NO MORE GAMES (SEGUNDA TEMPORADA) | Chaennie × Jenlisa

Decisiones.

POV Rosé

Aterrizamos a las nueve y media, había tomado el primer vuelo que salía de Busan a Seúl. Aún en el vuelo, no pude dormir ni un poco, igual que la noche anterior.

No había hablado con Jennie desde que salió rumbo a la fiesta. Yo tuve que mantenerme lejos del móvil para evitar llamarla, no quería demostrarle desconfianza. No después de haberle suplicado que se dejará escoltar por Jiyoung.

Me sentía una imbécil.

Había dejado llegar mis inseguridades demasiado lejos, si continuaba así, Jennie tarde o temprano comenzaría a molestarse. Esa no era una buena opción.

Cuando entro al taxi, mi primer pensamiento es Jennie. No me toma mucho tiempo analizarlo, directamente le doy su dirección al taxista y me recuesto sobre el asiente, sosteniendo mis impacientes rodillas con las manos.

Trato de concentrarme en el pequeño espectáculo de Seúl a penas comenzando sus actividades, pero no puedo engañarme, me siento tan ansiosa, que estoy contando cuantas calles faltan para llegar a su apartamento.

Una vez que el taxi frena, mis manos se mueven apresuradas para encontrar los billetes justos. Creo que le he dado dinero de más, quizás unos cincuenta wons, pero es lo que menos me importa cuando bajo mi pequeña maleta y camino hasta la entrada.

Agradezco que me haya dado un juego de llaves para mi.

Subo los escalones uno a uno, el pequeño lote donde vive, tiene a penas cuatro pisos y el suyo está en el tercero. No hay ascensor. Así que contra todos los nervios, trastabilleo hasta su puerta.

Tomo entre mis dedos la segunda llave, la más pequeña y abro la puerta. Me quito los zapatos y dejo la maleta a un lado de la puerta. Todo está sumergido en un cálido silencio de sábado por la mañana.

Cruzando la cocina, me encaminó hacía el pasillo que divide a ésta de la sala y llegó a su puerta. No está del todo cerrada, un pequeño empujón es suficiente para que termine de abrirse, dejando expuesta su figura en la cama. Tapada hasta los hombros con sus sábanas color rosa pálido.

Es tan hermosa..

Jamás entenderé del todo está emoción que me invade cuando la veo, pero en estos momentos, me siento aliviada y afortunada.

Ella está conmigo.

Me recuerdo.

Llegó hasta su lado, me siento con cuidado de no despertarla. Luce pacífica. Luce hermosa. Como aquella vez que la cuide mientras estaba enferma. Aquella vez que supe que no podría jamás herirte a propósito.

Se mueve.

Su cuerpo roza lentamente mi cintura y parece percibirlo porque seguido de un pestañeo rápido, ella abre los ojos y me mira.

- Buen día..- Murmuró bajo, mientras delineo con mi pulgar su mejilla.

Ella se queja.- Chae.. Volviste.. ¿Qué hora es?.- Pregunta desconcertada, pero felíz.

- Van a ser las diez.- Digo y ella me observa atenta.

- Es muy temprano.. ¿Te echaron de Busan?.- Broma mientras acaricia mi mano.

Me rió levemente sin dejar de mirarla. No soy capaz de decirle que en realidad no he dormido y que decidí tomar el primer vuelvo luego de recibir el mensaje de Lalisa anoche.

Porque sí. Estoy al tanto de que ya la vio. Ella me lo dijo.

- No quería quedarme más tiempo del necesario.- Digo restandole importancia.- Además.. te extrañaba.- Oculto mi rostro en el espacio libre de su cuello.