#5 OBSTINADO.

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#5 OBSTINADO.

Veía las luces de las luminarias de la ciudad pasar rápidamente haciéndolas algo borrosas, aunque sin quitar su intensidad, mientras iba en camino a mi próximo lugarncomo destino en el auto de Liam, el cual a pesar que me

había llevado sin permiso, ese hecho era el que menos me interesaba en esos momentos. Si no estrellaba el carro a esas alturas de enojo, era porque sabía que si lo hacía adredemente, moriría o saldría lastimado en el acto ¡y sí! Yo quería destruir cosas y hacer daño, pero no específicamente a mí. Agregando que le debería mucho dinero a Payne por los daños.

Al pasar tres cuartos de hora, pude llegar al fin al barrio más asqueroso, sucio, estafador, rudo y de mala muerte que todo Londres podía tener.

Sin temer que muchas personas con mala finta estuvieran rodeando todo el terreno donde estacione el automóvil,salí como si nada del convertible, haciendo sus luces delanteras y trasera parpadear en el momento en que

apreté un botón de las llaves que me aseguraba que las puertas estaban cerradas con seguro.Mientras caminaba hacia el lugar que más conocía de todo ese barrio, las luces que iluminaban el estacionamiento, las cuales eran solo dos con poca intensidad, se fueron haciendo cada vez menos presente en mi camino y en todo lo que me rodeaba, aunque no me preocupaba

mucho, pues mis piernas pararon su paso al ver la puerta que me indicaba, había llegado. La abrí y al instante, muebles viejos, sucios y roídos por ratas, se hicieron presentes en mi vista. Ignorando todo el desastre, camine

hacia el sillón en donde rápidamente me situé tras de él en donde pude abrir, la no tan notable, abertura del piso.Al hacerlo, la luz llegó velozmente a mi cara, haciéndome saber que hoy era día de pelea, por lo que apresure mi

paso y baje rápidamente las escaleras. El ruido de público emocionado y gritando y el olor a humo de cigarro y alcohol, no tardaron en sofocarme, aunque realmente,admito no me quejaba; no era mi primera vez ahí. Sí conocía ese lugar, era porque cuando entre a “Carterhouse” no me prolongue mucho en hacerme amigo de las peores influencias de la institución; amigos que me trajeron aquí a apostar en peleas y ganar dinero; amigos que me dejaron solo en el momento en que una noche, un hombre ebrio no dudo en golpearme por ninguna razón. Ahí aprendí mi lección y no había vuelto a estar ahí, hasta ese momento.

-¿Harry?.- Escuche una voz que me nombro, por lo que volteé en seguida por donde había escuchado que provenía. Al hacerlo, un hombre castaño y de veinticuatro años, observe que venía hacia a mí sonrientemente. Su nombre era Calvin y era él que se encargaba de llevar las apuestas en ese lugar.

-Calvin.-mascullé algo fastidiado. No porque me cayera mal, pero seguía de mal humor.-

-¡Wow! Cuanto tiempo, amigo.-dijo cuándo me tomo de la mano y me acerco para golpear mi hombro.- ¿vienes a apostar de nuevo? Porque si es así, como regalo de que has vuelto, te puedo ayudar dándote alguna información para que no pierdas ni un centavo.

-no vengo a apostar.-el que no tenía aun ninguna cana en su cabellera frunció el ceño.-vengo a pelear.

.-al principio abrió la boca, pero al ver mi mirada tan decidida, simplemente, sus facciones se relajaron.-temó que no puedo ayudarte en nada, lo siento.

-¿Por qué?-gruñe subiendo mi tono de voz.-

-porque ya hay retadores, peleas y apuestas. No puedo cambiar nada y si deseas tanto golpear a alguien, tendrás que esperarte a que terminen tres peleas.

-olvídalo.-Rechace su propuesta al instante ¡yo quería desquitarme ya! Sé que muchas personas podrían pensar “tanto alboroto. Que ya se te pase” ¿en serio? ¿Ustedes que harían? ¿Qué harían si por la estúpida venganza de

My Perdition <Harry Styles>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora