mi pequeño neko melizabeth

Capítulo 12 Mensaje

Reino de Liones....

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El rey es joto arre                                                                                                                                                         

 En línea...

Secuestras a la rata para que llames                                                                                                                              la atención a Elizabeth. Dale una carta 

en la dirección del callejón y ya cuando esté allí 

Mata a la rata y trae a mi hija a mi.

 ✔✔                                                                                                            

                                                                                                                                                                                Esta bien...

                                                                                                                                                                                               ✔✔

Rey Pendejo arre desconectado....

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Mael pensaba ¿Cómo alguien puede poner dos «y» separando tanto la oración.

El peli blanco sonrió imaginando a Elizabeth en sus brazos, ella en la cama con su vestido de boda , camino por la fría calle para llegar a la casa de Diana donde ahora vive la peli plateada, desde hace mucho consiguio el contacto de Elizabeth. ¿Cómo? la estuvo vigilando por mucho tiempo.

 tal como lo dijo Mael agarro una hoja de papel y una pluma de su mochila, siempre llevaba Hojas de papel y plumas para mandarle cartas al rey, en este caso a Elizabeth. Ya cuando termino, lo metió en la mochila y se fue caminando.

Caminaba con aire digno de un asesino, por fin podría casarse con Elizabeth y sin su gato que lo esté estorbando, la luz de Luna brillaba en la piel del albino. Sonreía imaginándose a su princesa gritando su nombre; el siendo el dueño de su cuerpo. Aceleró su paso no quería tardar en tenerla. 

No había nadie; la noche solo significaba: para los humanos comunes; dormir, pero para un asesino es la hora perfecta de matar.

PuEs EstE No DesCanSa o QuE

Después de estar caminando por tantas casas, al fin encontró esa bella casita donde dormía su dulce princesa. Sonrió empezó a romper la cerradura de la puerta con un bate además; tiene demasiada fuerza que con un solo golpe logro romperlo. Abrió la puerta con cuidado; se quitó los zapatos, y empezó a caminar con cuidado fijándose en donde pisaba, no se escuchaba nada, solo el respiro de Diana durmiendo en el sillón, y el sonido suave de sus calcetas tocando suavemente el frío suelo. 

Iba subiendo las escaleras con cuidado, pero se asustó al escuchar a Diana roncar y gritar "¿¡Quién anda a ahí!?" Para luego volverse a acostar; Mael suspiro, y ya con calma volvió a subir las escaleras, ya cuando llegó al cuarto de sus princesa, solo sonrió, quería verla dormida tranquilamente, de seguro se veía muy hermosa.

Abrió con cuidado la puerta, con cuidado camino hacia la cama del gato, pero primero observó a la peli blanca, durmiendo plácidamente, sin duda se veía hermosa. Pero no hay tiempo que perder, si quería tenerla en sus brazos, primero tendrá que obedecer  al rey. Cargo lentamente al Mel y se lo llevó, al parecer tenía un sueño profundo. Y dejo la carta en la cama del pequeño.

Mael sonrió, estaba teniendo una operación exitosa, bajo las escaleras de nuevo con cuidado. Lo que no se esperaba es que Diana tuviera un sonámbulo; se la veía con los ojos abiertos, mientras hablaba "¿Quién eres?" El albino ya no le importo correr, esa mujer daba miedo.

Abrió la puerta y corrió como una bala, ya cuando llegó al callejón; jadeo cansado, intentaba borrar esa imagen mental de Diana, pero al parecer no podía, solo sabía que no podrá dormir.

Envió un mensaje al rey, avisándole que ya lo tenía, algo que le contesto:

—¡Esplendido! Llama a mi hija, quiero ver a esa rata muerta—Mael colgó la llamada, entró en el contacto de Elizabeth y la llamo.

...

Elizabeth se despertó exaltada, el sonido de su celular la despertó de su siesta, lo agarro y vio el número desconocido que se atrevió a despertarla.

—¿Hola? —Contestó la albina un poco molesta, estaba durmiendo tan plácidamente, por fin encontró el lugar más cómodo de su cama, pero no, la tuvieron que despertar.

—Hola preciosa—le respondió el "desconocido"

La albina estaba confundida ¿Quién era para que la llame así?

—¿¡Quién eres!? ¡Y no me digas así! —la dulce princesa siempre se ponía molesta si le molestan una linda siesta y que un desconocido la llamara «preciosa» ese cabrón de la va a pelar.

—Wow, tranquila princesa, ¿Qué no me reconoces?

La verdad esa voz se le hacía conocida, pero sus malditas neuronas no logran reconocer esa voz.

—No, lo siento. Si no te conozco te colgaré en cinco segundos—La albina molesta, estaba a punto de contar, pero hasta que escuchó otra vez la voz "desconocida" decir un nombre se exaltó.

—Soy yo Mael, y te tengo una linda sorpresa—Contesto con una voz ladina, que para nada reflejaba nada bueno.

—¡No quiero nada que ver contigo, tú maldito! 

—Tengo a tu querida mascota.

La chica ya no tenía que palabras pronunciar, solo pensó; "tal vez está bromeando" 

Leslie ¿¡komo ba a ser UnA BrOmA esTO!? ¿KOmO vA a SeR Una BroMa EstO!? (Escrito mal a propósito)

Pero a voltear a ver la camita de su Meli, se dio cuenta que no era una broma; su lindo neko no estaba ahí.

—¿Dónde  está?— La chica estaba temblando, pero de la furia.

–"está mija es estúpida o se hace" –pensó el pelo blanco.

—Ya te lo dije, yo lo tengo.

La albina molesta respondió apretando fuertemente su celular.

—Yo digo en qué dirección.

—A estoy en el callejón de la calle 33 

Y sin decir ninguna palabra la albina colgó, se levantó de la cama y sin importarle si estaba en pijamas, corrió hacia la dirección donde se supone que está su pequeño.

Continuará...

Y a ver cuando los cojones de la escritora quiera hacer el otro capítulo.

Nos vemos.