one-shots de Bakarina Claes X Maria

vale la pena

(Antes que nada, en este one-shot maria y katarina estan casadas 7w7, con eso dicho continuen con la lectura)

María todavía se sentía incómoda con este tipo de cosas.

Uno pensaría que, después de años de vivir en círculos nobles, eventualmente se adaptaría, pero algo en las galas extravagantes como esta simplemente la hizo sentir como un pez fuera del agua.

No era solo la atmósfera de tal reunión, o la necesidad de mantener una conversación con nobles que nunca había conocido sobre política que solo había revisado apresuradamente durante las semanas previas al evento, sino el atuendo que llevaba. Como plebeya, María nunca había conocido más que un puñado de vestidos, de los cuales solo uno o dos eran lo suficientemente agradables para que los usara en la academia. Naturalmente, la familia Claes había pagado gentilmente sus gastos y le había proporcionado un guardarropa completamente nuevo. 

Su vestido de esta noche era un vestido rosa y plateado que parecía hecho por los mejores sastres del país. Probablemente lo era, sabiendo cómo el duque y la duquesa Claes parecían deleitarse constantemente sorprendiéndola con obsequios raros y valiosos.

Evidentemente, la duquesa Claes había descubierto que el regalo de cumpleaños de Katarina para María era un conjunto hecho a mano de pijamas de pie con temática de ranas. Horriblemente avergonzada, la duquesa pasó a comprarle a María varios vestidos personalizados (y muy caros) para compensar el excéntrico y barato regalo de Katarina.

(A decir verdad, María prefería el pijama de rana).

La fiesta de esta noche fue una gala que la familia Claes estaba organizando en su propiedad para conmemorar un nuevo acuerdo comercial que Sorcier había cerrado con la ayuda del duque Claes. Fue un evento aureo, completo con baile y música, algunos de los cuales fueron interpretados por el propio príncipe Alan.

La rubia hizo todo lo posible por pasar el tiempo que no podía estar al lado de Katarina esa noche con sus otros amigos. Habló alegremente con el príncipe Alan sobre cómo iban las cosas en el palacio real últimamente y cómo su matrimonio con Mary había progresado felizmente. Para su gran alivio, Alan le informó que el príncipe Geordo había encontrado otro pretendiente con el que estaba considerando un compromiso. Pasaron algún tiempo charlando ociosamente, poniéndose al día sobre varias cosas, hasta que el príncipe estuvo listo para interpretar su próxima sonata de piano.

También tuvo la oportunidad de hablar con Keith sobre sus deberes como heredero de Claes y su papel en ayudar al trato que su padre había cerrado. Fue agradable hablar con Keith. No lo veía con tanta frecuencia como hubiera esperado. Desde que se casó con Katarina, Keith había comenzado a hundirse en sus deberes como el próximo duque Claes, por lo que fue refrescante alcanzarlo. Estaba bastante contento de que su hermana estuviera tan feliz con María. (Sin embargo, la ligera mirada melancólica en sus ojos no escapó a su atención).

Sin embargo, a pesar de sus mejores esfuerzos, otros nobles entablaban conversaciones con ella constantemente. Muchos sentían curiosidad por su magia de luz y sus propiedades. Algunos solo querían hablar sin sentido. 

Las conversaciones no eran terriblemente difíciles de mantener, pero todavía se sentía un poco abrumada por ellas a veces. Afortunadamente, logró escapar de la multitud de nobles y mujeres en busca de un momento de paz.

Ahora que tenía un breve minuto para respirar, María notó que no veía a Katarina ocupada con dulces en la mesa de repostería, ni charlando con uno de sus amigos en la pista de baile. De hecho, ahora que lo pensaba, hacía tiempo que no veía a la morena. Entonces, ¿dónde estaba ella? María comenzó a caminar silenciosamente por el pasillo, mirando hacia dónde se había deslizado su esposa.