Cuando Louis se despertó, el sol lo golpeó directamente en la cara porque se había olvidado de cerrar las persianas la noche anterior.
También había una caja abierta de pizza fría en su mesita de noche, su trasero estaba adolorido, tenía un pesado brazo alrededor de su cintura y una cara enterrada en su hombro.
Louis se las arregló para torcer su cuello lo suficiente como para mirar hacia donde Harry se había colocado contra el cuerpo de Louis. El cabello que no estaba extendido sobre la almohada de Louis había caído sobre los ojos cerrados de Harry, su nariz estaba presionada contra el cuello de Louis, y su boca llena estaba entreabierta y húmeda. También resultó que estaba babeando.
Louis se volvió y cerró los ojos, inhalando y exhalando lentamente.
Abrió los ojos de nuevo, parpadeando contra la luz del sol. El brazo de Harry se sentía tan pesado contra su cuerpo, el suave vello de su antebrazo rozaba la parte superior del estómago de Louis, y olía tan bien, todo suave y rico y mezclado con el olor desvanecido del suavizante de telas con el que Louis había lavado sus sábanas la semana anterior. Y todavía estaba tan cerca de la garganta de Louis, acurrucado allí tan perfectamente que se sentía como si perteneciera allí.
Louis deseaba poder quedarse allí para siempre, o al menos durante las próximas horas, pero realmente tenía que orinar.
Clavó sus dedos debajo del brazo de Harry, levantándolo. El otro hombre se movió y suspiro pero no se despertó, y Louis movió su cuerpo, alejándose. Fue al baño y encendió la luz, frotándose los ojos contra el estallido de luz fluorescente. Terminó y luego fue al fregadero, pasando sus manos cubiertas de jabón por debajo del agua caliente. Finalmente, cuando toda la espuma se había derramado por el desagüe, levantó la cabeza y se miró a sí mismo en el espejo.
No sabía por qué esperaba verse diferente. No lucia diferente. Su cabello era un desastre, pero siempre lo era a primera hora de la mañana. Sus ojos estaban llorosos por la exposición excesiva a la luz y había una mancha húmeda en su hombro donde Harry había babeado. Se rió y la limpió, y luego bajó los ojos. Había unos pequeños parches amarillos en sus caderas, pequeños puntos que eventualmente se convertirían en moretones, en la forma de las yemas de los dedos de Harry.
Parpadeó y pasó los dedos por ellos, lo único físico que podía ver de anoche, aparte del dolor en su trasero. Solo dieron cuando presionó a uno y claramente no le habían dolido tanto la noche anterior como para que solo los notara ahora. Aún así. Estaban ahí. La noche anterior había sucedido.
Dio un paso atrás y se apoyó contra la pared detrás de él, sin importarle que su hombro se clavara bruscamente en un toallero detrás de él. Su cuerpo completo estaba a la vista frente a él, miraba fijamente los pequeños grupos de moretones, el color rosa que se curvaba sobre su pecho y su rostro mientras pensaba en todo lo que había sucedió.
Porque había sucedido. Había querido que sucediera. Se había quedado descalzo en un estacionamiento y le había rogado a Harry que se quedara cuando iba a renunciar. Lo había llevado a casa. Le había comprado café y lo había invitado a su habitación de hotel. Había dejado que Harry lo besara. Dos veces. Había ido a su apartamento y luego le había dejado venir aquí. Le había dejado tocarlo. Lo había dejado y lo quería. Y ahora estaba parado en su baño con un hombre en su cama, sin saber qué hacer a continuación.
"¿Louis?"
Levantó la cabeza y parpadeó, preguntándose si lo había imaginado. Pero volvió a escucharlo, unos segundos después.

ESTÁS LEYENDO
pray for some sweet simplicity
FanficLouis es el único omega que ha logrado triunfar en el feroz mundo del motociclismo; es decir, lo sería si alguien supiera su identidad. Ahora, su objetivo es competir y ganar el Grand Prix de Europa, la carrera más grande y difícil de todo el año, p...