CAPITULO UNO:

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Cuando despiertas cada día de tu vida de la misma forma, la rutina, es dolorosa... principalmente para alguien como yo. Mis ojos grandes demuestran firmeza y se paran en seco al ver el esplendor de un nuevo día en NY asomándose a través de las persianas. Sorbo un poco mas de mi café y espero a que el sol aparezca por completo.

-Buenos días-

-May-may, buenos días- Harry me saluda mientras bajo las escaleras

-Harry- me acerco y le abrazo – ¿Donde está CL?-

-Supongo que se ha quedado dormida- Asiento conforme. El bebe café tras café y yo, me siento en el borde de la meseta tratando de despertar.

-Chicos- CL y Jamie bajan de las escaleras.

-Días- respondo sin mirar a verlos.

-¿Por qué tienes ese rostro?- Jamie me pregunta mientras me mira con los ojos entrecerrados, su cabello rubio cae perfecto sobre sus hombros.

-No he tenido una buena noche-Digo y como si fuera una broma, Harry suelta una risotada.

-¿qué?- Ahora todos ríen más fuerte.

-Oh vamos, no finjas que no nos entiendes-CL aclara. Malditos, se han aprovechado de mi notorio agotamiento.

-Hijos de puta- esta vez me uno a su diversión. –Solo quiero salir a comer- los miro.

-¿Dónde esta vez?-

-Yo debo ir con mi padre- suelta Jamie con un bufido.

-"State place" entonces, que queda cerca de el padre de Jamie- suelta Harry –Iré por mis pantalones- se levanta y todos le seguimos.

Harry y Jamie son siempre tan guapos e inteligentes, y CL hace caso omiso al estereotipo de las rubias. Yo solo soy conocida por mi peculiar temperamento cruel, sencillo y divertido; naci en medio de una locura y ahora soy el producto de una locura. Opto por unos vaqueros sencillos y una blusa larga, y salgo para por fin desayunar.

Conducimos cerca de 20 minutos evitando el tráfico, cabe mencionar que eso es posible únicamente con Harry al mando, Jamie es muy buena persona como para romper unas dos leyes, CL habla mucho y es distraída, yo soy lo sufrientemente floja como para pagar un chofer y nos queda Harry, a quien se le podría llamar un poco loco cuando conduce. Al llegar, el lugar huele como siempre: A muebles caros, comida rara y lo mejor de todo a un poco de popularidad.

-Señorita Siddal- El hombre que vigila la entrada me reconoce. –Y sus geniales amigos-

-Buenos días ¿Tienes una mesa para mí y mis "geniales'' mejores amigos?

-Siempre tenemos una mesa para ti querida- Un hombre con un corte exótico me saluda desde la puerta

-Antoni-

-Mayrha- Saluda besando el dorso de mi mano

-Oh basta-

-Adelante mis chicos favoritos-

-También eres el chico favorito de Harry- Jamie bromea. Cuando teníamos 18, creíamos que Harry era gay, pero luego de algunas experiencias visuales, comprendimos que en realidad le gustaban prácticas extrañas sexuales, paso de Tríos al sado-masoquismo y ahora solo le gusta divertirse de vez en cuando en algún caro Table-dance, tener una que otra sexoservidora en la cama ó bien elegir a alguna chica guapa para hacer que tenga el "mejor sexo de su vida"

-Oh, Jamie lo sé- El hombre mira de arriba para abajo la escultural figura de Harry y este aun bromeando le guiña un ojo, lo que hace Antoni se sonroje

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