cuatro puertas una respuesta

una discusion

Era tarde noche, en Estados Unidos el sol ya se estaba ocultando detrás de el paisaje lejano, el frio ya comenzaba a notarse debido a las fechas de invierno.

En la casa blanca, llego a sus puertas una limusina de color crema con toques de la bandera americana; de este auto bajaron dos países que si bien siempre eran unidos ese dia tenía un pequeño percance entre ellos.

-No comprendo tu molestia, pareciera que me hubieras visto basándome con México, simplemente tuvimos una jodida charla-Exclamo el americano el cual con molestia entro a la casa y se dispuso a quitarse su chaleco.

Avía tenido un largo dia, debido a los restos que quedaban por la pandemia, debía tener juntas constantes para logar superar el problema lo antes posible, eso implicaba reunirse con todos y cada uno de los países en presencia de la ONU;Claro que esto fastidiaba todos se agotaban.

Canadá era alguien difícil de leer: no para USA. Bufó una última vez, y retornó los ojos hacía el cuarto país más grande.

—No estoy molesto. —colaboró a su respuesta, con una ligera y sincera sonrisa con tedio—Déjalo así.

-Déjalo así, déjalo así, siempre dices eso, ya van tres veces-Se cruzo de brazos ONU le avía aconsejado acabar con el problema que tenía con su hermano de una vez por todas-Exclamo el americano

Rodó los ojos, comenzando a fastidiarse. —¿Tres veces? —preguntó, inocente— Lo haces ver como si fuese malo.

-Es malo ya que ni siquiera lo haces con mi consentimiento, y tu detestas que me meta cuando estas hablando con Ucrania o con algún otro-Lo señalo sentándose en el sofá cruzando las piernas

—Ucrania nunca fue mi ex-novio.

Ahora sí, su voz cambió. Sonó golpeada y entre dientes. Sus cejas se fruncieron un gesto simple, pero qué demostraba su molestia.

—No fue tan grave, además.

El Americano suspiro tomándose el puente de la nariz-Mexico dijo sito : "Siento que algien me quiere arrancar la cabeza o la lengua por hablar contigo"-Repitió de memoria el discurso que su ex le dijo- Canadá se de tus cosas con Ucrania y aunque solo me dices que rompieron por que tu estas enamorado de alguien mas-Suspiro-Minimo quisiera saber quien es para ayudarte y evitar que te lastimen-Reclamo USA con molestia.

—México solo quiere llamar tu atención, ¡es puto exagerado de mierda!, ni siquiera le miré tanto.

Cruzándose de brazos, intentó mantener la calma. La necesidad de fumar, nació. Alzó la mirada cuando mencionó lo de Ucrania. Apretó los dientes. —Si me lastiman, ya es cosa mía. Dijo contundente el canadiense con tono firme

USA se quedo callado con lo de mexico pero se levanto quedando cara a cara con el.

-Bo cuelvas a decir eso, ¿Entendido?, Soy quien debe velar por ti...y no me importa quien mierdas sean ¡NO ME IMPORTA SI ES ONU! o si llego a provocar una guerra, no voy a dejar que te lastimen....-Lo miro

A los pocos minutos se alejo  de el para calmarse un poco, cuando canada y Ucrsnia terminaron USA queria matar a ese ruso no lo hizo por peticion de el pelirrojo.

-Vete...hablaremos mañana...-

El rostro del canadiense fue indescriptible. Con las cejas levemente alzadas, y con la boca muda, sin soltar palabra.

Si bien, Canadá no necesita que alguien lo proteja.

Por primera vez en años, el pelirrojo se puso derecho, remarcando de sobremanera, la diferencia la estaturas. Está molesto. Debe ser difícil verlo con esa cara, cuando ya es costumbre verlo con cara de drogadicto.

—SOY UNA NACIÓN INDEPENDIENTE. NO NECESITO QUE CUIDES DE MI, Y NO QUIERO QUE LO HAGAS. SIEMPRE LA GENTE ME HA VISTO ASÍ, COMO SI YO NO FUERA CAPAZ DE HACER LAS COSAS POR MÍ MISMO.

Sus manos buscaron desesperadamente algo con que desquitarse. Encontraron su gorro, y lo estrujaron.

—¡YO NO NECESITO DE TI!

Guarden sus palabras.

De sus ojos, salieron lágrimas contadas que abarcaron sus precosas mejillas. Apariencia algo infantil, para ignorar esas ojeras que sufría.

—Creí que confiabas en mí. —balbuceó.

Escuchar, que ni siquiera su propio hermano su único compañero, no lo necesitaba eso lo destrozo.

Vio como estrujo ese gorro ese gorro era un regalo tan preciado y cuando vio esas lagrimas bajando por sus mejillas levemente, sintio la necesidad de decir lo que sea para remediarlo.

"Perdón, si confio en ti más que en mi mismo, solo no quiero perderte, te cuido porque te amo".

Nada no salio nada de su boca se quedo congelado y  paralizado con una mueca de supuesta indiferencia debido a que sus lentes oscuros ocultaban su verdadero sentimiento.

Canadá comprendió. Su silencio fue un juez que lo condenó bajo el jurado más frío que pudo haber imaginado.

—Tu ne dis rien.

Él tampoco lo haría.

Colocó el gorro en su lugar, y salió de allí mientras pudo.

Cuando se dio cuenta de que se fue de el lugar reacciono al fin.

-Canada moi ...-Murmuró viendo que se quedo en ese sitio completamente solo.

O mierda...¿Qué acababa de hacer?