Entramos en clase Marta y yo, y vamos hacia la fila de atrás para coger dos mesas juntas.
La clase es bastante amplia y aun así, se nota que hay un gran barullo de gente.
-Ahora tenemos mates, el profe es Esteban, lo conozco del año pasado-me dice Marta.
Por un momento dejo de escuchar a Marta y me quedo pasmada cuando veo que entra Alex y se sienta en la mesa que está delante mía. Espero que no sea tan descarado conmigo el resto del curso...
-¡Tes!Enserio me estás ignorando.
-No..no perdona esque..-no se qué excusa ponerle a Marta.
-Ya me he fijado en cómo le mirabas-me dice acercándose para que no lo oiga el resto.
-¿Qué..? Digo¿en quién?
Señala la mesa de delante y mis mejillas se sonrojan al instante, parece que se ha dado cuenta.
-¡No pasa nada! Jajaja- dice y saca una de esas sonrisa carismáticas que tiene.
No tarda en aparecer por la puerta un hombre de pelo corto canoso, con unas ojeras profundas, vestido con una chaqueta y vaqueros ,y un maletín en la mano. Tiene aspecto de ser una persona no muy simpática.
-Abrir vuestros libros en la primera página, poneros por parejas para que podáis comprobar los ejercicios que voy a mandar.
Iba a mover mi mesa a donde está la de Marta, pero antes se adelanta Alex, que ha movido su mesa al lado de la mía.
-Eh perdona ella va conmigo-le habla Marta.
-Ya pero yo quiero ponerme con ella se llama...
Dice lanzándole a Marta una mirada fulminante.
-Teresa-respondo yo con un tono seco-
Y estaba a punto de ponerme con Marta.
-Chicos parar de hablar, Alex y Teresa, quedaros juntos, Marta ponte con Daniel-ese es Esteban, que se ha encargado de parar la pelea.
-Pero..
-No hay peros.
De verdad que hombre más plasta. Trato de hablarle lo mínimo a Alex y solo comparar los ejercicios, aunque se que si se quiere poner conmigo es por algo.
-Teresa, losiento- dice él en un tono dulce,que creía que nunca podría haber salido de su boca.
-¿Perdona? No te entiendo.
-Sí, se que antes he sido poco considerado. Esque..aveces soy poco poco simpático con la gente que no conozco.
No puedo creer que esté diciendo esto. El chico borde siendo amable, no, no le pega.
-Ni lo jures.
-Apenas te conozco y me has conseguido sacar una sonrisa-dice con una sonrisa monísima. Tiene los dientes perfectamente blancos y alineados.
Teresa no pienses eso, me digo para mis adentros.
Pero no puedo evitar sonreírle.
-Ves, tú también te ries.
Nose por qué está siendo amable contigo, quizás sea solo un juego para él. Me fastidia un montón pensar eso, pero no puedo evitarlo.
Pasamos el resto de la hora hablando entre cuchicheos y corrigiendo los ejercicios. Este chico que se supone que era tan idiota ahora está siendo agradable conmigo, aunque de vez en cuanto diga comentarios desagradables.
Pasan dos horas más y suena la campana del recreo.
Vamos a la cafetería Paula, Marta y yo. Allí nos sentamos en una mesa y pedimos tres zumos.
-¡Alex, siendo simpático!-exclama Paula incrédula.
Marta le ha contado lo de matemáticas, aunque sigo teniendo la impresión de que me está utilizando. Un chico guapo, que es borde con todo el mundo, y que me esté tratando bien, no es creíble.
-Sí, sí, lo que oyes...
-Venga que no es para tanto, además no me gustan los chicos como él, es muy creído y va rodeado de "amiguitas"
-¿Celos?
-¡Tú estas muy mal eeh Marta!
Empezamos a hablar sobre lo difícil que será este curso y de los profesores que nos han tocado. Aun quedan tres horas para ir a casa, y estoy agotada.
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❤No es demasiado tarde❤
RomanceTeresa es una chica que tiene catorce años y acaba de mudarse a Madrid porque su padre ha conseguido trabajo allí. Ella es algo tímida, y, en su antiguo colegio, había muchas chicas que le hacían sentirse un bicho raro. Menos Natalia y Celia, sus do...