Residía apesadumbrado,
en un bucle,
de añeja primavera,
asido en un romance,
quimérico y utópico,
En un ardid auto afligido de un orbe alicaído.
inmerso en las trivialidades del lento caer de la clepsidra,
a cada respirar,
eh de sentir el vegetar mecánico,
en el desperfecto y débil proceder.
Aturdido y ofuscado,
cuál árbol marchitar en primavera,
ensombrecido más que taciturno.
En mi lento y moribundo caminar,
preso en el ruedo de la necedad,
duro en mi denuedo,
encariñado con el subterfugio.
Melancólico y moribundo,
con los grilletes de la depresión,
Con el desazón del amar.
En el tropezar la brumosidad y tetricidad ,
de mi orbe resbalando,
cayó de mis manos,
Del cual se resquebrajo,
Separándose y cristalizándose,
en miles de pedazos,
perdí mi terco andar.
Poseído por la furia de Ares,
Cuál minotauro al ver al desalmado,
cuál llamas del infierno,
recorrían mis venas,
mis ojos abiertos dilatados,
cargados en sangre,
desesperado por la impotencia
y la rabia,
mi palpitar se apresuró,
estrepitosamente,
mi respirar perdió la regularidad,
dirigí mi mirar,
mis ojos fulminantes se clavaron en ti,
elaborando un plan para hacerte polvo,
mis brazos reaccionaron antes que mi boca,
mi testosterona brotaba,
cuál volcán haciendo erupción.
Mis labios viperinos se abrieron,
mis brazos doblegaron ante la acción de reyerta,
Pero no dude
en lanzar Filípicas y
herirte cuál cazador,
voraz más que austero,
cogerte en mis poderosas mandíbulas,
para poderte triturar
Antes de cualquier acción,
mi hipotálamo se resistió.
las saetas se transformaron en algodón,
la fluidez de mi departir fue abrupto
quedé en estupor,
al deleite de tu observar,
mi palpitar cuál bomba al estallar, cambiaste mis matices de oscuros a claros,por qué tienes el poder de transformar mi invierno en primavera.
del odio al amor no hay coartación,
mis ojos se encontraron en los tuyos,
mis sentimientos se sincronizaron,
a los tuyos,
Somos fuerzas opuestas y necesarias,
vas a despertar atrapada,
en mis brazos
y así nunca más sentirás la soledad ,
déjame ser tu fortaleza y tú serás mi musa,
yo seré tus oídos y tú serás mis ojos,
amémonos bajo la luz,
resplandeciente,
déjate llevar con el son,
déjame ser tu poema y tú serás mi escultura.
del fluir del amor,
que nacimos el uno para el otro,déjame rozar tu piel,
mezclemos nuestras escencias.
así dejar la noción de la trivialidad,
Vivamos en una éxtasis de emoción,
por qué el sempiterno amor,
nos hará inmortales
en libros de amor.
