La música conecta con el alma. La carta conmueve el corazón del destinatario.
Cuando veinte personas diferentes escriben cartas o correos a sus confidentes, una antigua melodía surge, pero la diferencia está en ellas mismas: las letras pueden conten...
Hace mucho que no hablamos, y empecé a preocuparme por ti. ¿Estás bien? Si es así, me alegro mucho, y si no lo es... ¡¿qué esperas para llamarme?! Sabes que puedes contar conmigo siempre, ¿verdad? Tú mismo lo dijiste antes de tu partida a Alemania, así que no hay excusa que valga. De todas formas, no te escribo para reprochar tu falta de comunicación en estas últimas semanas, sino por la urgente necesidad de desahogarme con alguien. Y adivina que... ¡tú eres el elegido!
*aplausos de felicitación*
Sé que acabaron las vacaciones de invierno hace mucho, pero juro solemnemente que no tuve tiempo de escribirte antes. Mi familia se fue a casa de la abuela y ahí el internet va como tortuga de tres patas. Me perdonarás, ¿verdad?
Antes de que empiece este tercer bimestre, te resumo todo lo que ocurrió hasta ahora (si es que se te perdieron los demás correos por la bandeja de entrada). Sé que andas ocupado y no quiero que pierdas tu tiempo al buscar los mensajes que te envié a principios de año.
¿Por dónde empiezo? Bueno, el primer día de clases siempre es malo. Y si es siempre... pues es siempre, así que este año no fue la excepción.
Causa: cucaracha voladora.
Consecuencia: alumnos de inicial aterrados.
Ni bien la vi, pensé inmediatamente en ti. Y no porque tuvieses algún parecido con ese insecto, sino porque imaginé cómo hubieras reaccionado en esa situación. Quizá nos hubiéramos reído por esa escena tan cómica: los niñitos chillando y los profesores espantándola, hasta que uno le lanzó su bolso y logró aplastarla. De lo que te perdiste, ¡ahora esa no podrá ser una de nuestras anécdotas que contaremos dentro de diez años!
El día en si fue bastante normal, no ocurrió nada fuera de lo común y eso no es tan interesante, así que omitiré todos esos detalles inútiles y me concentraré en lo importante y vital que sucedió en estos dos últimos bimestres.
1. ¿Recuerdas a Claudia del 5°C y a Rodrigo del 6°D? Bueno, se dice por ahí que esos dos están juntos. No hay pruebas, pero tampoco dudas. Todos los integrantes de las dos clases están segurísimos de que hay algo entre los dos.
2. ¡Se vino la pelea del siglo! Uno de los grupitos de amigos de nuestro salón ha tenido un conflicto interno. Según fuentes confiables, esto se debe a que uno desembuchó todos sus chismes más jugosos a otra clase. ¡Siento que esto se va a poner bueno!
3. Castigaron a Méndez por copión (ya era hora) y el muy fresco lo negó todo. Si él no copió el examen de mate, entonces yo me aprendí de memoria la expo de bio. Al final, la evidencia y los testigos hablaron por si solos. ¡Hasta la vista, Méndez!
4. Al viejo de seguridad, ese que tenía una tabla de madera en donde entregaba hojas de conducta a diestra y siniestra, no lo he visto por el patio del colegio. No nos han informado nada y ahora pienso que se murió o algo parecido. A pesar de que nos haya metido tremendo susto el año anterior, me daría pena saber que se fue.
5. El más vago de la clase fue encontrado con la mano en el celular. La profesora se puso de mil tonos de rojo antes de mandar al chico a recepción. ¡Se lo merece por estúpido!
6. Parece que algunas chicas de la clase están metidas en el transporte de esassustancias (o en alguna cosa turbia de ese estilo), porque siempre veo que van en pareja a los baños, mientras que esconden en sus abrigos algunos paquetitos. O mi vista me falla y me estoy quedando ciego, o hay un tráfico de sustancias en este colegio. ¿Te imaginas? Podría salir en la TV si cuento lo que sé a las autoridades y resulta que es verdad, ¡quizá me harían una placa de honor, un diploma o algo así! Lástima que no tendremos oportunidad de compartir el mérito.
Poniéndonos más serios... ¡¿por qué nuestros compañeros deben preguntarme por ti?! ¿Acaso te sigo a todas partes como tu sombra? Ya cansa...
Todos creen que mantenemos una comunicación constante. Por eso, todo los días, sin falta, está presente la misma odiosa pregunta: «¿Cómo anda Alexander?». Y siempre mi misma respuesta: «Ten, te doy su número. Si deseas saber cómo está, habla con él». Yo no debo responder por ti, así que cerré mi boca y no dije nada. Tu decidirás si hablas con alguien de nuestras antigua clase, solo espero que conmigo sigas manteniendo el contacto. ¡Te prohíbo tirar todos esos años de almuerzos gratis a la basura!
En verdad deseo que respondas este correo. Tus mensajes semanales a la maestra, contando tu experiencia en un país nuevo y lejano, solo duraron hasta la cuarta semana de clase. Por eso mi insistencia con estos mensajes. Ya no das señales de vida, pero estoy seguro que has leído todos mis correos, y que este no será la excepción.
¿He hecho algo malo para que dejes de querer hablarme? ¿No juramos contarnos hasta los secretos más vergonzosos? Si tienes que hablar con alguien, de cualquier tema, estoy aquí para escucharte. Tengo mucho tiempo libre y prefiero invertirlo en ti que en alguna tontería.
Esperando que me contestes con, al menos, un "ok",
Tu mejor amigo
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Hace mucho tiempo deseaba alejarme de la fantasía y empezar a escribir algo cotidiano. En verdad espero que les haya gustado este primer relato. ¡Nos veremos pronto!
