Amor en tiempos de pandemia 1

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con esto de la pandemia y de las muchas ocupaciones de mi novia y mías, no habíamos podido hacer el amor en mucho tiempo, yo ya la extrañaba mucho, pero está noche noche fue de sexo.
Nos habíamos quedado de ver para ir a cenar y después nos tomamos varias  copas de tinto, (debo de agregar que a mi el vino me calienta mucho) después nos fuimos a mi casa, llegamos a casa nos servi unas copas más de tinto, yo ya estaba húmeda con solo verla, olerla, estar cerca de ella y recordar cómo se sienten sus labios en los míos me hace arder, ahí en la sala nos empezamos a besar, por algún rato, esos besos apasionados de deseo que me prendían más, lentamente y entre besos, y metiendo la mano en la blusa, nos fuimos directo a la cama y seguiamos  besandonos, la ropa poco a poco fue desapareciendo, cuando quedamos desnudas yo abajo de ella, tomé su mano y la lleve directo a mi entrepierna, ella al darse cuenta de lo mojada que me tenía aceleró sus movimientos de su mano y sus besos empezaron a calentarme aún más.  ahora yo quería sentir su humedad así que ahora que también  tenía acceso a su entrepierna metí la mano y empecé a frotar y acariciar su clitoris, ella también ella ya estaba  muy mojada, eso me encendió más, ella al parecer se dió cuenta, se deslizó hacia abajo de la cama mire en sus ojos su "yo" perverso y deseoso  y en eso decidió penetrarme, tenía tres de sus dedos ya dentro de mi mientras que con su lengua ya acariciaba mi clítoris, yo me sentía genial así estuvo durante un rato hasta que me hizo llegar.
después ella se empezó a tocar, yo quería hacerlo y no me dejaba, yo quería comérmela, o penetrarla o sentirla... ella comenzó a subir poco a poco, hasta que quedó sentada en mi boca, tenía acceso a toda su deliciosa y húmeda vagina, mi lengua se fundía con su humedad, yo le agarraba las nalgas, la sentía gemir, mi lengua y su clítoris se fundieron hasta que sentí que se vino en mi lengua.
eso me volvió a calentar y está vez nos acomodamos de tal forma en la que nuestros clítoris se frotaban, era tan delicioso sentirla, así húmeda y tibia en mi.
nos frotabamos mientras besaba sus pezones erectos, ella pedía más, cada vez sentía más humedad, no nos queríamos despegar hasta llegar otra vez a otro orgasmo. Ella se tumbó en la cama pero yo necesitaba más de ella, ella me pedía dormir. así que la deje que se durmiera jajajaj pero sabía que no lo iba a lograr, yo empecé a masturbarme, empezaba a gemir y los ruidos de mis dedos y mis fluidos hizo que abrieran de nuevo los ojos y me quisiera ayudar... siguiente capítulo contaré el final

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