❝ Heterocromía. ❞ →【YM】OmegaVerse

Epílogo.

"Sunnie ven aquí, hazle caso a papá." Dijo el omega y la niña de dos años de edad corrió atrás del pequeño perrito hacia el patio de  la casa. "Esto es tu culpa Min Yoongi." Se quejó el menor y Yoongi lo miró, haciéndose el ofendido.

"Ah, sabes que lo único que sabe decir desde que aprendió a formular palabras es perrito, no podía no traerle uno." Dijo Yoongi y se acercó a su esposo abrazandolo por la espalda y dejando un beso en su mejilla.

Habían pasado diez años, ya.

Yoongi y Jimin siguieron con su relación desde ese catastrófico día dónde el omega hizo un espectáculo frente a toda la universidad en la cafetería y hasta el día de hoy, seguían juntos y podría decirse que, hasta más enamorados que antes.

Ambos habían terminado sus estudios y un año después, cuando ambos tenían un empleo estable y Yoongi había comprado con todos los ahorros de sus años escolares gracias a las becas que tenía debido a sus estudios su primera casa decidieron casarse.

En ese entonces Jimin con 27 años y Yoongi con 28 habían tenido una boda tranquila, con sus amigos más cercanos y sus familias. La fiesta la habían realizado al aire libre, donde alquilaron un pequeño salón en la playa con un grandísimo patio con vista hacia el mar, fue tranquila, íntima e inolvidable.

La luna de miel fue lo mejor, hicieron un viaje rotativo yendo de isla en isla y finalizando en Tokio donde estuvieron dos semanas.

Desde ese momento, ambos podían decir que por fin eran uno solo, porque, si bien Yoongi ya había marcado a Jimin en su tercer año como novios, el estar casados era distinto. La marca representaba la unión de sus lobos, el casamiento la de su parte humana.

No fue sino meses después de su matrimonio que Jimin quedó embarazado de su primera hija, Min Sunbin siendo razón suficiente para hacer estallar en felicidad al alfa, pareja suya.

Y es que, no podía ser más feliz.

Tenía una pareja maravillosa, siendo la persona de la cual está enamorado desde que tiene memoria.

Una casa.

Un trabajo seguro y que le encanta, con el cual soño desde que inicio sus estudios en la universidad.

Y para completar, estaba en la espera de una linda bebé.

"Sunnie." La llamó el alfa y corrió tras la linda niña de cabellos negros y mejillas gorditas atrapandola y elevandola, haciéndola girar junto a el mientras escuchaba su tierna risita.

"Perrito." Dijo la niña una vez su papá la había dejado de dar vueltas y señaló el patio. "Perrito, perrito."

Y era increíble, porque Sunbin no lograba decir aún las palabras perfectamente, pero para decir perrito, era una experta.

"Apa, perrito." Volvió a repetir la niña y Yoongi la complació llevándola hacia el patio para buscar a su perrito.

Mientras Jimin por tercera vez en lo que va de la semana, salió corriendo hacia el baño y se encerró en el.

Horribles náuseas lo atacaban cuando menos se lo esperaba y el no tenía las que hacer que atender su necesidad de sacar lo que su cuerpo no quería en él.

Era horriblemente asqueroso.

Jaló la cadena del retrete y se miró en el espejo enjuagando su boca con pasta dental ya que odiaba sentir ese gusto a vomito en su boca.

Se quedó un rato mirándose y suspiro.

Miro en el mueble debajo de la pileta del baño y abrió las puertas encontrándose con el pequeño regalo que Hoseok le había hecho hace unos dos días atrás.