Cubiertas en chocolate.

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"Tenías que casarte con él, ¿Verdad?. Ahora es tu obligación respetar sus excéntricas ideas por el resto de tu vida." Raven habló a la nada, gruñendo y pateando todo lo que se interpusiera en su camino.

Estaba sumamente molesta y no le importaba expresar su malestar consigo misma, a pesar de que nadie escuchara sus quejas.

"Ilusa, pensaste que cuidaría mejor de ti cuando fuera tu esposo." Ella dejó caer el pequeño costal que cargó desde la casa al suelo, para limpiar el sudor de su frente y descansar un poco la molestia de su espalda. "Y, ¿Que hace él para cuidarte?, ¡Comprar una jodida granja en medio de la nada con decenas de animales como si fuera un maldito zoológico!."

" 'El aire puro te hará bien Beloved', 'Es justo el ambiente que necesita tu embarazo.' " Ella continuó su descarga emocional con un bufido. "Lastima que tu querido esposo nunca mencionó como iba a ser tu responsabilidad alimentar a todos sus benditos animales cuando se largara a misiones."

Los conejos, las cabras y los demás animales dentro del granero temblaban en medio ante la negativa aura que rodeaba a la embarazada. Personalmente, Raven pensaba que todos se podían ir al diablo y que debían agradecer que los alimentaba, pues el encargado oficial había abandonado aquella responsabilidad desde hace un buen rato.

Ella llenó un recipiente con las semillas del costal para posteriormente vaciarlo en el corral de las cabras. Hizo exactamente lo mismo con los conejos y los cuyos, antes de volver a tomar asiento sobre una paca de heno.

Hoy era uno de esos días malos, Raven necesitaba descargar su frustración en cualquier cosa que se le pusiera enfrente. El dolor de espalda, de pies y el desequilibrio hormonal de su embarazo la estaban matando, al igual que el intenso calor haciéndola sudar como si se estuviera derritiendo.

Recientemente su embarazo la ha estado volviendo loca, para remediar aquello, Damian pensó que sería buena idea mudarse de la ciudad al campo para que ella pudiera encontrar un momento de paz fuera del descontrol citadino. Siendo la comprensiva compañera que era, Raven aceptó su plan, después de todo, Damian prometió que el cambio sería por unos cuantos meses después del parto. Y a decir verdad, le haría bien a su empatía estar lejos de un lugar tan poblado.

A la semana posterior de la propuesta, Damian tuvo listo cada detalle para la mudanza hacia Smallville. Ella aun se preguntaba como es que él logro comprar el terreno vecino a los Kents y construir toda una granja en tan poco tiempo. Y, a pesar de la apresurada mudanza ella no se quejó, como hacerlo, sí la granja que él construyó para ellos era sumamente hermosa. Sin embargó, el verdadero problema se presentó cuando al llegar a su nuevo y temporal hogar encontró un ridículo numero de mascotas que su esposo había adquirido junto a la granja.

Porque, '¿Que es una granja sin animales Beloved?'

La tolerancia de Raven cayó en picada al infierno en ese preciso instante.

Cada animal viviendo en esta granja era la responsabilidad de Damian, pero desde hace más de dos semanas, él y Jonathan Kent fueron llamados a una misión. Sin Damian presente, la encargada de alimentar cada día a : dos caballos, tres cerdos, cuatro conejos, cuatro cuyos, tres perros, dos gatos, una vaca, dos cabras y hasta a una jodida alpaca, era de ella.

Demasiado trabajo para una mujer con un embarazo tan avanzado como el suyo. Y, aligerar la carga con su magia estaba lejos de ser una opción, usar sus poderes la dejaban aún más agotada que usar sus propias manos.

"Ese idiota me las va a pagar cuando regrese." Con las manos en su rostro, Raven ahogó un grito en completa furia.

"Idiota es mala palabra Rae."

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⏰ Last updated: Sep 21, 2020 ⏰

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