-Sugar Daddy- //KakuHidan AU// -pausada-

Capitulo cinco

"El primer beso y la respuesta"

El más joven estaba de un tono color rojizo, realmente se había quedado mudó ante la propuesta del mayor, no podía explicar lo que estaba pasando por su cabeza, era algo simplemente shockeante al menos de parte del menor.

Aunque mientras a su alrededor la gente había quedado estática ante el comentario del mayor de la parejita del fondo incluso la camarera que tiempo atrás los había atendido había escuchado aquella propuesta del mayor; no los podemos culpar ya que si, sería bastante extraño estar tomando un café o comiendo alguna tarta de algún gusto en específico cuando de repente escuchas ese tipo de propuestas en un lugar público.

Dime pequeña Luna - Dijo el mayor rompiendo el silencio ruidoso que se encontraba entre ellos.

E-Es que no lo sé - Dijo el menor entre tartamudeos.

El mayor simplemente rozó los labios del albino con su dedo pulgar mientras relamia sus labios para tomar la mano del pequeño y levantarse.

Vamos - Dijo simple para levantar al menor.

El menor solo lo siguió a su auto deportivo donde, sin importarle que el automóvil sufra algún daño acorraló al de menor altura para tomar con una mano uno de los brazos de este y con el otro el mentón del contrario; no estaba conciente de lo que estaba haciendo era como si la belleza de ojos amatistas lo había hipnotizado, aunque debía admitir que se sentía bien tener al menor abajo con su rostro rojo como carmín y sus ojos que mostraban algo de nervios mezclados con temor.

S-Señor Kakuzu no podemos hasta...- No pudo terminar...

Los labios del mayor habían chocado con los suyos, los labios del mayor se sentían fríos, secos pero al mismo tiempo con esa calidez que hacía que el de menor altura se sienta en paz .

Por otro lado el mayor sentía lo contrario, sentía que los labios del joven al que estaba besando y que nunca había esperado hacer eran cálidos, dulces, con sabor a fresa. Era algo que aunque le cueste admitirlo, podría volverse completamente adicto.

Con unos segundos del inició del beso,el de menor altura correspondió a aquel beso con calidez; formando un perfecto sabor agridulce, como si comiera chocolate con fresas.

El mayor representaba el sabor amargo del chocolate y el menor era el sabor dulce de la fresa; ambos formando un deleite.

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Nota del autor: creo que hoy me vine inspirada por lo cual puede que haya mucho jeje.
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La ausencia del oxígeno entre ellos se hizo presente por lo cual debían separarse, así hicieron, se separaron. El rostro del mayor con un leve sonrojo, mientras que el de su contrario estaba adornado por un tono más rojizo que el.

Eso estuvo bien . . . - Se le escapó al mayor, nisiquiera había pensado en sus palabras simplemente, lo dijo.

El de menor altura no respondió con palabras como su contrario, este solamente se digno a acertar con la cabeza de una manera que mostraba la timidez y el nerviosismo que sentía en aquel momento.

El mayor se dió cuenta de cómo lo tenía para soltarlo con delicadeza y rascar su nuca un poco mientras apartaba la mirada dirigiendola a otro lugar completamente al azar. El estaba ¿Avergonzado? ¿Nervioso? ¿Porque hizo eso ? ¿Quería otro de esos besos sabor fresa?. . . Esas eran algunas de las preguntas que estaban pasando por su cabeza, nunca en su vida se había imaginado besando a alguien, mucho menos besando a un chico que había encontrado en Internet y aún peor no se habría imaginado que sea unos diecisiete años menor a el. Lo único que se le ocurrió, fue decir algo que no le saldría como si nada si fuera con otra persona pero aún así lo dijo . . .

Lo siento - Dijo en un tono avergonzado pero bastante disimulado como para que no se note .

El menor solo respondió un simple murmuro mezclado con tartamudeo.

N-No se preocupe señor K-Kakuzu . . . - Dijo dulcemente.

Y . . . ¿Aceptarás ser mi sugar baby? . . .- Dijo el mayor sin pensarlo mirando de reojo al jovencito que tenía a su lado, firme con su pregunta cómo si la vergüenza que había tenido se había esfumado y la había reemplazado la seguridad que tenía en sus palabras.

El menor lo pensó, lo pensó unos minutos, mirando el cielo, cerrando los ojos escuchando lo que decía su cerebro por unos segundos para abrir nuevamente sus ojos amatistas con un brillo en estos.

El mayor lo miraba atentamente, observaba cada detalle, cada rasgo en su rostro, cada pizca de maquillaje que tenía en el rostro; noto como el menor lo miro fijamente logrando que sus miradas se conectarán por primera vez, vio como en aquellos labios sabor fresa se formó una delicada sonrisa sincera mientras que podía notarse como en los ojos amatistas se formaban unas tímidas lágrimas las cuales empezaron a caer por las mejillas llenas de basé.

Acepto tu oferta . . .-

El mayor se sorprendió al verlo, era casi como si viera el rostro de un ángel, se veía tan puro aquel joven que tenía enfrente; y paso lo que nunca hubiera creído que pasaría. . .

Sonrió . . .

Pero no fue una sonrisa falsa, fue una amplia sonrisa con gentileza y amabilidad . . .

El menor le devolvió la sonrisa . . .

Era un momento tan especial, tan mágico, las miradas conectadas unidas como si fueran una, era de esos momentos inexplicables de tan mágicos que eran. . .

Hasta que un sonido se hizo presente acompañado de una luz algo cegadora, el cual era el flash de una cámara que los había captado en ese momento. . .

Esto distrajo la mirada del mayor, la cual fue dirigida a dónde venía esa luz y ese sonido tan reconocible para el; un paparazzi había captado la imagen de ellos dos, quien sabe si también captó la imágen de ellos besándose. . .

Aunque para ser exactos eso no fue lo que más le importo al mayor de los dos sino más bien la preocupación que se mostraba en la mirada de su ahora sugar baby. . .

Tomó su billetera de cuero para sacar en específico unos cincuenta dólares para acercarlos a el fotógrafo, algo que nunca haría ni mucho menos hubiera pensado en que algún día debería hacerlo. . .

Guarda silencio . . . - Murmuro el mayor dejando el dinero en el bolsillo de el fotógrafo y palmear con delicadeza el lugar el cual era su pecho.

Luego de decir aquello volvió a mirar al menor para tomar con delicadeza su mano para con la otra abrir la puerta del auto deportivo.

Nos vamos - Dijo firme el mayor dejando pasar al menor en el aciento del copiloto.

El menor al verlo solo se digno a abrir sus labios apunto de decir algo pero fue impedido por el mayor el cual simplemente puso un dedo en sus labios y repetir lo que había dicho anteriormente. . .

Nos vamos -

Para el menor no había otra respuesta que dar que un leve acertamiento con la cabeza para subir al automóvil poniéndose el cinturón de seguridad haciendo activar el sensor para que se cierre sola la puerta de su lado. El mayor simplemente fue al lado de la calle el cual era el lado del conductor para abrir la puerta y sentarse a su lado para que la puerta también se baje sola y arrancará el motor del auto.

¿Por dónde es tu casa? Vamos a buscar tus cosas te vienes a vivir conmigo  -

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Nota del autor: pues me tarde mucho por la toma de decisiones importantes sobre que era lo que iba a ocurrir en el siguiente episodio además d que también eh estado ocupada con mis cosas escolares y eso. Además de planear todo lo de la historia que una amiga quiere que haga para ella y demás. Será algo un poco impactante pero ya tengo ideas para el siguiente libro o mejor dicho la siguiente temporada de este libro por lo cual no sé si me entienden pero es como que son muchas cosas juntas jeje . . .
Bueno espero que hayan disfrutado de esta parte de la historia me esforcé mucho en escribirla. Ah y también tienen en la multipedia el auto deportivo de Kakuzu (lo que nunca tendremos :'u). . .
Saludos . . .
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