🍶〙░⃟⿻ ➮ 𝙽𝚄𝙼𝙴𝚁𝙾 𝐮𝐧𝐨.

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En una tarde de verano, Venezuela estaba sentado en el sillón de la sala con su notebook encendida sobre la mesita ratonera que tenía en frente. Se tiró hacia atrás y posó su brazo sobre su cara. ─Ngh me duele la verga─ soltó al aire tocándose la polla por encima del pantalón. En la pantalla de la notebook se podía apreciar un vídeo porno que él mismo había grabado una de las veces que había tenido sexo con sus parejas.

Miró su erección y mientras pensaba en que hacer para bajarsela, Chile entró a la sala despreocupado, sin darse cuenta de su presencia. Inmediatamente lo llamó.

─¡Ey Chile, ven aquí!─ le ordenó llamándole la atención. Chile obedeció y se le acercó preguntando qué quería. ─Estoy duro, usa tu boquita y bajamela─ le ordenó con una mueca de súplica. Chile rió ante su cara y sin protestar se agachó y empezó a hacerle una mamada.

Por otra parte, mientras ellos se metían en un mundo de placer, Perú entró a la casa con Argentina en brazos mientras le comía la boca, haciéndolo jadear excitado.

Pero cuando estaba por tirarlo al sillón para cogerselo ahí, se detuvo al verlos en esa situación. ─¡Ey! ¿Qué hacen?─ cuestionó estúpidamente viendo con incredulidad lo que hacían.

─¿No es obvio?─ le respondió Venezuela mirándolo con una ceja levantada mientras sostenía la cabeza de Chile para que no dejara de chuparsela.

Argentina sonrió con picardía al verlos y se bajó de los brazos del peruano. Se les acercó y se posicionó a un lado de Chile para acompañarlo en lo que estaba haciendo. Sin decir nada y con una sonrisa boba empezó a chuparsela, besándose con el chileno de vez en cuando.

Venezuela sonrió satisfecho y le acarició la cabeza a ambos. Perú se quedó mirándolos pero luego levantó sus hombros.

─¿Qué más da?─ dijo con desinterés. Se sentó al lado de Venezuela y se bajó el pantalón dejando su grande y palpitante polla expuesta para que también le hicieran una mamada.

Pasaron los minutos y ahora Chile se encontraba chupandosela a Venezuela mientras era follado por Perú y manoseado por Argentina, quien estaba ansioso por sentir algunas de las pollas de sus acompañantes, llenarlo por completo.

Argentina se desesperaba; ver como Chile disfrutaba las fuertes y certeras embestidas de Perú, lo ponía mucho más ansioso y caliente, lo peor es ninguno de los activos lo había tocado y eso lo frustraba aún más.

Pero a los minutos, Venezuela se dió cuenta de eso y soltó una risita enternecido al ver la carita de frustración que tenía. Sacó su polla de la boca de Chile y se acercó a Argentina. ─Ven aquí chiquito, no pienses que nos hemos olvidado de ti─ le dijo tomándolo por las axilas para levantarlo y sentarlo en su regazo. Le dió un besito en la mejilla y le acarició la cintura. ─¿Estás lubricado?─ le preguntó. Argentina asintió emocionado moviéndose sobre su dura polla, masturbandolo con sus glúteos. ─Bien, pequeño, entonces prepárate por que estoy jodidamente caliente y no pienso parar hasta saciarme~─ le dijo al oído causándole un escalofrío y haciéndolo jadear. Lo levantó un poco rozandole la entrada con su glande y cuando menos se lo esperó, entró de una.

Argentina al sentirlo completamente dentro, gritó y tiró su cabeza hacia atrás, aferrandose a sus hombros. La polla de Venezuela era jodidamente grande.

Perú miró la escena de los contrarios con picardía y morbo, quería unirse. Antes de salir y bajar a Chile de su regazo le dió una fuerte nalgada y se acercó a Argentina por detrás, acariciandole los glúteos, disfrustado el como se movían ante sus saltitos; dudaba que su polla entrara, pero él también quería hacer llorar de placer a Argentina. ─Voy a entrar, Venezuela, hazme espacio─ le pidió rozando su glade contra la entrada de Argentina.

Venezuela gruñó molesto, no quería compartir a su pasivo ahora, pero al parecer no tenía de otra; separó más los glúteos de Argentina e hizo lo posible para hacerle espacio a Perú. Luego de unos diez minutos y con la ayuda de Chile, el albirrojo puedo entrar también.

Argentina esta vez dejó escapar un grito desgarrador de su garganta; tener semejantes cosas dentro de su cavidad anal era un infierno por el dolor, pero el cielo por lo bien que se sentía. Se aferró con fuerza a Venezuela y empezó a gemir satisfecho cuando empezaron a follarlo con brusquedad. ─¡Ah, ah, ah, mgh~! AH~─ gimió perdido en un mar de placer con sus ojos en blanco y su lengua afuera, sintiendo como su cuerpo temblaba y sus lágrimas caían por sus mejillas. Venezuela quien lo veía de frente disfrutaba del bonito desastre que estaba hecho.

Al rato sintió un tercer intruso, pero esta vez fue en su boca, miró como pudo y vió a Chile sonreirle con morbo desde arriba. Sonrió con picardía y pasó su lengua a lo largo de aquella larga y gruesa polla, luego lo metió a su boca, chupando gustoso. Chile cerró sus ojos y tiró su cabeza hacia atrás, disfrutando aquélla rica mamada.

Después de casi dos horas de sexo, los cuatro terminaron rendidos en el sofá; Perú con un sumamente cansado -casi desmayado- argentino arriba suyo y Venezuela con un mimoso chileno acariciándole la cabeza.

Sin duda disfrutaban tener sexo de esa forma. Además de otros momentos románticos, obviamente, pero ahora no vamos a hablar de eso.

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⏰ Última actualización: Jan 13, 2023 ⏰

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