Prólogo.

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¿Alguna vez sintieron que no encajaban? ¿que no servían? ¿que si desaparecian, nadie lo notaria? Esa era mi vida. Era una bola de mentiras y traicion. No tenia amigos, mi familia pensaba que yo solamente estaba un poco triste, y tenia sobrepeso. El pack completo ¿no? Asi es como empieza mi historia.

Nací en un pueblo muy chico en Italia. Pero cuando era muy chica, nos mudamos a Londes, porque ahi conseguir trabajo era mucho mas facil, ya que era una ciudad y no un maldito pueblo con 300 personas. Nunca conocí mis raices ni la mayoria de mi familia ya que no estabamos cerca. Tenia una vida normal, ya saben, juegos, escuela primaria, un par de amigos imaginarios, cosas de niños. Hasta los 11 años.

Mi mamá no me daba bola, siempre tenia algo que hacer, trabajar, limpiar, cocinar, lavar, etc. No tenia a nadie, mi hermano mayor no me hablaba y mi papa vivia trabajando, estaba completamente sola. Entonces recurrí a la comida. Comenze a comer mucho y mucho y a sentirme triste y deprimida. Pero era una niña, no sabia lo que pensaba y queria sentirme como en una pelicula. Pero a los trece años, era un tanque de guerra.

Todos los chicos de mi escuela se burlaban de mi y me afectaba. Yo solo me hacia la que no escuchaba y me reia. Viste, no es lindo que pase eso pero yo solo lo dejaba pasar. A la noche lloraba. Siempre. Ahi empezo el problema.

Como pensaba que la comida era el problema causante de esta situacion, deje de comerla. Me di cuenta que comer tambien traia problemas y que debia dejar ese habito. Asi de siemple. Era como veneno para mi, me daba asco. La relacionaba con burlas y tristeza, entonces empezé a bajar de peso rapido. Pero estaba triste. Como mi familia ni me rejistraba nunca se dieron cuenta de nada.

A los quince años, pesaba treinta y seis kilos y no podia caminar. Pero la gente no me miraba mas como "la gorda" y estaba funcionando. Todo iba bien, hasta que me tubieron que internar.

Fueron los peores dias de mi vida. En el hospital estaba siempre con un suero y yo solo deseaba salir de ahí. Lo bueno es que mis papas al fin tubieron tiempo para mí.

Despues de esos dias en emergencias, entre en rehabilitacion. Fue horrible. Me hacian comer y comer y comer y yo lo unico que queria era llorar.

Sabía que tenía anorexia.

Y lo peor de todo, es que prefería estar enferma a pasar por lo que había pasado denuevo.

En fin, los años pasaron, me "rehabilité" y volvi a mi "vida".

Y eso nos lleva al día de hoy.

Perfect Body.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora