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No lo ví llegar con esa cara de decepción y dolor, no lo ví abrazarme, tampoco lo sentí, son cosas que... nunca entendí. No lo vi venir con todas las mentiras, no vi la muerte siguiendo sus pasos, no vi mi vida desvanecerse lentamente por la suya, tal vez no quise darme cuenta, tal vez si, tal vez nada y todo.

      —Eysrees. Quiero que digas eso al juez, por favor—Me suplicaba.

      —¿Hasta cuando así Qill?— Cuestioné cansada.

      —Será la última, lo prometo.
      —Eso dijiste hace tres veces, lo haz hecho siempre, desde ante de mí y ahora, ¿cuándo te detendrás?
      —Tal vez nunca.
      —Y aun así no soy capaz de abandonarte.
      —Pues deberías hacerlo, si estas muy cansada de mí.
      —Mejor cállate—Escupí—. Lo hare. Será la última, no habrán más mentiras, lo prometo y yo si se cumplir Quill.

      —Bien linda.

Se había metido en serios problemas como siempre. Dando dolores de cabeza y pecho a mí, quien fui la única que vivió para soportarlo, nunca creí que llegara a ser su víctima, pero la cuestión era que siempre lo fui. Di el falso testimonio en la corte, dije el maldito libreto tal cual el me lo dijo, incluso, fingí estar desbastada por lo que lo acusaban, fingí estar segura de que el solo era una víctima. La verdad era que eso era mentira, que yo estaba harta, me odiaba a mi misma por protegerlo, cuando la realidad era que debía protegerme de él, estaba asqueada por lo vil que había caído por Qill.

Para su suerte no fue a prisión, para mi suerte, las cosas se complicaron para mí, dejándome en medio de un lío, un laberinto, que yo creí que él había creado, y la autora fui. Era de noche, caminaba tomada de la mano con el por una calle sola, con un solo farol como iluminación, esos pequeños momentos tranquilos con él, me hacían sentir segura, en paz, me hacían olvidar su mierda de vida.

        —¿Qué te parece un viaje?— Propuso.

        —¿A dónde?
        —Donde tú quieras.
        —No, eso no seria justo, es mejor si lo elegimos los dos.
        —Que cursi Eysrees—Se burlo, golpee su hombro y rió.

        —¿Entonces?
        —No lo sé Qill.
        —Planeare algo.
        —Bien—acepte. Mi celular sonó en mi bolsillo, lo saqué y me encontré con un mensaje de un desconocido. "Hola, Eysrees, ¿Qué tal tu vida con Qill?".

        —¿Quién era? – Me pregunto mi novio.

- Un desconocido. – Nunca le ocultaba algo.

- ¿Y qué te dice?

- Me saluda y pregunta como estoy.

- Respóndele.

- No, no es importante para mí.

- Bien, como quieras.

Luego de eso fui a casa, la verdad me inquietaba un poco quien había tras ese mensaje, pero como se lo había dicho a Qill, no era importante, todo hasta que al siguiente día volvió a insistir con un saludo que deje en visto y proseguí con mi rutina diaria, pero al parecer este personaje anónimo se había empeñado en comunicarse conmigo de la forma que fuera, y eso sino podía ignorarlo. "¿Por qué no tomas mis mensajes Eysrees? ¿Te da miedo o estas muy ocupada con tu batido de fresa y chocolate?". Casi me ahogo al leer eso último, pues en mi mano, como lo había dicho el desconocido, traía un batido de fresas con chocolate. Me sentí observada, bajo presión, mis nervios se alertaron y empecé a sentir que estaba bajo la mira de muchas personas. "¿Cómo sabes el sabor de mi batido?" fue lo que interrogué y como respuesta tuve algo que me heló la maldita sangre." Conozco todo de ti hermosa. Se que el batido de fresas y chocolate es tu favorito, se que tu perfume es muy dulce, se que no usas el agua caliente de tu ducha, prefieres la fría para estar con los cinco sentidos activos en tu horario de trabajo, que por cierto es de 7am a 4pm. No bebes alcohol, eliges siempre una soda, nunca has fumado y tu novio, Qill, es un muy ágil criminal que te pide mentir en la corte por él, prometiéndote que será la última, pero nunca lo es, no lo será hermosa, sin embargo, siempre estas dispuesta para él, así te duela y te canses, nunca lo dejas, y nunca lo dejaras, ¿verdad?". No era cualquiera para saber tanto de mí, no lo había dicho todo, pero eran cosas que al parecer solo Qill y yo sabíamos. No conteste a ese mensaje, me levante de mi lugar, y salí de allí, de inmediato llame a Qill , esto me asustaba un poco. El nunca tomo mi llamada y respecto a eso, volví a recibir un mensaje. "Qill no va a tomar tu llamada, de hecho, no lo veras, ni sabrás nada de el esta semana. No preguntes como lo sé, tampoco dudes de mí, porque si dudas tendré que continuar con las cosas que se de ti." ¡Cielos! Solo camine a casa, esta vez llegue antes de la cinco, pues me sentía insegura con todo eso ahí afuera sola.

