Like your blood knows the way

Hubo un tiempo en el que Glam creyó que había nacido roto, que el desprecio y abuso de su padre estaban justificados por la ausencia de tatuajes en su cuerpo. Para su progenitor, su piel sin marcas era la prueba inequívoca de que había algo radicalmente torcido en él, que debía ser corregido si Glam quería ser parte de su familia.

El precio que pagó por ser parte de esa familia había sido excesivo, pero esto lo comprendió hasta años más tarde, cuando se dio cuenta de que el amor familiar debería ser dado libremente y cualquier precio que se pague por recibirlo es demasiado.

En aquella enorme casa de techos altos fue en dónde Glam aprendió a temer al silencio. Los sonidos se producían dentro de este, pero ninguno era capaz de romperlo. Su violín, el piano, el murmullo de las voces, los gritos de su padre, el llanto de su madre o sus propios quejidos ahogados en alguna habitación; todos resonaban dentro de él haciéndolo aún más asfixiante.

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Su primer tatuaje apareció en su brazo izquierdo cuando las primeras notas de We're not gonna take it inundaron su habitación. Había estado tan ensimismado en la música, que no fue hasta el momento en el que se movió para apagar la luz que notó las líneas negras que se extendían desde su muñeca hasta la parte superior de su antebrazo, formando un pentagrama con los primeros compases de la canción.

Meses más tarde cuando Ches y él comenzaron a vivir juntos, el moreno le confesaría que la marca de Glam había aparecido en el momento en que se encontraron en el callejón. Las efes de un violín en la base de su cuello.

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A pesar de tener evidencia contundente, a Glam le costó mucho trabajo comprender que lo que estaba roto no era él, sino su familia. Que la falta de conexión con ellos había sido provocada por su padre desde el día de su nacimiento. Que tal vez permanecer sin marca había sido la manera en la que su cuerpo lo había protegido.

Nadie estaba cien porciento seguro de cómo funcionaban los tatuajes. Los básicos eran que cuando una persona importante aparecía en tu vida aparecía un tatuaje como símbolo de este vínculo. Podían ser disparados por un toque o una emoción muy fuerte, además, no era extraño que este fuera acompañado por una conexión que te permitía sentir las emociones más fuertes de la otra persona.

No había una explicación científica precisa para este fenómeno, los estudios aún eran muy nuevos y los factores eran tan distintos de persona a persona que era prácticamente imposible dar una explicación definitiva. Sin embargo, existen muchos mitos alrededor. La persona con la que compartes el vínculo más fuerte es tu alma gemela, si las marcas aparecían en el mismo lugar sus personalidades eran más compatibles y un montón de otras creencias sin bases.

Había otras que eran apoyadas por la historia. Si alguien te marcaba en la palma de la mano esa persona te traicionaría, pues ahí es donde Bruto marcó a César y Robespierre a Danton. O la favorita de su padre: si un padre no deja una marca en su hijo es señal de que le traerá la ruina. Se dice que Filipo no dejó marca en Alejandro Magno y que la separación de Enrique VIII y Ana Bolena se hizo más evidente cuando la piel de Isabel permaneció inmaculada ante el toque del rey.

Hoy Glam podía admitir que eran creencias estúpidas, pero para entenderlo tuvo que experimentar por sí mismo lo diferente que podía ser cada vínculo y darse cuenta de que este era solo una parte de su relación con la otra persona y no algo que la definía.

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Hubo un tiempo en el que a Glam le molestaba no poder sentir claramente las emociones de Ches, mientras que este parecía ser capaz de tocar sus emociones con los dedos.