Gordito

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Miraba aquella película coreana en silencio llorando y gritando internamente por cada cosa que le pasaba a los personajes, los corregía y maldecía mentalmente evitando alterarse y gritar, pero todo lo hacía en silencio, con cuidado de no molestar a nadie a su alrededor. De pronto escuchó la puerta ser abierta y quiso irse a su habitación pero decidió quedarse ahí sentado viendo aquella película. Pudo escuchar el bolso de su madre ser restrallado contra la mesa con brusquedad, definitivamente era una mala señal, era una alerta a la que decidió no hacer caso por aquella maldita película coreana.

-Como siempre esta casa está hecha un maldito desastre- dijo con notable brusquedad sentándose a un lado de Tauro.- ¿Y tú qué has hecho huh? ¿Aquí tirado como siempre tirado?- atacó con enojo.

El menor tomó una bocanada de aire silenciosa intentando calmarse para no contestar con brusquedad, se sentía presionado cuando le hablaban de esa forma, pero era su madre y nunca le faltaría el respeto.

-Lavé los platos- contestó con simpleza y calma.

-¿Y tus hermanos?

-Cáncer barrió el suelo y Libra estuvo en clases todo el día pero botó la basura- la escuchó bufar y se tensó un poco.

-Maldita sea aún así la casa parece un basurero- se puso de pie tomando un cigarro saliendo hacia el balcón sin antes restrallar la puerta innecesariamente.

Tauro suspiró sintiendo todo el peso de estrés caer en sus hombros, sin ganas de ver la película, se puso de pie apagando la televisor y acomodando el sillón para irse a su habitación disfrutando la comodidad de esta, no faltó mucho para que uno de sus hermanos fuera a su habitación.

-Tauro ¿me prestas tu cargador?- preguntó Cáncer en un tono suplicante haciéndole ojitos sentándose a su lado.

-No- espetó de inmediato.

-¡Por favor, yo siempre te presto mis cosas!- y ahí estaba su repentino cambio de humor que simplemente provocaban frustración por su voz alborotosa y chillona.

-No quiero que dañes mi cargador- desvió la mirada.

-¡No lo haré, es que tendré una llamada y-....- intentó explicar siendo interrumpido.

-No es no- volvió a esperar con calma recibiendo una mirada de puro enojo.

-¡Después no me pidas nada!- le pegó "sin querer queriendo" alejándose, pero antes de irse tuvo que abrir la boca como siempre.- Ya deberías arreglar tu cama que la tienes toda hundida por gordo- se fue de ahí sintiéndose orgulloso de tales palabras, como si fuera cool insultar a tu hermano mayor que sabes es sensible y se lo toma todo en serio.

El taurino se quedó mirando la puerta soportando las ganas intensas de llorar, se puso de pie y acomodó su cama sin derramar ni una gota de sus ojos, sabía que Cáncer siempre hablaba sin pensar pero le hería ya que era una de sus más grandes inseguridades, definitivamente lo hubiera ignorado si fuera un desconocido pero era su hermano, su familia, la persona por la que daría su vida, así que sí si le importaba su opinión. Al terminar la cama se quedó mirándola con algo de inseguridad y simplemente se acostó en el suelo durmiendo ahí sintiéndose estupido al dejarse llevar por una simple palabra. Gordo.

Al día siguiente Tauro se levantó más tarde que todos simplemente disfrutando del suelo rodando del lado a lado para luego al ponerse de pie tener un terrible dolor de espalda, bajó a la cocina buscando algo para desayunar notando a su madre haciendo ya la cena, se alejó un poco para no interrumpir su camino.

-Que buena vida- habló con sarcasmo y un poco de molestia al verlo despierto a esa hora.- ¿Qué buscas?

-Pan...- contestó con un poco de duda.

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⏰ Última actualización: Sep 13, 2020 ⏰

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