Esa semana tal cual lo había leído en el mensaje, Qill no apareció, no dio señales de vida. Estuve impaciente todo el tiempo, tuve miedo, y empecé a sentir que mi mundo se desvanecía al ver que cada mensaje y llamada de mi para él, no eran respondidas. El desconocido tampoco volvió a reportarse, todo hasta que justo antes de que el timbre de la puerta sonara, un mensaje de este me arribo. "Tranquila Eysrees, Qill esta muy bien, de hecho, va tocar tu puerta, ese pijama corta le encantará". Con pasos temblorosos, con mis manos sudadas, frías y entre ellas mi móvil fuertemente tomando, camine a la puerta. Estaba a tan solo dos metros cuando el timbre sonó, di un brinco, y temí mil cosas, ¿y si no era quien esperaba ver, sino era Qill? Decidí abrir a pesar de mi miedo y mi inquietud, pero al parecer mi duda solo era paranoia, y el desconocido no hacia mas que decirme la verdad.

- Qill- Lo abrace fuerte y el correspondió el gesto, rodeándome con sus largos y fuertes brazos, pegando a mi su cuerpo y hundiendo su cara en la curva de mi cuello.

- Oye linda, ¿estas bien? Estas temblando. – Se preocupo.

- Pasa y te lo explicaré. – Mientras el entraba y yo cerraba la puerta, otro mensaje sonó, observe la calle sola y todo se veía normal, seria así para alguien que solo miraba la carretera, pero era casi siniestro para mi que buscaba algo mas en esa oscuridad interrumpida por débiles faroles que servían de guía para cualquier ambulante de ese camino, eso era justamente lo que quería encontrar, un indicio de quien era y donde se encontraba quien me vigilaba. Cerré la puerta y me quedé de pie dándole la espalda a Qill, para revisar el mensaje. "Ten cuidado con lo que dices, no lo ves pasar, no lo ves actuar, todo lo malo que hace que tu sabes, no se compara con lo que te hará, no lo ves venir y nunca lo veras. No confíes en él, por más que creas que lo conoces y que el te ama, no lo hace, TEN CUIDADO, no lo ves venir Eysrees". ¿Hablaba de Qill?

- ¿Estás bien cariño? ¿Qué vas a explicarme? - Su voz evito que sacara ideas y conclusiones, no quería ver era verdad, pensaba ¿Cómo voy a confiar en un desconocido que ni siquiera había visto y desconfiar de mi novio de hacía cuatro años? Sin embargo, esta vez lo temí todo.

- Que... Tal vez no pueda viajar contigo, es que...Es mucho dinero y no quiero que lo pagues todo. - Mentí, nunca le había mentido.

- Pero querías ir. Y no importa el dinero, es algo que necesitamos los dos, una recompensa de mi para ti, por soportarme...- Se acerco a mi y me tomo por los hombros, para luego acariciar mis brazos.

- ... Por estar conmigo en todo Eysrees, no puedes decirme que no amor, será especial, diferente a todo, no habrán locuras, ni errores, me portare bien, lo prometo. - Me beso. ¿Cómo podía desconfiar de el?

Esa noche la pasamos juntos en mi apartamento, al siguiente día el fue a su casa y yo a mi trabajo, donde las cosas empeoraron para mí. Recibí un par de mensajes, luego todo paso muy rápido y me perdí, simplemente... No lo ví venir.

"Debes huir, o Qill hará lo que nunca esperas". "¿De que hablas?" fue mi respuesta. "Confía en mi Eysrees, huye de allí". "¿Pero a dónde?" Cuestioné. "Ven conmigo Eysrees". "Ni siquiera se quien eres. No te conozco". "Me conoces, solo que no me recuerdas". Fue su respuesta. ¿De dónde lo conocía y por que no lo recordaba?, pero... ¿Cómo iba recordarlo si ni siquiera había visto su rostro? Tuve que mentirle a mi jefe y fingir que estaba enferma, para poder ir a casa, me sentía expuesta a algo desconocido y peligroso.

Faltaban dos cuadras para llegar a mi hogar cuando otro mensaje llego. "Corre Eysrees, Corre, te siguen y si no huyes te atraparan". Mi corazón se detuvo, y en cuanto me gire para ver, un auto negro se diviso en la esquina, luego otro mensaje. " Son quien te persiguen, CORRE" El auto acelero y yo corrí sin mirar más atrás o esperar otro mensaje, ahí mi corazón volvió a latir, desenfrenado, sin poder detenerse. Trate de llamar a Qill, pero no tomo mi llamada, así que deje varios mensajes.

- ¡Qill! ¡ayuda! ¡me siguen, quieren atraparmen! – Doble en una esquina y luego me metí en un callejón, donde me escondí tras unos botes de basura y cajas de cartón. Cubrí mi boca con mis manos, para que mis sollozos no llamaran la atención. Sentí frío y terror, pero estuve a salvo.

Al lograr calmar mi respiración, salí de allí, tomando otro camino que de igual manera me llevara a casa. Pero, en cuanto me puse de pie, alguien me tomo de la cintura, y cubrió mi boca con un pañuelo, todo fue tan rápido, todo se oscureció para mí.

No lo vi venir | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora