00: Introducción

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Yoshida Aiko se sentía... ¡Muy traicionada! ¡No podía creer que su queridísimo jefe la estuviese obligando a ir a una academia para mocosos! Ella entendía totalmente que era por el bien de su"familia" adoptiva, sin embargo, no comprendía por qué demonios tenía que ser ella; ¡No dejaba de ser una adolescente de dieciséis añitos!

Por esa misma razón, ahora se encontraba haciendo un berrinche silencioso, encogida en su lugar, pegada a la ventanilla del lujoso auto negro, con un puchero pronunciado y ojitos de cachorro mojado.

Tanaka Botan, su jefe y el líder de la mafia Sacra, se encontraba a su lado, acariciando sus cabellos, largos y ondulados, de un castaño oscuro natural. El hombre, alto, pelinegro y con ojos amarillos, sonreía divertido.

— Aiko... No hagas tanto berrinche, son estudiantes, no te harán daño, y lo más probable es que te tengan miedo. ¡No te preocupes! —. Intentó consolarla, pues para él, la muchacha era como su hija, o mejor dicho, la trataba como a una hija, debido a que conocía lo letal que era la niña. 

— ¡Pero! ¡Botannn! ¿Y si me odian? —. Susurró en un chillido, sin levantar demasiado la voz. Aiko no era capaz de gritar con facilidad, y cuando lo hacía, solía escupir sangre.

Botan no respondió, y simplemente negó con la cabeza, quedándose callado.

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Alrededor de una hora más tarde, llegaron al gran edificio de la U.A. Botan no iba a acompañar a Yoshida, ya que prefería no exponerse a aquella cantidad tan ridícula de héroes, aunque por el tratado no podían hacerle ningún daño, pero no quería confiarse. En la puerta, esperaban el director Nezu, Aizawa Shouta, All Might y Midnight. 

Yoshida bajó del auto luego de despedirse de su jefe. Llegaba una camisa blanca, corbata negra, blazer y falda negra, y su importante saco sobre los hombros. También llevaba vendas en sus piernas y brazos. Además, había bajado con un estuche de violín, negro, con un sticker de arándanos.

 Su rostro tenía una expresión que una asesina no tendría según lo que todo el mundo se imaginaba, además, no dejaba de tener cuerpo de adolescente. Debido a esto, todos los presentes se miraron entre ellos, sin saber si estaban siendo timados, o si realmente tenían a la famosa Aichi de la mafia Sacra allí. 

— Eh... ¡Bueno! Bienvenida a la U.A, señorita Yoshida —. Habló el director Nezu, amigable, sin dejar ver su sorpresa ante la presencia de la chica. 

— Mu-muchas gracias, señor director. Por favor cuiden de mí —. Yoshida hizo una reverencia,  nerviosa por la presencia de todos.


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Violinista Sigilosa - Bakugou KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora