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—Mi amor—

Hyunjin sonrió forzadamente cuando sintió la mano de Seungmin posarse en su hombro haciéndole una suave caricia.

—¿Hwang?— preguntó confundido Jeongin, sin querer recorrió con la mirada al chico frente suyo, era de complexión delgada, su cabello negro caía en su frente y realmente lucía débil, pero su mirada era tan penetrante, esos ojos negros parecían decir muchas cosas.

—Él es Kim Seungmin... Mi novio—dijo Hyunjin cuando sintió más fuerte el agarre en sus hombros.

—Mucho gusto... ¿Tú eres?— preguntó Seungmin con una notoria molestia.

—Yang Jeongin, el director de la escuela— dijo Jeongin con una leve sonrisa, se alejo al sentirse nervioso por la mirada amenazante del pelinegro.

—Con permiso— dijo por última vez antes de salir. Cuando la puerta fue cerrada, Hyunjin fue empujado hacia la pared golpeándose ligeramente.

Los labios de Seungmin buscaron con necesidad los del mayor pero antes de poder rozarlos, fue alejado con brusquedad, arqueó las cejas confundido y dijo —¿Jinnie?—

Hyunjin no podía controlar sus latidos, no quería a Seungmin cerca de él, ¿Por qué había vuelto a aparecer ahora que todo iba bien?. Lo necesitaba fuera de su vida.

—¡No te quiero cerca!, Solo me haces daño!— dijo Hyunjin.

Seungmin ladeó la cabeza confundió y murmuró.
—Solo te he demostrado cuando te amo, nunca te lastimaria, tú lo sabes...—

—No quieres que tenga amigos, golpeas a cualquiera que se me acerque, no me dejas hacer mi vida como quiero, yo no quiero ese tipo de amor— murmuraba Hyunjin tallando sus ojos cuando sus lágrimas lo traicionaron y caían una tras otra.

Seungmin rodeo al mayor con sus brazos, lo acunó besando su frente y dijo —Los que se acercan a ti solo quieren tu cuerpo, yo no quiero que nadie te lastime, Jinnie soy tuyo y tú eres mio—

Hyunjin odiaba esto, su cuerpo reaccionaba al de Seungmin, amaba la sensación de calidez que emitía, cuando era tratado así le recordaba todos sus sentimientos, el porque se enamoró y seguía estando enamorado.

No lo negaría, seguía amando a Kim Seungmin.

Pero este amor era dañino, muy dañino.

Los suaves labios de Seungmin recorrían todo su rostro, amablemente le limpio sus lágrimas.

—Te extrañe tanto... No huyas más de mi... Eres mi todo— susurró Seungmin contra los labios del mayor, quien cerro los ojos recibiendo gustoso los labios ajenos contra los suyos, había añorado tanto esto. La manera en la que sus labios encajaban y jamás encontraría a alguien que lo hiciera sentir como en casa.

Pero no todo era miel sobre hojuelas en su relación. No podía seguir huyendo, no podían reconciliarse una y otra vez con besos y disculpas que quedarían en el aire porque siempre se repetíria lo mismo.

Su amor era simplemente doloroso.

Hyunmin || Harmful LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora