La vida de Penélope nunca ha sido fácil desde que nació, su padre no tomó responsabilidad y su madre con una niña en brazos no tenía muchas opciones, pero siempre prefirió alimentar a su hija antes de comer correctamente, cuando su madre decayó y murió, terminó como mendiga a una corta edad aguantando mucha hambre, frío, sin ni una persona a su lado, pasó un tiempo deambulando y pidiendo monedas o un pedazo de pan para vivir, para tener algo que comer, en los días buenos tenia un pan para calmar su hambre y algún líquido que no fuera agua estancada, cuando conoció al duque Eckart penso que era una buena persona ya que siempre le daba comida con la cual calmar su constante hambruna, si no que también con el paso del tiempo le empezó a dar monedas de oro, era tan diferente a otras personas que la ignoraban o la maltrataban por la situación en la que se encontraba, ya casi no podía recordar la cara, ni la calidez de su madre pero supuso que así era cuando tenía a alguien que se preocupa por su alimentación, cuando el duque le dijo que la adoptaría y la trataría como hija fue tan feliz, estuvo tan entusiasmada, era la primera vez en mucho tiempo que volveria a tener una familia y por primera tendría un padre que se preocupara por ella, podría dejar de buscar calor por las noches acurrucandose en si misma, pasar por muchos periodos de hambre, cuando llegó por primera vez a esa casa se quedó asombrada de lo grande que era, vio al personal de su nuevo padre y los conoció por primera vez, la habitación que ocuparía la cual tenía una cama tan cómoda, cuando le presentaron a sus nuevos hermanos pensó que ellos solo necesitarian tiempo para acostumbrarse a ella, quererla y tratarla como a una hermana menor, pero por desgracia su vida no había mejorado, si no que al perecer era una espiral en decadencia, siendo señalada como falsa por los empleados y con la indiferencia de sus hermanos empezó a subir a un sótano de la casa para no sentirse tan sola, no veía mucho a su nuevo padre pero es que estaba muy ocupado, cuando lo viera le pediría alguien que le enseñara todo lo que necesitara, dado que sus hermanos y ella no tenia la mejor conexión, ni la mejor comunicación, pensaba que si se educaba y aprendía las cosas normales de los nobles, ellos la aceptarían, pero sucedió la acusación de robar el collar de Yvonne la hija perdida de su padre, o como muchos decian la verdadera princesa, por parte se Reynold, recuerda que su padre le preguntó que si era verdad, ella lo negó dado que no lo había hecho, sabía que su padre le creería, con lo que no contaba era que no solo tenía que lidiar con la indiferencia y malos tratos de los sirvientes, si no que el mayordomo dijo que la había visto por la habitación de Yvonne, cuando trató de explicar la situación su padre no le creyó en ese momento se dio cuenta que estaba mas sola que nunca, con todo en contra, también se dio cuenta que lo que decían era verdad ella solo era un reemplazo y un capricho del duque, dado que no importaba cuánto lo negara haberlo hecho, de decir la verdad, de aclarar el malentendido no la escucharian y decidieron su culpabilidad sin más, en los siguientes años compro muchas joyas para que nadie le dijera que tomaba los de la hija perdida pero todo empeoraba, durante los siguientes 6 años de su vida tuvo que soportar el despertar con brazos adoloridos, burlas con la comida, ser despreciada por toda la servidumbre, el ser culpada sin más de cualquier cosa, ser tratada como el perro loco de su familia si actuaba contra sus abusadores y los detenía, el ser castigada por el simple hecho de buscar justicia, cualquier acción de ella era vista con malos ojos, personalmente estaba muy cansada de ese tipo de vida.
Un día cuando recién había despertado tenía un dolor más fuerte de lo habitual en sus brazos supuso que la mucama había hecho de las suyas mientras dormía y sabía que si hacía alguna acción la única perjudicada sería ella, últimamente se sentía tan enferma, estaba tan casada de esa rutina, no sabía cuánto tiempo tendría que aguantar ser tratada de esa manera, pero algo raro pasó esa mañana no lograba incorporarse sentía un gran dolor en su abdomen que le impedía sentarse, le pesaban los ojos y veía todo tan borroso, cuando se logró enfocar un poco su visión pudo ver un cuarto que no reconocía se veía estéril a su lado habían objetos desconocidos, aparatos raros, al detallar su brazo este estaba con una especie de aguja en el, no reconocía nada, no podía incorporarme por el dolor en mi abdomen, cuando miré a su otro lado se encuentro con un grupo de personas que me observan con una expresión de incrédulidad luego comienzan hablar entre ellos, el grupo se separa y me rodean, revisan los aparatos, no entiendo nada veo como unos 3 salen y entra otro con una pequeña diferencia en su ropa él cual me mira con la misma expresión, empieza a mirar lo que sea que estuvieran haciendo y le dice algo a una chica con el cabello corto que sale, luego de unos momentos llegan 3 personas que nunca había visto en su vida había visto, pero no se porque me recuerdan al duque y sus hijos, al momento que me ven parecen que estar a punto de llorar, uno se acerca pero por un estímulo involuntario mi cuerpo trata de alejarse, de protegerse, no entiendo el porqué mi cuerpo reacciona de esa manera pero si algo me ha enseñado la vida es que el cuerpo guarda memorias y si me protejo de esa forma así sea por estímulo ya se que no puedo confiar mucho por más que trato de visualizar sus expresiones mi vista parece variar y no logro enfocarlos solo interpretó un poco sus expresiones, además de eso los sonidos se sienten lejanos como si me hubiera sumergido en una piscina, no logró entender mucho, es muy difícil mantener despierta es como si quisiera volver a dormir pero se que no puedo necesito algunas respuestas de mi situación, de donde estoy, de quienes son ellos, del porqué me duele tanto, así que trato de hablar, de articular alguna oración, al principio salen sonidos muy pausados, pero eso no me detiene hasta que sale una voz irreconocible de mí y solo logró decirles:
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Nueva Realidad
FanfictionLa vida de Penélope nunca ha sido fácil desde que terminó de mendiga a una corta edad luego de la muerte de su madre, sin conocer a su padre, pasó un tiempo deambulando y pidiendo monedas o un pedazo de pan para vivir, cuando conoció al duque Eckar...