Hola

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Eric~°•

Después de haber hablado con Ivanna pido permiso para ir a hablar con Tami, cuando estaba por llegar me detengo y no puedo evitar ponerme nervioso, pensaba que cuando la encontrara ella seria mayor, pensaba que sería como en las historias que me contaba mi padre, pero esto es todo lo contrario y no se si estoy listo para afrontar esto sobretodo con una manada que todavía no confía en mí, pero es mi Luna, mi compañera y la necesito más de lo que podría explicar.
Tomo aire antes de golpear la puerta y luego de escuchar su voz permitiéndome el paso entro. Veo en su cuarto, las paredes son lilas excepto por una al costado derecho que es toda negra y está escrita con tisa diferentes cosas, luego veo una  ventana  frente a mi y debajo a ella en un escritorio pequeño de color marrón con la pintura ya salida en varios lados, y al otro costado su cama llena de peluches con un baúl a los pies de esta, me parece raro que no tenga un armario aquí realmente.
-Alpha, discúlpame por el desorden y recibirlo de espaldas pensaba que era mi tía-. Se sonroja un poco y no puedo evitar pensar en lo tierna que se ve.
-Tranquila no hace falta las disculpas es tu casa, y repito llámame Eric-.
-Bueno... Quiere tomar asiento?, no hay mucho espacio y es solo una silla de madera pero puedo ponerle almohadas para que no se sienta dura, o sino la cama pero debería sacarle los peluches y mi cuarto...-. Empieza a susurrar cosas que puedo entender como reprimendas a si misma por el desorden, el cual apenas noto por lo poco que tiene.

Tamara~°•

Algún día ordenaré mi cuarto antes de que me pase algo así devuelta, que vergüenza...
-Tranquila, quiero hablar con vos nada más-. Su voz fue tan dulce al decirlo.
-Esta bien entonces...-. Me muevo inquieta sin saber bien que hacer.
-Sabes, me gustaría estar más al pendiente de las cosas que pasa aquí, sobretodo a vos y tu familia, te incomodaria que pasara de vez en cuando a hacerte, digo a hacerles visitas?-. Me sorprende que el alpha quiera encargarse de tal asunto de forma tan personal, pero me agrada mucho su compañía así que no me pude negar.
-Claro que no-. Digo con una sonrisa en los labios.

Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora