Todo comienza una mañana soleada, los pájaros cantan en mi ventana, haciendo que despierte del mejor humor.
Patrañas, eso no pasa; ni siquiera el día estaba soleado, desde la noche anterior está lloviendo, ¿Acaso nada me podrá salir bien, hoy? Me levanto tocando el suelo frío, haciendo que corra por todo mi cuerpo un escalofrío, voy hacia el baño a ducharme, me veo en el espejo y pareciera que no dormí en días, pero así es, no he dormido en días planeando todo para ganar este campamento.
Les cuento, el campamento anual "Camp Fun" es vaya, un campamento, dónde nos hacen creer que aprenderemos de ellos, lo que no saben es que en los arbustos y árboles lejanos se la pasan las parejas dándose amor, en fin, se realiza a las afueras de la ciudad, dónde asisten alumnos de todas las escuelas.
Para que me conozcan un poco más, tengo 16 años cumplidos hace dos meses aproximadamente, soy de cabello castaño medio largo, ondulado, no tengo ojos verdes, ni azules, ni de diferentes colores.
¡Arriba los ojos marrones!
No tengo un cuerpo escultural, pero si tengo con que defenderme, no soy popular, soy una alumna más que pocos conocen y así estoy bien, tengo dos amigos, mi piel es blanca leche, o así me dicen, no soy tan alta, pero tampoco soy bajita.
Termino de ducharme, y busco por todo mi armario algo decente que ponerme, después de media hora buscando, opto por un pantalón sencillo, y un suéter común, «hace frío gente», y mis zapatos para el campamento; bajo a desayunar y al parecer no hay nadie en casa, seguramente mamá salió con mi hermana al trabajo, me hago un pan, con jugo de naranja, lavo lo que ensucie, y agarró varios snacks para el camino y el resto del campamento, los llevo reuniendo hace mes y medio y don muchos, subo de nuevo a terminar de acomodar mis cosas, meto mis cosas de baño, el paño, y mis snacks, y lo más importante, mis gomitas, paso mi lista mental de lo que tengo que llevar, y no me falta nada, veo por la ventana y ya dejó de llover, pero sigue día frío, y mis ojos notan algo extraño.
Los Miller, afuera de su casa, un sábado en la mañana, con bolsos parecidos al mío.
Ay no, esto no puede pasar, por favor Diosito, no ellos, ruego mentalmente una y otra vez.
Mi teléfono suena, es Brin, mi amiga de toda la vida.
-Hola perra-suelto una risa al escuchar como me saluda con tanto amor.
-Hola Brin-suelto un suspiro y vuelvo a ver por la ventana a los Miller afuera de su casa-, ¿Sabes si los molestos Miller van a algún viaje familiar?
-No que yo sepa-Dice lentamente-, ¿Por qué?
-Por nada-agarro mi bolso y cierro la puerta de mi cuarto-, te veo en cinco. Adiós.
-Adiós.
Cuelgo, y verifico que todo esté en orden antes de irme, tiendo mi cama, apago las luces de toda la casa, cierro la ventana y voy hacia el patio a cerrar la puerta con seguro, junto con las ventanas cierro con seguro la puerta delantera de la casa, y camino hacia la calle.
-Buenos días, vecina-grita desde el otro lado Eizen Miller, el mayor de los hermanos.
-Eran buenos-grito yo como respuesta.
Le envío un mensaje a mi mamá, y sin esperar respuesta me dispongo a escuchar música, mientras espero que lleguen Brin y Luck, dejo que mis oídos se inunden de tal música buena.
Giro hacia mi derecha, y viene Luck trotando hacia mi; volteo hacia mi izquierda y viene Brin modelando, literalmente viene así.
Luce como toda una modelo de revista, es de tez bronceada, ojos marrones claro, su cabello castaño luce estupendo, viste un suéter negro, con un jogger negro también, y unas botas, es la menor por un año, pero parece más grande que yo por sus atributos, si saben de lo que me refiero.
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¡Esto es la guerra!
Teen FictionZoe se puede describir a ella misma como una persona amiodiosa (así ella llama a ser amigable y odiosa a su vez), perseverante y muy, pero muy competitiva; en el campamento anual ha ganado los últimos 3 años, y va por su cuarta victoria, pero las co...