Dieta. Odiaba esa palabra.
Quizás porque hace un año todo lo que se incluía en un plan de dieta. Ni sémola, ni espinaca, ni soya, ni siquiera verduritas al vapor. No quería recordar esa comida ni comerla por 10 mil dólares. No gracias, las calorías y el alcohol eran lo mío.— ¿De verdad?
— Si, nos toca la semana verde — sonrió Saito mostrando una ensalada muy sencilla de todo lo que podía ser verdura verde.
— Okeeey... Creo que comeré afuera. Prometo no llegar tarde — dije tomando mi abrigo para salir de nuevo. No iba a comer algo que me recordara una época negra de mi vida.
— No... No me mires así. Es mi amiga y sé que parece...
— La persona más egoísta del mundo — Eguchi se quitó las gafas para observar mejor a su pareja — Entiendo que se enfermó pero una cosa más y no podemos tenerla aquí.
— No empieces por favor, casi pierde las dos cejas ese día — Saito recordó el día que la me había invitado.Unas de las cosas que amaban ambos es los juegos de mesa, armas rompecabezas y construir pequeños barcos o cosas de adorno. Un gran pasatiempo para una pareja tranquila sin hijos. Ese día en que tomé la decisión de salir de la casa de mis padres y ser más independiente, fui con ellos, era genial al principio pero ese día encendí sin querer el navío de madera que Eguchi quería terminar y tenerlo como principal atracción en su mueble de logros.
— Las cejas crecen de nuevo pero mi paciencia no.
— Bueno, está bien, otra y se va — asintió Saito.Quizás no recuerdo a qué hora llegué al departamento y si hice algún ruido antes de entrar pero mi cabeza daba tantas vueltas por el alcohol de la noche anterior. Una Aspirina y un buen café junto con un baño sería el mejor remedio para mí. Abrí la puerta para ir hacia el comedor donde ambos estaban en la mesa desayunando un poco de jugo y frutas, llevaban la dieta sumamente al pie de la letra. Estaba despeinada, mi camisa algo desarreglada, quizás eso significaría mi locura estaba reflejada en mi cara.
— Hellou~ Linda mañana, es bella.
— Bueno parece que alguien no descanso muy bien — Murmuró Soma al verme.
— ¿Qué? ¿Yo? No no... Estoy bien, tan bien que puedo saltar al sofá sin problema.Apenas dije eso lo hice, salté al sofá sin darme cuenta que allí estaba aquel adorno de papel que tanto estaba trabajando Eguchi. Quizás no debí hacerlo, quizás debí decir que limpiaría la casa como ayuda o haría un jardín especial en el departamento para ellos pero no, mi decisión más fácil fue lo que terminó echándome de su departamento.
Solo vi la mirada decepcionada de mi amigo a través de la ventana de su departamento. No era mi intención hacer algo que los molestará y acabara la paciencia de Eguchi, es claro que él es quien decide en la relación. Ahora sí estaba sola sin un lugar donde quedarme y mi mala suerte aún estaba a flor de piel.
La letra de Stop Crying Your Heart de Oasis tenía razón, no llorar y resistir era lo que me quedaba hacer, levantarme de todo lo malo y seguir mi camino. Aquel mi camino real estaba con partes de bolas de navidad y adornos de porcelanas, levanté la vista notando el desastre en la puerta de la tienda.
Entré despacio notando la destrucción que habían hecho en el lugar, muchos adornos rotos, casi todo en el suelo. No fue acto de robo sino vandalismo porque se notaba el daño por mera diversión.
— Destruyeron el lugar, seguro fueron adolescentes — la oficial tomaba nota mientras Santa estaba ahí, su rostro no era preocupada sino como... Destruida.
— Este es el número del reporte para el seguro — la otra oficial entregaba el formulario dónde detallaba los daños y todo lo que había pasado allí.
— ¿Qué paso? — pregunté acercándome a ellas.
— Un allanamiento, lo siento. Muy común en esta época con algunos jóvenes rebeldes o personas. A veces hacen daños como estos.
— ¿Quién es usted?
— Es mi empleada — pronunció Santa en bajo — Fue la última en irse y cerró el lugar anoche.
— ¿No viste nada extraño?
— Nada fuera de lo común — respondí recordando que ese detalle lo había olvidado y había dejado la puerta abierta.
— ¿Lo estás anotando? — La chica preguntaba a su compañera sobre mi respuesta — Es todo, le llamaremos si sabemos algo más.
ESTÁS LEYENDO
Una Navidad Pasada
Fanfiction/Adaptación del Film "Last Christmas" de Emma Thompson & Greg Wise/ Almma, una aspirante a cantante, trabaja en un callejón sin salida como duende en una tienda navideña durante todo el año en el Centro de Tokio, cuyo dueña se llama a sí misma "Sant...