La imaginación es una herramienta para escapar de la realidad.
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Quieres sentir como es realmente pasar momentos con Tom Holland y su familia?
Lee esto, no te arrepentirás.
-Sí tranquila, es una noche tranquila, unas bebibas o unas cervezas quizá, es todo- fue lo último que mi cuerda y sobria amiga dijo esa noche.
No pasaron más de dos horas cuando ya estábamos completamente borrachas, habíamos conocido a dos chicos con los que habíamos bailado, eran chicos muy agradables.
-Iré...- paré al sentir que si seguía me saldría alguna de las dos, o un inocente erupto de borracha o lo peor, vomito- iré por la última cerveza, ya vengo- dije y uno de los chicos se ofreció a acompañarme.
-Me traes una- gritó mi amiga, yo simplemente me limité a asentir.
Llegué a la barra y sin más busqué quién me atendiera, vi a un chico y le hice señas pero él simplemente me miró extraño y me ignoró.
-Hey por qué me ignoras?- dije haciendole señas- quiero... 2- dije mostrando mis dedos como niña pequeña- sí, dos cervezas, gracias- dije haciendo que el chico riera.
-Okay?- habló y tomó dos vasos de cerveza para luego empezar a servirlo.
-Hey, por qué tardas tanto?- escuché a mi amiga llegar.
-Espero a que me la entreguen, calma!- dije sacudiendo sus hombros, doy vuelta para tomar nuestras cervezas, pero antes de tomarlas el chico de la barra me los arrebató.
-No, me equivoqué, esos no son los suyos- dijo- Pueden venir un momento, por la confusión la administración quiere darles un obsequio- dijo y mi amiga y yo asentimos- Solo ellas dos- dijo el chico negandole la entrada a los dos chicos.
-Quienes son?- habló otro chico llegando al chico de la barra, él le respondió algo que no pude escuchar.
-Chicas, es mejor que se vayan a su casa- dijo el chico de la barra.
-Les pediré un taxi, cuál es su dirección?- en ese momento supe que realmente estaba ebria y que ya había alcanzado mi límite.
-Mierda...- dije en español- Nuestra dirección es...- empecé a decir pero no la recordaba.
-Ustedes son de acá?- preguntó el mismo chico que nos había preguntado la dirección.
-No- respondí y sentí cómo el pánico y la ansiedad llegaban a mi- Somos de (tu país) y vinimos aquí para pasar las fiestas- dije.
-Nos estamos quedando en... un hotel cerca al centro- dijo mi amiga quien al parecer también había caido en cuenta de lo ebria que estaba.
-Tranquilas, vengan con nosotros- fue lo último que escuché (o lo último que recuerdo).
Me despierto con un dolor infernal de cabeza, abro los ojos y la luz del sol llega a mi y como si de un vampiro se tratace, tapé mi cara de manera inmediata.
-No fue una noche tan tranqui como creía- escuché a mi amiga hablar, me destapé la cara y la vi a un lado de la cama con un vaso de agua y una pastilla.
-Gracias- dije recibiendo el vaso de agua junto con la pastilla- Ni me lo digas, esa ha sido la noche más épica de mi vida- dije tragando la pastilla, miré a mi alrededor y la __ moral llegó a mi- No estamos en el hotel- dije rápido, miré mi ropa y no era mía- esro no es mío, donde estámos? Qué hicimos?
-Hey hey, estamos en el apartamente de unos chicos que al parecer conocimos ayer... no paso nada, yo te cambié la ropa esta mañana ya que ellos me ofrecieron su lavadora.
-Bueno, en este noembto iremos a donde esos chicos, agradecemos y nos vamos- dije saliendo de la habitación dejandola con la palabra en la boca.
-Buenos días- dijo un chico poniendo unos platos en la mesa- por cierto, Tom Holland- dijo extendiendo su mano después de dejar los platos.
-Lo sé, no vivo en una cueva- dije recibiendo su mano.
-Ayer parecía que sí- respondió aún con ni mano tomada.
-Touchè, pero bueno, ___, un gusto- sonreí para luego caer en cuenta lo incómodo que se tornaba el hecho de que seguíamos con las manos tomadas- Por cierto, gracias por lo de ayer, sino fuera por ti, supongo que estaríamos dormidas en un puente- dije riendo- Pero bueno, supongo que debemor irnos a nuestro hotel- dije
-No me dejarán con el desayuno hecho, o sí?- preguntó corriendo para llegar antes a la puerta- Además, deben esperae a que su ropa se termine de lavar, y me lo deben, ayer les salvé la vida- dijo haciendo que rieramos.
-Salvar nuestras vidas es algo más exagerado, pero bueno...- dije riendo.
-La verdad es que yo tengo hambre- agregó mi amiga mientras se acercaba a la mesa.
-Les salvé la vida, a las dos- dijo nuevamente mientras se sentaba en uno de los lugares, dejandome a mi uno en la mitad de ambos.
-Por qué "nos salvaste la vida"- dije sentandone mientras hacía comillas.
-Jum- dijo tragando la comida- ayer estaban con unos chicos, fueron a pedir unos tragos, que por cierto, según tu, yo era el chico de la barra y no me dejaste propina, la cosa es que vi cuando esos chicos le pusieron algo a las bebidas- dijo y casi me ahogo.
-Qué?- dijimos al mismo tiempo.
-Soy tu héroe, darling- respondió guiñando un ojo- Al salir le dijimos a los guardias, supongo que se los llevaron a una penitenciaría- terminó y ninguno volvió a hablar, terminamos el desayuno, mi amiga fue por la ropa y ya era tiempo de irnos.
-Gracias, en serio- dije antes de salir del apartamento- No sé cómo te podré pagar.
-No fue nada, aunque, ahora que lo pienso, podrías pagarme dejandome llevarte a tomar algo... nada de alchohol, un té, café, no sé- dijo recargado al marco de la puerta.
