hacia la izquierda, de repente algo me sorprendió, acababa de ver a una persona cruzando la vereda al otro extremo, no la podía ver bien porque corría muy rápido, pero reconocería ese estilo y color de cabello en cualquier lado.
No podía ser ella, no lo creía, tal vez mi mente me estaba jugando una broma y me atormentaba con los recuerdos de Nadia, otra vez.
Quería sacarme las dudas de inmediato así que fui en dirección a donde corrió esa persona, no me importaba nada en ese momento, solo quería saber si en verdad ella estaba aquí.
Al voltear la esquina, la vi, la vi de nuevo, era ella, estaba seguro, esa piel pálida, esos ojos verdes esmeralda y ese cabello negro rizado que ahora lo tiene hasta la altura de los hombros.
Todo se parece a ella
Lentamente me acerque a ella, estaba en shock, pero aun podía caminar, quería abrazarla.
Ella se giró y me vio, parecía sorprendida por un momento, pero luego sonrió cálidamente, dando un sentimiento de confianza y nostalgia.
"Nos volvemos a ver"_ es lo único que dijo.
Solo me limité a abrazarle mientras soltaba lágrimas, quería decirle un montón de cosas que me arrepiento de no haberle dicho en su momento.
Tenía muchas dudad como por qué se fue, porque lo abandonó sin decir nada de su próximo paradero, esto le dolía mucho.
Nadia me daba palma-ditas en la cabeza, me estaba tranquilizando, aún no sentía su calor, era algo común en ella ya que igual fue hace 10 años.
Esta vez no la dejaría ir, no otra vez...
Puede que tal vez está historia no termine en su final, mi vida es un sin fin de hechos, puede que no me aburra de esto.
"Te encontré" _fue lo único que pude decir antes de caer en los brazos de Morfeo, salí de mi casa sin haber dormido ni dos horas, además de que, con todas esas emociones, es creíble el porque me dormí.
Esta vez Nadia, no te dejaré, lo prometo.
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