Las manos grandes del joven Jaehyun se paseaban por la piel desnuda de su chico, Doyoung. Estaban en el baño perteneciente a los padres del mayor, Jaehyun quien trataba de lucir educado frente a los padres del otro había perdido el control cuando había sentido la mano de Doyoung en su miembro, ahora estaba apunto de castigarlo tal y como le gustaba, quería escuchar los refinados gemidos y sentir el cuerpo delicado temblar debajo del suyo.
- Estás bastante desobediente últimamente... Y eso me hace enojar, chiquito.- dijo y golpeó despacio la mejilla de Doyoung quien se encontraba hipnotizado por el sexy hombre que tenía enfrente apunto de castigarlo tal y como quería. Lo dió vuelta quedando frente con el espejo y vió la sonrisa malévola de su daddy, quien se acercó a su oído, apoyando su miembro contra su trasero sacándole un jadeó inaudible.
- Deberás aguantar 20 azotes, pequeño, y luego si cumples todo... Te dejaré que con esa linda boquita que tienes, me muestres todo lo que sabes hacer.
La voz grave de su daddy lo hacía deleitar y sentir la piernas como si fueran dos fideos, Jaehyun bajó los pantalones del otro y lo acercó más a él, estaba realmente excitado por culpa de su pequeño y no se iba a quedar de brazos cruzados. Dió una fuerte nalgada haciendo que Doyoung se sujete firmemente del lavamanos, le encantaba que lo castiguen, sentir más manos de Jaehyun por todo su cuerpo era su fantasía cada día.
A la quinta chilló y una gota de sudor caía por su mejilla, se atrevió a mirar al espejo y vió la mirada obscura de el, una de las cosas que volvían loco a Doyoung son las miradas penetrantes, posesivas y sensuales.
Una sonrisa se le escapó cuando su daddy agarró de su cabello y comenzaba a susurrarle cosas obscenas que deseaba hacer con el, la excitación recorrió todo su cuerpo y sentía que no podía más, que con tan solo escuchar su voz podría llegar al éxtasis. Iban ya 16 y lloriqueaba bajo el cuerpo de aquel hombre bello que sin piedad golpeaba al chico y gruñía en su oído.
Más tarde le dolería como nunca donde recibía los golpes pero no era muy importante para el menor, es un masoquista y amante del sexo, no lo negaba.
La última fué tan fuerte que lloriqueó aún más y las ganas de que su daddy lo penetrara eran inmensas, se estaba volviendo loco al lado de el. Estuvo con muchos hombres en su vida pero ninguno se asemejaba al increíble Jaehyun, era un hombre impresionante, sensual, perfecto y sabía de como iba la cosa perfectamente.
Su cuerpo volteó quedando frente a frente y sonrió juguetón antes de besarlo deseoso, empujándolo a la silla que había allí. Desabotonaba los botones de la fina camisa uno por uno hasta dejar expuesto el trabajado abdomen.
Bajó sus besos por su cuello y lamió su abdomen haciendo que Jaehyun comenzara a delirar bajo los labios de su pequeño, una sonrisa se coló en su rostro al ver los ojos cerrados de su daddy y los pequeños jadeos que largaba.
El ruido que hacía el cinto en el pequeño baño lo desesperaba, la mirada de su daddy estaba puesta en el y en su manos ágiles, cuando había bajado completamente el pantalón lamió sus labios deseoso al ver el gran pene de su daddy, posó una mano logrando sacarle un gruñido brusco de sus labios. Acercó su boca y lamió de abajo hacia arriba, poco a poco fue adentrando el pene en su boca, haciendo que bufara y se removiera debajo de el.
Doyoung al sentir la mano adentrarse entre sus cabellos y marcarle el ritmo deseado de su daddy lo excitaba demasiado, los graves sonidos escapaban de los labios de Jaehyun. Ver como el pecho de su daddy subía y bajaba rápido, que su cabeza estuviera hacia atrás largando gemidos roncos pidiendo que siguiera.
- Ah... Pequeño sigue así, lo estás haciendo muy bien.- decía y Doyoung como obediente lo hizo, lamía, chupaba y daba leves mordiscos llevando al éxtasis a Jaehyun, estaba disfrutando tanto ese momento que el también estaba por llegara su tan deseado éxtasis con tan solo verlo sudar y gemir por más.- Me estás volviendo loco.
Se estaba ahogando con esa enorme cosa en su boca, pero Dios, estaba tan concentrado en llevarlo a donde nunca antes había sentido.
Y así fué, se corrió en la pequeña y rosada boca de Doyoung, mientras jadeaba alto, le importaba muy poco si su suegro pasaba y escuchaba todo. Aquel pequeño diablillo lograba desquiciarlo con tan solo una mamada.
- Tragalo todo pequeño... Esta vez te tuve piedad y te di un pequeño premio.
Dijo mientras acomodaba su delicada ropa para después acariciar el rostro sonrojado con su esencia en los labios.- Vístete y nos iremos de aquí, tengo ganas de follarte pequeño, sólo tú sabes como hacerme sentir así.
- Sí, daddy.
- Vamos.- dijo y le dió una suave nalgada antes de salir del baño y sentir el aire fresco en su cuerpo, con una sonrisa caminó hacia la sala para despedirse. Sería una noche bastante larga para ambos, una noche llena de orgasmos.
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daddy ; jaedo
Short Story"Daddy" "Se obediente" - one shot - smut - Esta es una adaptación, todos los créditos a la autora original @𝐦𝐢𝐜𝐚𝐢𝐧𝐠𝐫𝐢𝐱