Jin:-Bosteza-Qué bien dormi, sobre todo con este peluche...espera ¿desde cuando tengo un peluche?.
Kurumi: Nya buen día Jin.
Jin: ¿Eh?
En ese momento Jin se da cuenta de que no era un peluche lo que estaba abrazando sino que estaba abrazando a Kurumi la cual estaba acostada sobre el.
Jin: ¡Fuera!-Decia dandole una patada que la sacaria de la cama.
Kurumi: ¡Oye no puedes hacer eso! Almenos hoy.
Jin se pone blanco.
Jin: Espera un momento ¿tu eres la que me toca hoy?
Kurumi: Pues claro ¿no era obvio?
Jin:-Suspira-Sal de mi habitación.
Kurumi: Bien pero te espero despues de clases.
Jin: Ok.
Kurumi: Adios bombon.
Jin: Que asco, no me digas asi-decia cerrando la ventana para que la gata no entrara de nuevo.
El humano se pone su uniforme y sale de la habitación rumbo al salon de clases.
Ya en el salon, Jin, se sienta a escuchar atentamente lo que decia el profesor ya que proximamente habría un examen.
Suena el timbre indicando de que la clases ya habían terminado.
Jin recuerda su compromiso con Kurumi.
Jin: Estoy jodido.
Sale del salon sin apuros rumbo al de Kurumi.
Abre la puerta y como era de esperarse...no estaba.
Jin: Este gato estu-Siente como algo cae sobre el.
Kurumi: Nya hola Jin.
Jin: ¿Donde demonios estabas?.
Kurumi: Estaba trepada en el techo esperandote.
Jin: Prefiriria que me recibieras de otra forma.
Kurumi: Lo consideraré.
Jin: Si si como sea, ¿qué quieres hacer?.
Kurumi: Mmm vayamos al club de cocina.
Jin: ¿Ok?
El humano comienza a ir por el camino normal pero la voz de la gata lo detiene.
Kurumi: ¿Quien dijo que iriamos por el camino común?.
Jin: No me digas que-.
Kurumi: Iremos por los arboles.
Jin: Oye, yo se que debo hacer lo que tu digas, pero mi cuerpo no es igual de agil que el tuyo y no esta hecho para ir por arboles.
Kurumi: Tranquilo no te pasará nada.
Jin: Pero-
El castaño no pudo terminar de hablar ya que Kurumi le había dado un fuerte beso en los labios.
Despues de unos segundos se separan dejando un hilo de saliva.
Kurumi: A ver si asi te callas.
Jin:...
Kurumi: Asi me gusta.
Despues de unos minutos.
Kurumi ya estaba arriba de unos de los arboles cercanos a la ventana.
Jin por su parte se encontraba con un pie puesto en el marco de la ventana.
Jin-pensando: Vamos Jin tu puedes.
