Hoy era su aniversario, se cumplía un año de noviazgo entre los pequeños enamorados. Un año lleno de risas, alegría y amor.
Sin duda el declararse a Taki fue lo mejor que pudo haber echo. Pasar tiempo junto a su angelito era lo mejor de todo. Poder abrazarlo y decirle cuanto lo amaba. Porque lo hacia, lo amaba como nunca amo a nada mas. Su pequeño angelito se volvió su razón. Y el no tenia problema con eso, porque sabia que él también lo era.
Por eso se encontraba preparando todo para su día especial.
Amaba cada minuto que pasaba con Taki, y hacia todo lo posible para que cada uno sea perfecto. Porque Taki se lo merecía, se merecía todo el cielo y las estrellas, y él estaba dispuesto a entregárselo.
Se encontraba acomodando su sala de estar, lugar donde pasaban la mayor parte del tiempo viendo películas o simplemente sentados en el sofá mientras se abrazaban, y hoy no seria la excepción. Salvo que había preparado una cena para los dos, era su aniversario después de todo.
Aunque la verdad él quiso hacer algo más especial para la ocasión, pero Taki le había pedido desde hace como cuatro meces que no hiciera algo muy elaborado, diciendo que: con que estén juntos estaría bien, y el estaba de acuerdo. Aunque le hubiese gustado hacer algo más especial para su pequeño angelito.
Termino de acomodar y se dirigió a la cocina para ver el pequeño pastel de chocolate que había preparado para su angelito. Al ver que este ya estaba listo lo saco del horno y lo dejo reposar en la mesa.
Saco su teléfono y le envío un mensaje a su angelito para saber si ya estaba por llegar, segundos después su teléfono sonó informando una notificación, un "ya casi llego amor, estoy cerca" correspondiente de Taki lo hizo sonreír.
" esta bien, te amo" le contesto.
Amaba el poder decírselo tantas veces como quisiera, pero más amaba que su pequeño angelito se lo dijera devuelta, pero esta vez no hubo respuesta.
Lo cual le hizo fruncir el ceño, y un raro sentimiento se formo en su interior.
Pasaron 5 minutos y su teléfono volvió a sonar, lo agarró sin pensarlo, pero el mensaje solo era de K, el hermano mayor de Taki.
"oye, Niki, ¿Taki esta contigo?" preguntaba el mensaje, lo cual solo lo preocupó mas.
Si su pequeño angelito se tardaba era porque se encontraba con K, pero ahora ese no era el caso, y eso lo asustaba.
"no, pensé que seguía contigo" le contesto, y el mensaje que le envío K después lo preocupó aun más.
"mierda Niki ve afuera ahora mismo"
Salió corriendo sin importarle nada, el miedo y el pánico se hicieron presentes en cuestión de segundos, su corazón latía con tanta fuerza, amenazando con salir de su lugar en cualquier momento.
Al encontrase afuera dio vueltas mirando a su alrededor, aunque su cabeza daba vueltas de todas formas. Y en la esquina lo vio, un pequeño grupo de gente amontonada.
El pánico y el miedo se hicieron aun más fuertes, aunque lo creía imposible. Y corrió en dirección en donde se encontraba la gente, empujo a una que otra persona y llego al frente.
Y fue hay cuando su mundo se vino abajo.
Las lagrimas invadieron su rostro en cuestión de segundos,sintiendo su corazón apretarse de una manera tan fuerte que simplemente cayó de rodillas al piso, rogando que lo que sus ojos veían no sea real.
Su pequeño angelito se encontraba tirado en el piso con un charco de sangre alrededor.
–Taki– dijo en un hilo de voz mientras se acercaba.
–no... no no no- negaba con su cabeza mientras agarraba el rostro del contrario entre sus manos –Taki por favor–
Y no aguanto, lloro, lloro como nuca lo hizo en toda su vida.
Nada se comparaba al dolor que sentía en ese momento, podría jurar sentir como su corazón se partía en mil pedazos, su garganta ardía junto con el nudo que se formo en esta.
Su angelito, su pequeño angelito. Inerte en el suelo, ya no estaba, se había ido. Y le dolía tener que verlo, pero no se alejó, no podía y no quería.
–Taki, por favor– dijo acariciando sus mejillas –por favor, por favor no te vayas, no me dejes– rogó llorando más fuerte –Taki te necesito, eres mi vida no puedo seguir sin ti– lloro mientras tomaba sus manos –por lo que mas quieras no me dejes– y no pudo aguantar mas, se dejo caer para abrazarlo mientras lloraba en su pecho –dijiste que me amabas, que no te irías... lo prometiste–
–Niki– dijo una voz atrás suyo, miro hacia atrás y se encontró con la mirada de K, se podía ver lo roto que también se encontraba –oh, Niki– pronunció mientras se arrodillaba, intentando alejarlo.
–no– negó –no, no por favor– pidió aferrándose aun más al cuerpo inerte de Taki.
K solo paso su mano por la espalda del menor y le sonrió intentando calmarlo, pero su sonrisa se encontraba tan rota como él.
–¿Cómo paso?– pregunto al grupo de personas que seguía parada ahí.
–fue un accidente– contesto una.
–pero el conductor se fue ni bien lo vio tirado en el piso– menciono otra.
Niki ya no se encontraba ahí, su mirada estaba perdida mientras las lagrimas seguían saliendo. Queria sentir odio por el inbecil que dejo a su pequeño angelito así, pero el dolor que sentía era tan fuerte que simplemente no podía sentir nada mas.
Pasaron unos minutos y una ambulancia llego por el cuerpo de su angelito.
"tarde" fue lo que pensó. Su angelito ya se había ido, y ahora era uno de verdad.
En todo el camino Niki solo lloro entre los brazos de K. Hasta que llegaron al hospital donde la familia de Taki los esperaba.
–¡esto es tu culpa!– le grito la madre apuntándolo.
–mamá– pidió K en un murmullo.
–no K, es cierto, esto es su culpa– dijo la mujer mientras lloraba –si no hubiese estado contigo, no se habría dirigido a tu casa y no lo habrían atropellado–
Niki se sintió aun peor, era cierto, todo fue por su culpa.
–te odio– le dijo la mujer –te odio, porque no te fuiste tu en su lugar– y soltando eso se derrumbó y termino llorando en el suelo.
Y Niki estaba de acuerdo ¿Por qué no podían llevárselo a él en su lugar? ¿Por qué a su angelito?
–vete– le dijo la mujer en el suelo –no te quiero aquí–
Niki miro a K quien lo miro con lastima.
–¿no me oíste?, ¡que te vayas!– le grito mientras se levantaba en su dirección, pero como K se interpuso en su camino para que no lograra hacer nada. Y la mujer se derrumbó devuelta ahora entre los brazos de su hijo.
–creo que es mejor que te vayas– le dijo K con pena.
Niki no dijo nada y se marcho.
Llego a su casa como pudo y ni bien cruzó la puerta cayó al suelo con las manos echas puño.
No quería que nada de esto pasara, quiero a su angelito devuelta. Quería abrazarlo mientras le repetía cuanto lo amaba.
Su casa le recordaba a él, a los momentos que vivieron juntos, su pequeño angelito, su pequeño angelito se encontraba en todos lados, y eso le dolía aun mas.
Ni siquiera pudo despedirse.
¿Como seguiría ahora?

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IT HURTS (Niki)
Truyện NgắnNi una despedida. Ni un adiós. Ni un ultimo "te amo". Solo el dolor...