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Hoy me levanto con energía, cosa que pocas veces pasa, y me voy a la empresa con los chicos casi una hora después de haberme levantado.

Pasamos el trayecto en coche en silencio y al llegar al hall nos espera nuestro manager para contarnos cosas.

Hoy no tenemos que salir de la empresa para ninguna sesión de fotos o algo así, solo tenemos que seguir ensayando el baile que empezamos el otro día.

Cuando llevamos casi dos horas bailando casi sin parar, agregando pasos nuevos y perfeccionando los que ya teníamos hechos, entra el coreógrafo y junto con él bailamos una hora más.

Después él nos da algunas ideas de pasos sueltos y algunos están muy bien..., otros en cambio no tienen nada que ver con la canción...

₍₍...️₎₎

Estamos en la cafetería, yo con una Coca-Cola y el resto con un café y bollería.

De repente las luces de la cafetería se apagan, se encienden las de emergencia que están encima de las puertas y suena la alarma del edificio.

El corazón se me para y el vello se me eriza. Siento cómo la respiración se me corta y dejo el vaso de refresco rápidamente en la mesa.

Me levanto y veo cómo los chicos también lo hacen. A parte de nosotros hay muy poca gente en la cafetería y todos salimos de allí por la puerta de emergencia.

Bajamos las escaleras, que también están oscuras y al llegar al hall es cuando lo huelo.

Un aroma a carbón y humo se acumula en la parte baja del edificio y nos vemos obligados a taparnos la nariz y la boca con el cuello de la camiseta. El humo gris cada vez se vuelve más oscuro allí.

Fuera se ven y oyen las sirenas, y no quiero pensar en que sean de alguna ambulancia.

La gente sale a trompicones por la puerta principal, pero el flujo de gente se ve interrumpido cuando unos sanitarios pasan corriendo, seguidos de unos cuantos bomberos.

Pensaba que hoy sería un gran día...

₍₍...️₎₎

Estoy sentado en una de las ambulancias por orden de mi CEO, después de que los chicos también se someterán a una pequeña revisión, pero estoy bien.

Miro a la calle, cómo se ha cortado el tráfico, cómo multitud de gente espera detrás de las cuerdas y cómo todos los que estábamos dentro del edificio ahora estamos desperdigados por la carretera y las aceras.

Los sanitarios que han entrado cuando nosotros aún estábamos dentro no han salido..., y presiento que algo va mal.

Todo el rato miro hacia la puerta principal, esperando que mi manager ㅡel que no está por ningún ladoㅡ salga caminando ileso.

Pero eso no pasa.

En cambio salen los sanitarios corriendo, ganándose las expresiones de sorpresa y exclamaciones de todos.

Allí tumbado está nuestro manager, siendo llevado por los especialistas.

Al parecer han conseguido apagar el fuego por completo y, por lo que comentan, los bomberos ya bajan.

En el momento en el que empiezan a salir por la puerta una sensación de alivio me recorre el cuerpo y me permito relajarme.

Pero es en el momento en el que el último bombero sale que salto de la ambulancia, sin escuchar a aquellos que gritan mi nombre.

El hombre corpulento carga en su espalda a una persona envuelta en una manta. Reconozco ese color de pelo. Esos mechones lilas y lisos caen en el hombro del bombero y corro a su lado, haciendo que se detenga.

────Dime que está bien ㅡ. No sabía que estaba en la empresa.

────Ha hinalado demasiado humo y está medio inconscienteㅡcomienza a explicarme ㅡ. La voy a llevar a una de las ambulancias.

Rápidamente asiento y, haciendo una señal a los chicos, sigo al hombre.

Deja el, que ahora parece débil, cuerpo de X en una de las camillas y cuando baja yo subo.

Los sanitarios me miran con sus ceños fruncidos pero enarco las cejas para que se centren en X y rápidamente apartan sus curiosos ojos de mi.

Cierro las puertas de la ambulancia, hay demasiada gente con cámaras ㅡaunque ya habrán visto todoㅡ, y me centro en X.

Abre los ojos débilmente y están muy rojos. Tose, muchísimo, y los especialistas le ponen un respirador.

Estamos allí dentro demasiado tiempo, de verdad, y no es porque yo "odie" los médicos..., es que tengo el pecho encogido, preso de los nervios, la angustia y la preocupación, y no puedo apartar mis ojos de ella.

Al cabo de mucho rato ella ya puede abrir los ojos por su cuenta, pero parece como si estuviera drogada.

Al verme sonríe, lo veo a través de la mascarilla que le proporciona el oxígeno, y sonrío con ella.

Los sanitarios abren las puertas y salen cuando, bajo su ojo experto, creen que ya no hay riesgo. Dicen que con que esté ayudada del respirador un rato se pondrá mucho mejor.
Doy gracias a que cierran las puertas, pero a lo lejos he podido ver a los chicos con cara de preocupación.

Me muevo hasta quedar sentado a la altura de su cabeza, y vuelve a abrir los ojos.

Levanta su brazo y tantea al mío hasta que encuentra mi mano y cuando su palma choca con la mía entrelaza nuestros dedos.

De repente recuerdo..., ¿por qué estaba allí?

Saco mi teléfono del bolsillo intentando no moverme mucho para que ella no lo note.

La posición en la que estoy es incómoda, si, pero no quiero hacer algo que ahora pueda causarle nada. En estos momentos parece la persona más frágil y delicada que he visto nunca y me asusta poder hacer algo que la perjudique.

En mi móvil aparecen muchas notificaciones, pero me centro en los mensajes.

Como pensaba..., hay uno de X.

Estoy en tu empresa, ¿estás muy ocupado?

Me siento tremendamente culpable por no haber mirado el teléfono en toda la mañana y rápidamente me pongo a pensar en lo que hubiera pasado si ella hubiera estado con nosotros.

────HeeSe..., lo siento ㅡsusurro aferrándome más a su mano.

Ella abre los ojos con rapidez.

────¿Cómo me has llamado? ㅡpregunta incrédula.

────HeeSe... ㅡ. Mi tono de voz es demasiado delicado, como asustado, y no entiendo su reacción ante mi que he dicho.

────No sé por qué me pides disculpas... ㅡ. Cambia de tema, así porque si, y de verdad que a veces me cuesta mucho seguir el hilo de X...

────Me has enviado un mensaje, no lo he visto y a lo mejor... ㅡ. Me corta mientras hablo, cosa que me molesta porque intentaba ser abierto, como traté de ser.

────No lo hagas. No te disculpes ㅡcomienza a decir ㅡ. No es culpa tuya que haya habido un incendio..., ni que yo estuviera en tu empresa, ni que estuvieras ocupado. Las cosas pasan porque tienen que pasar..., no le des muchas vueltas. Además, solo he tragado un poco de humo.

Trata de quitarle hierro al asunto, y eso también me cabrea. En un incendio no hace falta quemarse para morir, el humo es igual de letal..., o incluso más.

No digo nada, no quiero molestarla ahora, pero sigo dándole vueltas a todos los 'y si...?' que corren por mi mente...

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𝙮𝙤𝙪𝙧 𝙩𝙖𝙩𝙩𝙤𝙤 : 𝙝𝙖𝙣𝙨𝙚 !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora