LXVIII

6 2 0
                                    


TE VOLVISTE A CRUZAR
Allí estabas, paseando por mi mente de nuevo. ¿Por qué no puedes simplemente desaparecer?

Los recuerdos no son lindos, al menos no los que tengo de ti y de lo que hiciste. Fuiste, no, fuimos fuego, fuego al que siempre le echaba leña para que no se apagara, tú, en cambio, le echabas agua.

Te entiendo, parcialmente, solo los mediocres como tú pueden hacer ese tipo de cosas; los que se crean un mundo lleno de negatividad y odio, lo que estuviste construyendo por años.

Y ahí vas... tratando de pasar por desapercibido, pero ya te vi, ya te observé, te analicé y recordé. Pude darte todo, y te lo di. Me echaste a la basura, sí y, me culpo por todo, todo fue mi culpa. Si no hubiera hecho aquello, si no hubiera hecho esto... estúpidos pensamientos, estúpidas ideas, organícense por favor.

En fin... espero que no vuelvas a pasearte libremente por mi mente, trataré de quemar la memoria en el fuego que tuvimos y que siempre quise cuidar.

Adiós de nuevo, rizos.

Soledad en el AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora